Región Quechua
La Región Quechua constituye la zona medular de la región andina
y se extiende desde los 2,300 m. y los 3,500 m.s.n.m.
El relieve de está región es escarpado conformado por los valles interandinos y los flancos de suave pendiente.
Este relieve por efecto de la obra humana ha sido modificado a través de los siglos mediante sistemas de andenería y terraplenes. Sin embargo, la región se encuentra en los valles interandinos.
Esta región es la más poblada de la Sierra
, debido a las condiciones que presenta para el poblador andino,
que se dedica a la agricultura y a la ganadería extensivas, a tal punto que podemos considerarla como la zona en donde la población peruana se ha adaptado mejor. En esta región no hay heladas más la naturaleza le ha dotado de abundantes lluvias, que la han convertido en un inmenso "huerto", ya que la variedad de frutos es mucha.
A lo largo de esta región se encuentran importantes ciudades andinas como:
Abancay (2,377 m.s.n.m.),
Arequipa (2,329 m.), Cusco (3,399 m.),
Huaraz (3,091 m.),
Toquepala (2,620 m.);
Ayacucho (2,329 m.), Tarma (3,080 m.),
Jauja (3,410 m.), además tenemos
Huancayo,
Cajamarca, etc.
Clima
El clima de esta región es templado - seco, con lluvias periódicas de Diciembre a Marzo, con variaciones sensibles de temperatura entre el día y la noche, pero con la moderación apropiada y permisible, para la vida humana.
Durante los meses que corresponden al Invierno y a la Primavera se produce una fuerte insolación debido a la transparencia de la atmósfera. De otro lado durante la noche la temperatura baja súbitamente, por la escasa humedad existente en el aire. En consecuencia podemos decir que hay un gran contraste térmico entre el día y la noche, entre las áreas expuestas al sol y la sombra.
En la Región Quechua la media anual varía entre los 7°C y -4°C. Durante los meses de Diciembre a Marzo se presentan abundantes lluvias estacionales. El resto del año se caracteriza por haber sequía.
La Quechua por ser una zona andina intermedia, posee el clima "más benigno del mundo" suceptible a la más variada producción agrícola del Perú. Esta zona tiene las condiciones más inmejorables para el cultivo del trigo, maíz, cebada, habas, arvejas, papa, oca, olluco, etc.
Flora y Fauna
La flora típica de esta región es muy variada, ya que podemos encontrar una vegetación constituida por el aliso, gongapa, arracacha, calabaza, caigua, etc. Asimismo la fauna típica es rica ya que podemos encontrar raros ejemplares como el zorzal gris, ruchpe o huipcho, etc.
Las Heladas
Las heladas son fenómenos climatológicos que se producen en forma repentina, caracterizándose por una brusca bajada de temperatura. Este fenómeno se observa cuando el cielo se mantiene despejado por varias noches. Cuando las plantas están tiernas, las heladas queman sus débiles tallos, por lo cual se pierde el crecimiento total de las sementeras. Según algunas historias se dice que los Incas combatían estos fenómenos con grandes incendios en las partes altas.
miércoles, 27 de octubre de 2010
cajamarca
El departamento de Cajamarca
se encuentra ubicado al norte del territorio peruano, en la cadena occidental de los Andes y abarca zonas de sierra y selva.
Limita con
el norte con Ecuador, por el sur con La Libertad, por el este con Amazonas y por el oeste con Piura y Lambayeque.
Tiene 13 provincias y 126 distritos.
Tiene una superficie de 35,417 kilómetros cuadrados.
Su población sobre pasa el millón de habitantes.
ALTITUD
Capital: 2.720 msnm (Cajamarca )
Mínima: 400 msnm (Nanchoc)
Máxima: 3.590 msnm (Hualgayoc)
CLIMA
La ciudad de Cajamarca tiene un clima semiseco y templado. La temperatura media anual máxima es de 22°C (71ºF) y la mínima de 5°C (42ºF). La temporada de lluvias se inicia en octubre y concluye en abril.
Las actividades económicas que más destacan en el departamento de Cajamarca son la ganadería y la agricultura y la minería en estos últimos tiempos.
Otras ciudades importantes son Celendín, Jaén, Chota, Cajabamba, Contumazá y Cutervo.
Gastronomía y Bebidas
Entre sus principales platos típicos destacan:
» Cuy con papa al estilo Cajamarca.
» Chicharrón con mote.
» Sopa de trigo.
» Sopa de quinua.
» Humitas.
se encuentra ubicado al norte del territorio peruano, en la cadena occidental de los Andes y abarca zonas de sierra y selva.
Limita con
el norte con Ecuador, por el sur con La Libertad, por el este con Amazonas y por el oeste con Piura y Lambayeque.
Tiene 13 provincias y 126 distritos.
Tiene una superficie de 35,417 kilómetros cuadrados.
Su población sobre pasa el millón de habitantes.
ALTITUD
Capital: 2.720 msnm (Cajamarca )
Mínima: 400 msnm (Nanchoc)
Máxima: 3.590 msnm (Hualgayoc)
CLIMA
La ciudad de Cajamarca tiene un clima semiseco y templado. La temperatura media anual máxima es de 22°C (71ºF) y la mínima de 5°C (42ºF). La temporada de lluvias se inicia en octubre y concluye en abril.
Las actividades económicas que más destacan en el departamento de Cajamarca son la ganadería y la agricultura y la minería en estos últimos tiempos.
Otras ciudades importantes son Celendín, Jaén, Chota, Cajabamba, Contumazá y Cutervo.
Gastronomía y Bebidas
Entre sus principales platos típicos destacan:
» Cuy con papa al estilo Cajamarca.
» Chicharrón con mote.
» Sopa de trigo.
» Sopa de quinua.
» Humitas.
huaraz
Huaraz,
capital del departamento de Ancash.
Se encuentra al pie de las Cordilleras Blanca y Negra.
La Cordilera Blanca es uno de los mas importantes destinos pata el turismo de aventura en Sur America
Datos Generales
El departamento de Ancash fue creado en 1839
actualmente, las principales actividades de la región son
el turismo;
la minería,
con dos grandes empresas como son Pierina (oro y plata)
y Antamina (cobre y zinc);
y la agricultura, con una variedad de productos como trigo, papa, choclo, oca, cebada y habas, entre otros.
La ciudad de Huaráz tiene un clima seco y templado,
con una temperatura media máxima de 24°C (75ºF)
y mínima de 7°C (44 ºF). La temporada de lluvias es de octubre a marzo.
POBLACIÓN
1 039 415 Habitantes
ALTITUD
Capital: Huaraz (3 091 msnm) Altitud: Mínima: 4 msnm (Chimbote) Máxima: 3910 msnm (Shilla)
FESTIVIDADES
* Semana de la Aventura / Fecha movible Provincias del Callejón de Huaylas.
* Aniversario de Huarás / Julio 25 Provincia de Huarás.
* Virgen de la Asunción "Mama Ashu" / Agosto 13 al 22 Provincia de Asunción, distrito de Chacas
GASTRONOMÍA
Entre los platos típicos de la región destacan:
* Picante de cuy:
Guiso de cuy cocido a la leña y aderezado con ají colorado o amarillo. Tiene una variable antigua que es el jaka cashqui o caldo con cuy.
* Cuchicanca
: Lechón adobado en vinagre y horneado
, servido con papas sancochadas y mote (maíz seco desgranado y hervido).
* Tamales:
Masa de maíz rellena con carne, envuelta en hojas de "achira".
* Charqui:
Carne de chancho seca y salada.
* Llunca kashki con gallina:
Caldo de gallina con trigo.
* Pecan caldo: Caldo de cabeza de carnero con mondongo o vísceras, patitas y hierbabuena. Se sirve con papa sancochada y/o mote.
* Pachamanca:
Consta de tres carnes (gallina, carnero y chancho), además de tamal, humita dulce, habas, oca, camote, papa, rocoto con huacatay y queso.
* Humitas:
las hay dulces y saladas. La dulce es preparada a base de maíz pelado con abundante manteca y pasas; las saladas llevan una porción de queso. Se cubren con hojas de maíz.
* Cebiche de pato casmeño:
sudado de pato macerado en jugo de naranja y limón. Además, se puede encontrar una gran variedad de productos tradicionales como: queso mantecoso, quesillo o queso fresco (sin sal y que se sirve con miel), jamón, mantequilla, miel de abeja, manjarblanco o dulce de leche y diversidad de frutas como capulí, membrillo, lúcuma, granadilla, chirimoya, guayaba y tuna, entre otras.
capital del departamento de Ancash.
Se encuentra al pie de las Cordilleras Blanca y Negra.
La Cordilera Blanca es uno de los mas importantes destinos pata el turismo de aventura en Sur America
Datos Generales
El departamento de Ancash fue creado en 1839
actualmente, las principales actividades de la región son
el turismo;
la minería,
con dos grandes empresas como son Pierina (oro y plata)
y Antamina (cobre y zinc);
y la agricultura, con una variedad de productos como trigo, papa, choclo, oca, cebada y habas, entre otros.
La ciudad de Huaráz tiene un clima seco y templado,
con una temperatura media máxima de 24°C (75ºF)
y mínima de 7°C (44 ºF). La temporada de lluvias es de octubre a marzo.
POBLACIÓN
1 039 415 Habitantes
ALTITUD
Capital: Huaraz (3 091 msnm) Altitud: Mínima: 4 msnm (Chimbote) Máxima: 3910 msnm (Shilla)
FESTIVIDADES
* Semana de la Aventura / Fecha movible Provincias del Callejón de Huaylas.
* Aniversario de Huarás / Julio 25 Provincia de Huarás.
* Virgen de la Asunción "Mama Ashu" / Agosto 13 al 22 Provincia de Asunción, distrito de Chacas
GASTRONOMÍA
Entre los platos típicos de la región destacan:
* Picante de cuy:
Guiso de cuy cocido a la leña y aderezado con ají colorado o amarillo. Tiene una variable antigua que es el jaka cashqui o caldo con cuy.
* Cuchicanca
: Lechón adobado en vinagre y horneado
, servido con papas sancochadas y mote (maíz seco desgranado y hervido).
* Tamales:
Masa de maíz rellena con carne, envuelta en hojas de "achira".
* Charqui:
Carne de chancho seca y salada.
* Llunca kashki con gallina:
Caldo de gallina con trigo.
* Pecan caldo: Caldo de cabeza de carnero con mondongo o vísceras, patitas y hierbabuena. Se sirve con papa sancochada y/o mote.
* Pachamanca:
Consta de tres carnes (gallina, carnero y chancho), además de tamal, humita dulce, habas, oca, camote, papa, rocoto con huacatay y queso.
* Humitas:
las hay dulces y saladas. La dulce es preparada a base de maíz pelado con abundante manteca y pasas; las saladas llevan una porción de queso. Se cubren con hojas de maíz.
* Cebiche de pato casmeño:
sudado de pato macerado en jugo de naranja y limón. Además, se puede encontrar una gran variedad de productos tradicionales como: queso mantecoso, quesillo o queso fresco (sin sal y que se sirve con miel), jamón, mantequilla, miel de abeja, manjarblanco o dulce de leche y diversidad de frutas como capulí, membrillo, lúcuma, granadilla, chirimoya, guayaba y tuna, entre otras.
Huancayo(Junin)
Huancayo(Junin)
Huancayo (en huanca: Wankayuq, pronunciado /'waŋkajuː/;
fundada: Santísima Trinidad de Huancayo, 1 de junio de 1572)
es una ciudad ubicada en la parte central del Perú, en el Valle del Mantaro.
Es la capital del Departamento de Junín y de la provincia de Huancayo,
tiene más de 336 mil habitantes según el Censo 2007.
Es famosa por su apelativo de "Ciudad Incontrastable",
La ciudad de Huancayo se ubica en la parte central del Perú, en plena cordillera de los Andes.
Huancayo es capital tanto del departamento de Junín como de la provincia y del distrito homónimos. Se ubica al suroeste de ese departamento
altura de 3.259 m.s.n.m.
Clima
Debido a su latitud, Huancayo debería tener un clima tropical.
Sin embargo, la presencia de la Cordillera de los Andes y la altitud de la ciudad (3.259 msnm) causa serias variaciones en el clima.
Huancayo tiene un clima templado durante todo el año, variando entre 21º grados y -5º grados centígrados.
La gran mayoría de la población es de raza mestiza con predominio indígena, siendo minorías las razas negra y blanca.
— —
Sus principales atracciones llegan a ser
la labor de sus artesanos
y el turismo paisajístico recreacional.
Destacan
El Nevado Huaytapallana,
la laguna de Paca,
El criadero de truchas de Ingenio,
El museo de Ocopa y las ferias semanales.
Huancayo (en huanca: Wankayuq, pronunciado /'waŋkajuː/;
fundada: Santísima Trinidad de Huancayo, 1 de junio de 1572)
es una ciudad ubicada en la parte central del Perú, en el Valle del Mantaro.
Es la capital del Departamento de Junín y de la provincia de Huancayo,
tiene más de 336 mil habitantes según el Censo 2007.
Es famosa por su apelativo de "Ciudad Incontrastable",
La ciudad de Huancayo se ubica en la parte central del Perú, en plena cordillera de los Andes.
Huancayo es capital tanto del departamento de Junín como de la provincia y del distrito homónimos. Se ubica al suroeste de ese departamento
altura de 3.259 m.s.n.m.
Clima
Debido a su latitud, Huancayo debería tener un clima tropical.
Sin embargo, la presencia de la Cordillera de los Andes y la altitud de la ciudad (3.259 msnm) causa serias variaciones en el clima.
Huancayo tiene un clima templado durante todo el año, variando entre 21º grados y -5º grados centígrados.
La gran mayoría de la población es de raza mestiza con predominio indígena, siendo minorías las razas negra y blanca.
— —
Sus principales atracciones llegan a ser
la labor de sus artesanos
y el turismo paisajístico recreacional.
Destacan
El Nevado Huaytapallana,
la laguna de Paca,
El criadero de truchas de Ingenio,
El museo de Ocopa y las ferias semanales.
ayacucho
Datos generales del Departamento de Ayacucho
Clima:
La ciudad de Ayacucho posee un clima seco y templado.
Superficie:
El departamento tiene una superficie de 43,814 km2.
Idioma:
se habla 2 idiomas: Español y quechua.
Ciudad de Ayacucho:
La ciudad de Ayacucho tiene una altura de 2,761 m.s.n.m.
Población del Departamento:
El Departamento de Ayacucho tiene una población de 612,489 habitantes.
Límites:
El departamento de Ayacucho limita con el departamento de Junín, Cuzco, Apurímac, Arequipa, Ica y Huancavelica.
Platos y bebidas
-- puca picante: http://www.perumuchogusto.com/internaing.asp?pdr=1304&jrq=15.2.8.5&ic=2&ids=4167
-- mondongo: http://www.ayacuchoperu.com/ayacucho/gastronomia.php
-- qapchi: http://www.perullacta.com/index.php?id=120,397,0,0,1,0
-- chicharrón: http://www.saboresdelperu.com/segundos/chicharron_cerdo.htm
-- caldo de cabeza: http://www.saboresdelperu.com/sopas/caldo_cabeza.htm
-- cuy chactado: http://clubarequipa.net/comidas.htm
-- pachamanca: http://www.terebess.hu/tiszaorveny/fuszer/peru.html
Clima:
La ciudad de Ayacucho posee un clima seco y templado.
Superficie:
El departamento tiene una superficie de 43,814 km2.
Idioma:
se habla 2 idiomas: Español y quechua.
Ciudad de Ayacucho:
La ciudad de Ayacucho tiene una altura de 2,761 m.s.n.m.
Población del Departamento:
El Departamento de Ayacucho tiene una población de 612,489 habitantes.
Límites:
El departamento de Ayacucho limita con el departamento de Junín, Cuzco, Apurímac, Arequipa, Ica y Huancavelica.
Platos y bebidas
-- puca picante: http://www.perumuchogusto.com/internaing.asp?pdr=1304&jrq=15.2.8.5&ic=2&ids=4167
-- mondongo: http://www.ayacuchoperu.com/ayacucho/gastronomia.php
-- qapchi: http://www.perullacta.com/index.php?id=120,397,0,0,1,0
-- chicharrón: http://www.saboresdelperu.com/segundos/chicharron_cerdo.htm
-- caldo de cabeza: http://www.saboresdelperu.com/sopas/caldo_cabeza.htm
-- cuy chactado: http://clubarequipa.net/comidas.htm
-- pachamanca: http://www.terebess.hu/tiszaorveny/fuszer/peru.html
cuzco- capital arqueologica de America
DATOS GENERALES
son los siguientes:
* Capital:es la ciudad de Cusco,
altitud de 3,399 msnm.
* Ubicación:
se encuenta ubicado en la parte sureste de la Republica del Perú.
* Clima:
Entre abril y septiembre soleado y seco, frio en las noches.
Entre octubre y marzo variable y lluvioso.
La temperatura
promedio anual es de 11°C.
BREVE RESEÑA HISTORICA
Segú la leyenda, Cusco ciudad sagrada y capital del Imperio del Tahuantinsuyo, fue fundada alrededor de los siglos XI y XII d.C. por el Inca Manco Cápac, quien emergió del Lago Titicaca. Cusco fue el centro de gobierno de las cuatro extensas regiones del Imperio Incaico que llegó a abarcar gran parte de lo que actualmente es Ecuador, Colombia, Perú Bolivia, Argentina y chile.
La sociedad incaica fue un admirable ejemplo de organizacion político-social, dominó, grandes conocimientos de arquitectura, ingeniería hidráulica, medicina y agricultura.
El 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro fundó, sobre la ciudad del Cusco una ciudad española, que se construyo sobre los cimientos incas. Cusco es, por lo tanto; un típico ejemplo de fusión y sincretismo cultural habiendo heredado monumentos arquitectónicos y obras de arte de valor incalculable.
En el Cusco virreynal se sucedieron grandes revoluciones contra el dominio español como la de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II) en 1780, la de los hermanos Angulo en 1813 y la de Mateo Pumacahua en 1814.
En 1911, el investigador norteamericano Hiram Bingham descubrió la imponente ciudad incaica de Machu Picchu.
ATRACTIVOS EN LA CIUDAD DEL CUSCO
* CITY TOURS:
Este tour te permite conocer los siguientes lugares; KoriKancha, La Catedral, Sacsayhuman, Q'enqo, Pucapucara y Tambomachay.
* VALLE SAGRADO DE LOS INKAS:
Se visita Pisaq y las Ruinas del Intihuatana, Calca, Ollantaytambo, Urubamba y Chinchero.
* TOUR TO MACHUPICCHU: Este tour es tal vez el mas importante, por que visitar el Cusco sin llegar a Machupicchu, seria como un viaje incompleto.
son los siguientes:
* Capital:es la ciudad de Cusco,
altitud de 3,399 msnm.
* Ubicación:
se encuenta ubicado en la parte sureste de la Republica del Perú.
* Clima:
Entre abril y septiembre soleado y seco, frio en las noches.
Entre octubre y marzo variable y lluvioso.
La temperatura
promedio anual es de 11°C.
BREVE RESEÑA HISTORICA
Segú la leyenda, Cusco ciudad sagrada y capital del Imperio del Tahuantinsuyo, fue fundada alrededor de los siglos XI y XII d.C. por el Inca Manco Cápac, quien emergió del Lago Titicaca. Cusco fue el centro de gobierno de las cuatro extensas regiones del Imperio Incaico que llegó a abarcar gran parte de lo que actualmente es Ecuador, Colombia, Perú Bolivia, Argentina y chile.
La sociedad incaica fue un admirable ejemplo de organizacion político-social, dominó, grandes conocimientos de arquitectura, ingeniería hidráulica, medicina y agricultura.
El 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro fundó, sobre la ciudad del Cusco una ciudad española, que se construyo sobre los cimientos incas. Cusco es, por lo tanto; un típico ejemplo de fusión y sincretismo cultural habiendo heredado monumentos arquitectónicos y obras de arte de valor incalculable.
En el Cusco virreynal se sucedieron grandes revoluciones contra el dominio español como la de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II) en 1780, la de los hermanos Angulo en 1813 y la de Mateo Pumacahua en 1814.
En 1911, el investigador norteamericano Hiram Bingham descubrió la imponente ciudad incaica de Machu Picchu.
ATRACTIVOS EN LA CIUDAD DEL CUSCO
* CITY TOURS:
Este tour te permite conocer los siguientes lugares; KoriKancha, La Catedral, Sacsayhuman, Q'enqo, Pucapucara y Tambomachay.
* VALLE SAGRADO DE LOS INKAS:
Se visita Pisaq y las Ruinas del Intihuatana, Calca, Ollantaytambo, Urubamba y Chinchero.
* TOUR TO MACHUPICCHU: Este tour es tal vez el mas importante, por que visitar el Cusco sin llegar a Machupicchu, seria como un viaje incompleto.
fundacion de Arequipa
Fundaciòn MÍtica de Arequipa [i]
Cesar Delgado Díaz del Olmo [ii]
Hay dos leyendas referidas al origen de la población y del nombre de Arequipa. Según la primera, uno de los reyes Incas, pasando por este valle con numerosos ejércitos pidieron a sus capitanes en nombre de muchos indios, que aficionados al país deseaban fundar aquí una población, que les diese licencia para fundar y quedarse aquí; y su Rey les respondió Are quepay. Esta bien, quedáos; ya esta devoción se le quedó el nombre al pueblo, que hoy llamamos Arequipa (Antonio de Calancha, Crónica moralizadora) .
Según la segunda, fue el Inca Mayta Capac quien, después de haber sujetado a su imperio la provincia de los Collaguas, hizo alto en el valle de Arequipa, y considerando la fertilidad del sitio, la templanza del aire, acordó pasar muchos indios de los que había conquistado, para poblar este valle. Y dándoles a entender la comodidad del sitio, el provecho que se les seguiría de poblar y gozar esta tierra, sacó más de tres mil casas y con ellos fundó cuatro o cinco pueblos, dejando en ellos Gobernadores. Esta es la versión del Inca Garcilaso. Respecto al significado del nombre de Arequipa, el cronista aventura el de «trompeta sonora" (Comentarios Reales I,III,IX). En la duda, Ventura Trabada y Córdoba, autor de El suelo de Arequipa convertido en cielo, resuelve: si allá la lira de Apolo edificó los muros de Troya, aquí la condescendencia del monarca pudo haber hecho las veces de trompa para dar principio a la fundación de Arequipa (Ventura Trabada y Córdoba, El suelo de Arequipa convertido en cielo).
Juntando ambas historias, Flora Tristán elabora su propia versión de la fundación mítica de Arequipa. Según ésta, el Inca Mayta Capac, soberano de la Ciudad del Sol, fue destronado y tuvo que huir por las cimas heladas de la cordillera acompañado por algunos de los suyos, hasta que al cuarto día, rendido de fatiga, muriendo de hambre y de sed, se detuvo al pie del Volcán. De repente, cediendo a una inspiración divina, Mayta plantó su dardo y exclamó: ¡Arequipa!, palabra que significa: Aquí me quedo... y en torno de su dardo, sobre los flancos de un volcán rodeado de desiertos por todos lados, los hombres agruparon sus habitaciones. (Flora Tristán, Peregrinaciones de una paria). Así, la escritora recrea el mito de fundación incaica, convirtiendo la barra de oro de Manco Capac en el dardo que el héroe fundador planta esta vez en tierra arequipeña, y dando al término Arequipa el significado más contundente de Aquí me quedo, que enuncia cierta predilección divina por este suelo.
Para los historiadores, sin embargo, Arequipa es más antigua de todo eso, porque cuando los Incas arribaron a estas tierras ya estaban construidas las primeras andenerías y los campos reverdecían bajo su eterno cielo azul. Entonces Arequipa albergaba numerosas colonias provenientes del valle del Colea, del Altiplano y del sur del Cusco, que convivían pacíficamente. En el medio de este «oasis multiétnico» se hallaban los habitantes autóctonos de Arequipa, los Yarabayas, que tenían su poblado principal en la ribera alta de San Lázaro. Cuenta una leyenda que antes del Inca Yupanqui hubo una terrible explosión volcánica, que acabó con todos los habitantes de! valle. Solamente sobrevivió un grupo de nativos yarabayas, que junto con sus mujeres e hijos habían ido al Cusco para cumplir con la mita que estaban obligados, y que al volver levantaron nuevamente sus viviendas, tambos, acequias y sementeras (Martín de Murúa. Historia del Origen y Genealogía Real de los Reyes Incas del Perú).
En cuanto al fundador mítico de Arequipa, si no fue Mayta. Capac, como sostienen todos los historiadores, el honor en todo caso correspondió a uno de sus descendientes del Ayllu Real del IV Inca, al que se le encomendó la conquista del Contisuyo, en el curso de la cual arribó al valle de Arequipa, posiblemente a mediados del siglo XV, estableciéndose en el poblado yarabaya de San Lázaro. Esto en razón de que eran tal vez los únicos habitantes asentados permanentemente en el valle, ya que los demás eran emigrantes y estaban atados no sólo económica y políticamente a sus comunidades madres, situadas a veces en lugares muy lejanos, sino también emotivamente, ya que allá se encontraban sus dioses Apus y sus antepasados. En este sentido podría decirse que e! valle de Arequipa esta.ba entonces deshabitado, ya que era tan poca la gente que tenía su corazón verdaderamente afincado en el lugar. Es el héroe fundador, entonces, quien le da vida comprometiendo para siempre el afecto de sus habitantes.
Notas.-
[i] Este documento, ha sido extraido de la revista Apóstrofe N° 1, es una revista universitaria de Investigación, su director es el señor Wilard Díaz, marzo 2000, Arequipa
[ii] César Delgado Díaz del Olmo es autor de Garcilaso: Diálogo de los mundos (1994) y Hybris. Violencia y mestizaje (1997)
Estos Anales estaban destinados una improbable Enciclopedia de Arequipa que se publicaría en Europa el próximo año
Cesar Delgado Díaz del Olmo [ii]
Hay dos leyendas referidas al origen de la población y del nombre de Arequipa. Según la primera, uno de los reyes Incas, pasando por este valle con numerosos ejércitos pidieron a sus capitanes en nombre de muchos indios, que aficionados al país deseaban fundar aquí una población, que les diese licencia para fundar y quedarse aquí; y su Rey les respondió Are quepay. Esta bien, quedáos; ya esta devoción se le quedó el nombre al pueblo, que hoy llamamos Arequipa (Antonio de Calancha, Crónica moralizadora) .
Según la segunda, fue el Inca Mayta Capac quien, después de haber sujetado a su imperio la provincia de los Collaguas, hizo alto en el valle de Arequipa, y considerando la fertilidad del sitio, la templanza del aire, acordó pasar muchos indios de los que había conquistado, para poblar este valle. Y dándoles a entender la comodidad del sitio, el provecho que se les seguiría de poblar y gozar esta tierra, sacó más de tres mil casas y con ellos fundó cuatro o cinco pueblos, dejando en ellos Gobernadores. Esta es la versión del Inca Garcilaso. Respecto al significado del nombre de Arequipa, el cronista aventura el de «trompeta sonora" (Comentarios Reales I,III,IX). En la duda, Ventura Trabada y Córdoba, autor de El suelo de Arequipa convertido en cielo, resuelve: si allá la lira de Apolo edificó los muros de Troya, aquí la condescendencia del monarca pudo haber hecho las veces de trompa para dar principio a la fundación de Arequipa (Ventura Trabada y Córdoba, El suelo de Arequipa convertido en cielo).
Juntando ambas historias, Flora Tristán elabora su propia versión de la fundación mítica de Arequipa. Según ésta, el Inca Mayta Capac, soberano de la Ciudad del Sol, fue destronado y tuvo que huir por las cimas heladas de la cordillera acompañado por algunos de los suyos, hasta que al cuarto día, rendido de fatiga, muriendo de hambre y de sed, se detuvo al pie del Volcán. De repente, cediendo a una inspiración divina, Mayta plantó su dardo y exclamó: ¡Arequipa!, palabra que significa: Aquí me quedo... y en torno de su dardo, sobre los flancos de un volcán rodeado de desiertos por todos lados, los hombres agruparon sus habitaciones. (Flora Tristán, Peregrinaciones de una paria). Así, la escritora recrea el mito de fundación incaica, convirtiendo la barra de oro de Manco Capac en el dardo que el héroe fundador planta esta vez en tierra arequipeña, y dando al término Arequipa el significado más contundente de Aquí me quedo, que enuncia cierta predilección divina por este suelo.
Para los historiadores, sin embargo, Arequipa es más antigua de todo eso, porque cuando los Incas arribaron a estas tierras ya estaban construidas las primeras andenerías y los campos reverdecían bajo su eterno cielo azul. Entonces Arequipa albergaba numerosas colonias provenientes del valle del Colea, del Altiplano y del sur del Cusco, que convivían pacíficamente. En el medio de este «oasis multiétnico» se hallaban los habitantes autóctonos de Arequipa, los Yarabayas, que tenían su poblado principal en la ribera alta de San Lázaro. Cuenta una leyenda que antes del Inca Yupanqui hubo una terrible explosión volcánica, que acabó con todos los habitantes de! valle. Solamente sobrevivió un grupo de nativos yarabayas, que junto con sus mujeres e hijos habían ido al Cusco para cumplir con la mita que estaban obligados, y que al volver levantaron nuevamente sus viviendas, tambos, acequias y sementeras (Martín de Murúa. Historia del Origen y Genealogía Real de los Reyes Incas del Perú).
En cuanto al fundador mítico de Arequipa, si no fue Mayta. Capac, como sostienen todos los historiadores, el honor en todo caso correspondió a uno de sus descendientes del Ayllu Real del IV Inca, al que se le encomendó la conquista del Contisuyo, en el curso de la cual arribó al valle de Arequipa, posiblemente a mediados del siglo XV, estableciéndose en el poblado yarabaya de San Lázaro. Esto en razón de que eran tal vez los únicos habitantes asentados permanentemente en el valle, ya que los demás eran emigrantes y estaban atados no sólo económica y políticamente a sus comunidades madres, situadas a veces en lugares muy lejanos, sino también emotivamente, ya que allá se encontraban sus dioses Apus y sus antepasados. En este sentido podría decirse que e! valle de Arequipa esta.ba entonces deshabitado, ya que era tan poca la gente que tenía su corazón verdaderamente afincado en el lugar. Es el héroe fundador, entonces, quien le da vida comprometiendo para siempre el afecto de sus habitantes.
Notas.-
[i] Este documento, ha sido extraido de la revista Apóstrofe N° 1, es una revista universitaria de Investigación, su director es el señor Wilard Díaz, marzo 2000, Arequipa
[ii] César Delgado Díaz del Olmo es autor de Garcilaso: Diálogo de los mundos (1994) y Hybris. Violencia y mestizaje (1997)
Estos Anales estaban destinados una improbable Enciclopedia de Arequipa que se publicaría en Europa el próximo año
arequipeños ilustres - historias y leyendas
EODORO NÚÑEZ URETA
Su brillante trayectoria ha merecido el reconocimiento del Estado peruano, que lo condecoró con la Orden del Sol en el grado de gran cruz.
Pintor y escritor. Nació en Arequipa el primero de abril de 1914. Inició sus estudios en el colegio San Francisco y los concluyó en el Colegio Nacional de la Independencia Americana. Ingresó después a la Universidad de San Agustín, donde tomó parte en las protestas estudiantiles que se produjeron en oposición al régimen dictatorial que por aquella época se imponía en el país, por lo cual fue deportado a Chile en 1932. Al cabo de un año regresó a su ciudad natal y optó el doctorado en Filosofía y Letras, con una tesis sobre Lo grotesco y lo cómico del arte. Contaba ya con un bachillerato en Ciencias Naturales, al que había optado con una tesis sobre la herencia. Muy pronto inició su carrera docente, regentando las cátedras de Historia del Arte y Estética (1936-1950). Con el seudónimo de "Zontarín" colaboró en esa época con el diario El Sur. Ganó en 1943 el premio nacional de periodismo por su artículo "La abuela", de índole costumbrista.
Gracias a una beca de la fundación Guggenheim viajó ese mismo año a los Estados Unidos, con el propósito de estudiar las corrientes artísticas vigentes en ese país, experiencia que plasmó en el libro Academismo y arte moderno, publicado en 1945. En 1950 se estableció definitivamente en Lima, dedicándose exclusivamente a la pintura. A pesar de su formación autodidacta, llegó a dominar con notable maestría la técnica de la acuarela, la pintura al óleo y el arte del fresco, mostrando siempre una marcada preferencia por esta última modalidad. Ya había pintado algunos de ellos, muy notables, para instituciones arequipeñas como el Club Arequipa, el hotel de turistas y el colegio militar Francisco Bolognesi. En Lima pintó también un fresco para el ministerio de Hacienda, con el cual ganó en 1954 el premio nacional de pintura "Ignacio Merino".
Hizo otros murales para el ministerio de Educación Pública (1956), la municipalidad de Miraflores (1964) y el Panteón de los Próceres.
En 1973 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, cargo en el que estuvo por tres años, presidiendo después la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (1978-1980).
Su faceta de escritor se inició en 1975 con la publicación de Pintura contemporánea peruana, un estudio en dos volúmenes de la evolución de ese arte en el Perú republicano, con notas críticas y biográficas de los más importantes pintores. Al año siguiente publica Siqueiros, un amplio estudio del muralista mexicano, y en 1980 "La waytacha". La vida de la gente (1982) reproduce, de su autoría, 68 acuarelas y 35 dibujos, orientados a criticar tipos sociales y costumbres y cuya significación traza el pintor arequipeño en ágiles glosas. Núñez Ureta ha presidido importantes delegaciones culturales en Chile, Estados Unidos y Bulgaria a donde asistió, en 1980, invitado por la Unesco y el gobierno de Sofía, para ser condecorado por los círculos de escritores y de artistas plásticos de ese país. Ha recibido también varios premios y galardones: su tierra natal lo declaró "Hijo Predilecto", otorgándole la medalla de oro de la ciudad de Arequipa, y en la capital se le concedió la medalla cívica de la ciudad de Lima (1985). Su brillante trayectoria ha merecido el reconocimiento del Estado peruano, que lo ha condecorado con la medalla del Congreso en el grado de comendador (1988) y las palmas magisteriales en el grado de amauta (1988).
Teodoro Núñez Ureta falleció en Lima el 28 de mayo de 1988. /
JORGE VINATEA REINOSO (1900 - 1931).
Cuando Vinatea Reinoso hizo su primera muestra personal, en 1926, era ya un artista cuajado.
Nació en Arequipa el 22 de abril de 1900. Sus estudios secundarios los realizó en el Colegio Nacional de la Independencia Americana. Antes de concluirlos ya se había iniciado en el arte de manera autodidacta y era conocido por sus agudas caricaturas de conocidos personajes arequipeños. En 1918 viajó a Lima y al año siguiente expuso sus caricaturas ante el público limeño con un éxito rotundo, siendo considerado de inmediato como un caricaturista consumado a la edad de 19 años. Ese mismo año inició sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, cuando ejercía la dirección Daniel Hernández y enseñaba escultura el maestro español Manuel Piqueras Cotolí. Si bien formó parte de una corriente indigenista, en realidad su obra transformó la tradición pictórica peruana. Si su obsesión fue la variedad cromática, sus trazos se diluyeron para dar formas y volúmenes a través del color.
A esta influencia básica hay que sumarle el "indigenismo" de José Sabogal y otras influencias menores. En 1924 Vinatea Reinoso egresó de la Escuela de Bellas Artes, con la primera promoción, pero siguió frecuentando sus aulas como profesor de Dibujo y Pintura. Su estrecha situación económica lo obligó a alternar el ejercicio de la docencia con el trabajo de ilustrador de artículos y caricaturista en la revista Mundial; todo esto sin descuidar la práctica de su tarea mayor: la pintura, a la cual dedicó sus mayores energías. Cuando Vinatea Reinoso hizo su primera muestra personal, en 1926, era ya un artista cuajado, cuyo original estilo se alejaba del "indigenismo" de Sabogal, con quien compartía la vocación por el tema autóctono, y se acercaba más bien a los logros alcanzados años atrás por los "posimpresionistas" y "fauvistas" franceses, a quienes el joven pintor jamás conoció, ni personalmente ni a través de referencias, ya que por entonces eran ignorados en Lima. En 1927 viajó al sur, época de la cual data la mayoría de sus cuadros con motivos aldeanos de Cuzco y Puno. También pintó escenas urbanas de la Lima de aquel entonces y algunas vistas exteriores e interiores de las iglesias limeñas. Desafortunadamente, esta tarea singular quedó trunca ya que el artista murió víctima de la tuberculosis, a la temprana edad de 31 años (1931), luego de haber hecho frecuentes viajes a Arequipa en busca de mejoría. Sin embargo, su obra le sobrevive y es una de las más importantes del presente siglo. /
MARIANO EDUARDO DE RIVERO Y USTARIZ
Es el principal artífice de nuestra minería, arqueología, cartografía, litografía y por supuesto de la química del siglo pasado.
Por: Valmore E. Masías. Aqp.
Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz nació en Arequipa, el 12 de octubre de 1798, viajando a muy temprana edad a Londres, donde cursa estudios en la escuela de Dowling, en Highgate. Terminados sus estudios viaja a París donde se matricula en la Escuela de Minas. Pronto se hace conocer por su dedicación y habilidad, a tal punto que Von Humbolt le aconseja continuar sus estudios en la famosa Escuela de Minas de Freiberg, en Alemania. En ese país De Rivero inicia su trayectoria científica, la que basa el conocimiento mineralógico, agrícola o arqueológico, en el análisis químico, como un método certero para contrastar las hipótesis, e incluso teorías. Así es como contradice al Profesor Breithaupt, eminente mineralogista, que había anunciado el descubrimiento de una nueva sustancia, a la que denominó Melato de Hierro. De Rivero regresa a París, donde, después de minuciosos análisis demuestra que la sustancia de Breithaupt es el oxalato de hierro.
Patrocinado por Hauy, el creador de la cristalografía, presenta una memoria a la Academia de Ciencias de París, la que sustenta en la sesión del 8 de octubre de 1821, bajo la mirada escéptica de muchos hombres de ciencia consagrados. Luego de severas comprobaciones, la Academia aprueba el planteamiento de De Rivero, aceptándolo en su seno en la sesión del 5 de noviembre del mismo año. Lo extraordinario de este trabajo, estriba en el hecho de que por primera vez en la Historia de la Química Mundial, se había establecido la existencia de sales organo-metálicas, hecho cuya trascendencia es obvia.
Ya en América De Rivero viaja incansablemente a través de los territorios de Venezuela, Colombia y Ecuador, donde sus tablas barométricas, sus cuadros de temperaturas medias, sus estudios mineralógicos y de fitoquímica, geología y crenología, dejan huellas profundas en esos países. En Venezuela funda la primera Escuela de Minas y envía constantemente comunicados a la Academia de Ciencias de París, que los publica en su totalidad en sus "Anales de Física y Química".
En 1826 llega al Perú, llevando una carta de recomendación de Bolívar para el General La Mar, en ese entonces Presidente de la República, que entre otras cosas dice: "...el señor Mariano de Rivero, honor del Perú, tiene un corazón tan hermoso, como su genio. Sabe tanto, como ama lo bueno y lo bello. Nada le queda que desear, sino trabajo útil a la Patria.".
El Gobierno Peruano, reconociendo sus méritos - cosa que ya no se estila - lo nombra Director General de Minería, Agricultura, Instrucción Pública y Museos. Su labor define toda la ciencia de los albores de la República y gravita con singular eficacia en las siguientes generaciones. Viaja en condiciones harto difíciles a Cerro de Pasco, donde pone en marcha las minas abandonadas, con unos recursos limitadísimos. Sus hazañas técnicas se hacen cosa de todos los días y ya no llaman la atención. Crea nuevos procedimientos metalúrgicos, señala la importancia de los estudios químicos para el desarrollo de la mineralogía. Introduce la Química en los estudios arqueológicos, publicando con Tschudi, años mas tarde su famoso libro "Antigüedades Peruanas" (Bruselas, 1951), que es un documento fundamental para el conocimiento de nuestro pasado prehispánico.
Su libro, "Memoria de Ciencias Naturales", constituye la piedra angular de los estudios científicos iniciales en el Perú. Publica la primera revista de química de Sudamérica y edita dos libros sobre sus trabajos en Colombia, Perú y Chile, con minuciosa profusión de mapas geológicos, geográficos y topográficos.
Determina químicamente las cualidades fertilizantes del guano y del salitre, señalando su uso para reactivar la desfalleciente agricultura europea de mediados del siglo XIX.
Es el principal artífice de nuestra minería, arqueología, cartografía, litografía y por supuesto de la química del siglo pasado. Fue ágil y enterado periodista, funcionario público, probo e incansable. Diputado y diplomático, pero ante todo fue un hombre de ciencia muñido de una intensa luz interior.
Como es natural en este país, fue perseguido políticamente y se vio obligado a desterrarse en Chile, donde trabajó en beneficio de la ciencia y tecnología de ese país, pero con la mirada puesta en el Perú, no tardando en regresar para radicarse en Arequipa, su tierra natal. Aquí se aboca al estudio de las aguas termales, ampliando luego sus estudios a Puno. Estudia y señala los medios adecuados para el uso del suelo arable, y la ampliación de las tierras de cultivo, así como de los productos derivados de la industria agropecuaria. También participó en los primeros proyectos de represas y embalses para irrigaciones.
Ya maduro contrajo matrimonio con doña Águeda Pacheco de Sales, con quién tuvo cuatro hijos, dos varones que fallecieron y dos niñas. Pasado el acoso político, fue nombrado Cónsul del Perú en Bélgica. En Europa, coordinó la actividad diplomática, con continuas visitas y colaboraciones con las Sociedades científicas europeas.
Sus continuos viajes y una cierta estrechez económica debilitan su salud, cayendo enfermo y falleciendo en París el 6 de noviembre de 1868, a la edad de 70 años.
Muchos años después y tras laboriosas e interminables gestiones, su viuda recibió una pensión de nueve pesos mensuales, única retribución que recibía la familia de uno de los arequipeños mas ilustres de nuestra historia. /
CARLOS BACA FLOR, (1867 - 1941)
El artista se somete a un proceso de aprendizaje académico duro y difícil, el cual puede seguirse a través de la evolución de los desnudos.
Pintor. Sobre su lugar y fecha de nacimiento hay diferentes versiones, siendo la más aceptada la de ser oriundo del puerto de Islay (Arequipa) en 1867. Otros estudiosos lo hacen tres años más viejo y citan Camaná como su tierra natal.
La identidad de sus padres es también materia de investigación, aunque se sabe que su madre era huanuqueña y su padre un jornalero boliviano. A la muerte de éste, Baca Flor se traslada junto con su madre y su hermana Mercedes a Santiago de Chile, donde fijan su residencia. Bajo la tutela del profesor Zenón Meza realiza sus estudios en el Instituto Nacional de esta ciudad hasta 1882, ingresando luego a la Academia de Bellas Artes de Santiago, en donde tiene como maestros al italiano Giovanni Mochi y al chileno Cosme San Martín. Gracias a sus méritos artísticos se hace acreedor en 1886 al premio "Roma", consistente en una subvención para estudiar y vivir en dicha ciudad por un período de tres años, aunque la condición para hacerla efectiva era aceptar la nacionalidad chilena. Baca Flor -a pesar de su precaria condición económica- prefiere declinar la beca, ante lo cual el entonces presidente del Perú, general Andrés Avelino Cáceres, lo manda llamar a Lima y le concede una gracia similar a la que había renunciado. Ello le permite dedicarse a su arte y esporádicamente a la docencia en Lima, donde permanece de 1887 a 1890. En ese lapso pinta algunos retratos de personajes distinguidos como Scipión Llona y Antonia Moreno de Cáceres. En 1890 obtiene finalmente una pensión del gobierno para estudiar en Europa, a donde parte previa escala en Chile para visitar a su madre. Arriba a París el 7 de junio de dicho año, aprovechando su estancia para visitar museos y exposiciones. Pasa luego a Roma, donde se somete a un riguroso examen de admisión a la Real Academia de Bellas Artes. Aquí tiene ocasión de perfeccionar su talento artístico, siendo discípulo del pintor español Francisco Pajilla. La Ciudad Eterna, cargada de arte y cultura, deslumbra por cierto a Carlos Baca Flor. El artista se somete a un proceso de aprendizaje académico duro y difícil, el cual puede seguirse a través de la evolución de los desnudos que realizó por esos años y de las cartas personales que dirigió a su amigo Scipión Llona, en Lima.
Regresa a París en 1893 y se matricula en la Academia Julian, dirigida por Jean-Paul Laurens y Benjamin Constant; entra con tan buena estrella que obtiene once medallas de primera clase. Posteriormente recorre el sur de Italia, y principalmente la isla de Sicilia, donde capta escenas de costumbres y tipos populares. La vida nocturna de París le atrae de modo acentuado, como se deja notar en sus cuadros de sorprendente modernismo postimpresionista (al cual no volverá después), vinculado con la técnica de Vuillard. Al mismo tiempo se perfecciona en el retrato y cosecha buen lote de admiradores. En 1907, a raíz de su participación en el Salón de Artistas de Francia, llama la atención del millonario norteamericano John Pierpont Morgan, quien lo invita a Nueva York, en donde en poco tiempo se convierte en el retratista favorito de la alta sociedad. Crecen tanto su fama y su prestigio que le permiten alquilar un taller en Manhattan, el que lamentablemente es afectado por un incendio en 1914, siniestro en el que el artista pierde un apreciable número de sus obras, bocetos y libros de arte. Entre sus obras se encuentra media docena de retratos de John Pierpont Morgan, junto con los retratos de personajes célebres como los cardenales Bonzano y Eugenio Pacelli (futuro Papa Pío XII), el presidente de la Bolsa neoyorquina W.B. Dickerman y los banqueros George Baker y E.L. Marston.
En Irlanda en 1938 pinta al presidente Eamon de Valera. Su mayor esfuerzo se concentra en captar con su pincel fielmente la realidad, dejando traslucir el carácter moral de los personajes que retrata. Baca Flor fue incorporado en 1926 al Instituto de Francia, como miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes (sección Pintura). Con ello volvió definitivamente a París -ciudad que no había dejado de visitar- y, hallándose en la cumbre de la fama, ocupó en Neuilly el estudio que había pertenecido a Puvis de Chavannes. A su muerte, ocurrida el 20 de febrero de 1941, todas sus posesiones pasan a poder de Marie-Louise Faivre y Olimpia Arias, la una francesa y la otra española, que se habían desempeñado como sus secretarias. El traspaso de sus bienes se amparó en un documento suscrito seis años antes en Nueva York, que se presume habría sido una seudoventa hecha por el pintor en reconocimiento a la dedicación que estas mujeres le prestaron en sus últimos años.
De todas formas, muchas de sus pinturas pasaron luego a manos del gobierno peruano, que las empleó para formar la colección inicial de pintura contemporánea del Museo de Arte de Lima. Además de los retratos que le dieron amplia fama, dejó cuadros de escenas religiosas, calles francesas y hermosos paisajes de Europa y Norteamérica. /
ALEJANDRO MÁLAGA MEDINA.
Fue además Co-autor del importante libro "Historia General de Arequipa", de la Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Arequipa 1990.
Fuentes:
Historia General de Arequipa (1).
Historiador: Edgar Chalco Pacheco (2).
(1) Nació en Socabaya, Arequipa el 26 de abril de 1935, aunque vivió desde su infancia en Yarabamba. Hijo de Eliseo Málaga Rodríguez y de María Medina Gutiérrez. Estudió en la Escuela 969, en el Seminario Menor San Pedro, revalidando su instrucción en el colegio de la Independencia Americana. Estudió asimismo en el Seminario San Jerónimo. Se casó con Gabriela Núñez Zeballos en 1965. Se recibió como Bachiller en Letras, Doctor en Historia en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa; Archivista con estudios en la Escuela Nacional de Documentalistas de Madrid, España. Catedrático Principal a dedicación exclusiva en la UNSA y profesor de historia. Fue jefe del departamento académico de Historia en dos períodos, Director de la Escuela de Historia y Vice-Rector Académico.
Perteneció a numerosas instituciones como Miembro Correspondiente del Centro de Estudios Históricos de Tucumán, Argentina y del Consejo Internacional de Archivos (CIA); Miembro del Instituto de Cultura Hispánica; de la Asociación Latinoamericana de Paleógrafos; de la Academia Peruana de la Historia; de la Sociedad Peruana de la Historia; del Instituto de Estudios Históricos Marítimos del Perú; de la Asociación Peruana de Archiveros; de la Sociedad Bolivariana del Perú; del Instituto San Martiniano del Perú; del Instituto Ramón Castilla y del Instituto Peruano de Historia Eclesiástica.
Malaga publicó numerosos libros como: "Reducciones Toledanas en Arequipa", Arequipa 1989; "Arequipa, Estudios Históricos", 3 tomos, Arequipa 1982-1985 y 1987; "El Valle del Colca. Cinco Siglos de Arquitectura y Urbanismo" (Co-autor), Argentina 1986; "Andenes y Camellones en el Perú Andino" (Co-autor), Lima 1986; "Pueblos de Indios en América (Co-autor), Madrid, en prensa; "La tasa de Toledo", (Co-autor), Lima 1975; "Visita General del Perú por el Virrey Don Francisco de Toledo", Arequipa 1974 y "Fuentes Documentales para la Historia de Arequipa", 2 tomos, Arequipa 1975 y 1978. También los folletos: "Historia General del Perú", Arequipa 1969; "Índice de los Manuscritos Arequipeños, existentes en el ", "Archivo General de la Nación", Arequipa 1972; "Archivos Arequipeños", Arequipa 1982, 85 y 86. Fue además Co-autor del importante libro "Historia General de Arequipa", de la Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Arequipa 1990.
Fue becado por la UNSA en 1960-61 para especialización en Paleografía y Archivista en la ciudad de Lima; por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Instituto de Cultura Hispánica en 1969 y 1976, para realizar investigación Histórica en Archivos Españoles y Especialización en Archivística; por la Fundación Ford, para Investigación Histórica, 1974; de Intercambio Cultural Peruano-Alemán en 1985; en 1989 el mismo Instituto lo beca para Investigación Histórica en España y el Vaticano.
Ganó el Primer Puesto en el Concurso Histórico de la Fundación "Manuel J. Bustamante de la Fuente", 1971; y del Concurso Periodístico U. Neisser en 1979. Medalla de Oro de la ciudad en 1986.
Fue Miembro del Consejo Asesor del Episcopado Peruano y Fundador de la revista "HISTORIA", de la UNSA, además de participante y organizador de certámenes científicos nacionales y extranjeros.
Condecorado con las Palmas Magisteriales en 1994. En 1995 fue declarado Profesor Emérito de la Universidad Nacional de San Agustín.
(2) Ocurrido el fallecimiento del Dr. Alejandro Málaga Medina (22 de diciembre de 1995), fue un noticia que conmovió a un buen número de pobladores de la ciudad de Arequipa, el velatorio se realizó en el Paraninfo Arequipa, de la Universidad Nacional de San Agustín, de donde sus restos los condujeron a la Catedral para la misa de cuerpo presente en la mañana, el doblar de las campanas acompañaban al paso lento de quienes conducían la féretro, en la Catedral se encendió la lámpara gigantesca, (Araña), que solamente ocurre para personajes importantes de la ciudad, la misa la celebró Monseñor Fernando Ruiz de Somocursio, con la presencia del Prefecto y autoridades de la ciudad, ya para el medio día los restos lo llevaron para el Cementerio Jardín de Arequipa, la fila de ómnibus de la Universidad, los carros particulares, era interminable.
En el Cementerio se dieron discursos fúnebres de despedida a tan insigne personaje, entre uno de ellos fue el del Dr. Manuel Zeballos Vera, ex Rector de la Casa Agustina, haciendo una remembranza de los momentos que trabajaron juntos, y la gran pérdida que significa para nosotros.
Los restos de Alejandro Málaga fueron depositados en un nicho de los pabellones, del Cementerio "Jardín de Arequipa, hoy descansa en un mausoleo familiar.
El año 1999, por el día del Aniversario de la Escuela de Historia de la UNSA. Conjuntamente con los alumnos se hizo una romería al cementerio recordando a tan ilustre maestro agustino. A la fecha,
en el Museo Municipal de Arequipa, en ceremonia especial, ya fue incorporada la imagen de Alejandro Málaga Medina, en la galería de Arequipeños Ilustres. /
JULIO MÁLAGA GRENET (1886-1963)
Julio Málaga Grenet fue un liberal. Su intransigencia con los gobernantes era tan absoluta que hizo de su vida una blasfemia y de su desprecio una religión.
Por: Oscar Luna.
Nació en Arequipa el 25 de febrero de 1886, estudió educación primaria en el Colegio de San Francisco de Arequipa, donde destaca como eximio dibujante. A los 17 años envió algunos dibujos de género (ilustraciones) al semanario Actualidades, y fueron tan celebrados que el director le ofreció trabajo permanente. En 1903 publica sus primeras caricaturas en la revista Actualidades y en esa misma época colabora en el semanario Ilustración Peruana. Entre 1906 y 1907 compartió con Leonidas Yerovi la dirección artística de la revista Monos y Monadas. En 1909 llega a ser director artístico de Variedades y Gil Blas. La clausura impuesta al semanario Figaro por la mordacidad de una caricatura suya, lo indujo a dejar el país y es así que en 1910 viajó a Buenos Aires y en esa ciudad publica sus caricaturas en Caras y Caretas notable semanario de actualidad, donde rápidamente logró 81 imponerse como el primer dibujante del momento en esa ciudad, por lo cual se le confió la dirección artística. También colabora en Plus Ultra, El Hogar y Mundo Argentino, Ultima Hora, La Razón, Giornale d'Italia y Crítica (donde usó el seudónimo Faber); y desde allí participó en Les Annales, La Flambeau y Le Matin de París, donde ganó prestigio internacional.
Requerido para contribuir en la edición del diario El Perú, en 1916 regresa a Lima, y también por esa fecha animó las páginas de Excelsior y Don Lunes. Reconocido su prestigio, sus obras son expuestas en los mejores Salones de Lima y Buenos Aires, por lo que en 1921 fue nombrado director artístico del suplemento literario del diario La Nación de Buenos Aires. Decide viajar a Nueva York, en 1923 y buscar fortuna con sus caricaturas y dibujos periodísticos, diseños de modas, afiches comerciales o retratos. Satisfizo así su propósito de asociar el triunfo artístico y el éxito económico. Allí fue requerido en Herald Tribuno, Haspers Bazar, Good Hose Keeping, Ladies Home Journal, Cosmopolitan y otras publicaciones. Málaga Grenet es de los pocos artistas en este género que cosechó éxitos a través de su pluma, elegante y sutil. Decide viajar a Europa en 1930, llegando primero a la ciudad de Madrid, para luego trasladarse a Portugal y París, lugares en los que ratificó su prestigio como dibujante gráfico. En 1935 retorna a Lima, integrándose a las revistas Excelsior y Cultura Peruana y un año después viajó a Buenos Aires para trabajar en El Sol. También colaboró en el diario La Crónica en el año 1942. Fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes en 1943, para enseñar el arte del afiche. De 1950 a 1956 trabajó como subdirector de la mencionada escuela, reafirmando la acogida que tenía en las artes plásticas. Su estilo llegó a ser inconfundible: limpio y seguro, sin detalles inútiles, mordaz y a veces cruel en la expresión de sus personajes. Existe un aspecto importante de nuestro caricaturista que es necesario conocer. En una ocasión, el ex diputado aprista Nicanor Mujica Álvarez Calderón comentó lo siguiente "Málaga Grenet tenía una característica singular para caricaturizar. Nunca tomaba apuntes de las personas que se colocaban en actitud de pose. Prefería conversar con ellas, extraer de un cambio de ideas vivo e irónica, los gestos principales del personaje que luego en serena soledad de su estudio trazaba las geniales líneas faciales".
Julio Málaga Grenet fue un liberal. Su intransigencia con los gobernantes era tan absoluta que hizo de su vida una blasfemia y de su desprecio una religión. Pero no era una blasfemia de creyente religioso sino que fue un caricaturista rebelde que luchó contra las injusticias. En uno de sus comentarios, el escritor Hernán Velarde dijo que "Málaga Grenet era el descontento general condensado en un hombre". Desde nuestro punto de vista Julio Málaga Grenet fue el más grande caricaturista nacido en el Perú. Diseñó miles de caricaturas con un talento inconfundible. Dibujó a sus personajes con una creatividad artística sobresaliente. Un hombre dedicado a su vocación de dibujante, autodidacta que encontró su propio desarrolló a través del incesante trabajo en la gráfica. Julio Málaga Grenet murió en Lima el 31 de enero de 1963. En su homenaje póstumo, Ugarte Eléspuru refirió "que lo apreciaba más como periodista que como pintor, pero dada su capacidad para registrar las cualidades humanas destacaba dentro de su oficio". (Cultura Peruana. Enero/Abril 1963, Lima).
No obstante lo afirmado por el autor de la nota, sus obras han pasado a ser de propiedad pública y son parte del espíritu objetivo de la nación, de su herencia colectiva. En cuanto narrador oficial, nos expone una realidad subjetivamente vivida, sufrida, experimentada, y no reexperimentada en la imaginación sino en los asuntos que conciernen al grupo al que un hombre pertenece, ya sea una nación, una clase o la humanidad. El verdadero legado de Málaga Grenet se basa en los acontecimientos históricos trasladados al ámbito de las artes aplicadas cuyos relatos gráficos con contenido social y político están expresados estéticamente. /
VICTOR N. BENAVENTE FLORES
Premiado por el Consejo Municipal de Arequipa con medalla de oro y pergamino por "la Historia Sintética de Arequipa", con motivo del cuarto centenario de la fundación.
Por: Rafael Mercado y Víctor Castillo.
Víctor N. Benavente Flores, nació en Arequipa un 28 de julio de 1904, sus padres fueron Roberto Benavente del Carpio y Beatriz Flores, fue el segundo de 8 hermanos; cursó estudios en los colegios San Jerónimo y el Colegio Nacional de la Independencia Americana, se graduó como Bachiller de la Facultad de filosofía y letras de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y como abogado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1929.
Ejerció la abogacía a través de una interesante ejecutoria, también se desempeño como Juez Suplente de Arequipa en 1940, mas tarde, como Defensor de Oficio de la Zona Policial de Arequipa.
El periodismo también fue su ocupación cotidiana y escribió permanentemente sobre acontecimientos sociales en las páginas de los diarios el Deber y el Pueblo. Era aficionado a redactar asimismo sobre temas de tauromaquia bajo el pseudónimo de Don Tacredo. Colaboró en publicaciones tan afamadas como La Revista Mundial, que se editaba semanalmente en Lima, con artículos como "La Catedral de Arequipa a través de la Evolución Histórica de su Pueblo", donde Víctor N. demostraba, además, su minucioso trabajo de historiador.
Las aulas no fueron ajenas a él, trabajó como profesor de historia del Colegio Mercedario San Pedro Pascual, además fue muy querido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por ser uno de los gestores de su arribo a la ciudad de Arequipa, para la fundación de la Escuela Normal, que posteriormente se convertiría en el Colegio de la Salle.
Hoy a más de cien años de su nacimiento debemos señalar que su corta pero fecunda vida, estuvo caracterizada por su romanticismo, catolicismo practicante y sobre todo su amor a las tradiciones de Arequipa.
Admirado por la comunidad arequipeña al poseer cualidades de líder. Una memoria impresionante, sumándose a sus dotes de orador y una poderosa voz, le valió el apelativo de "Pico de Oro".
Víctor N. Intelectual múltiple e inquieto, se dedicó a la dirigencia institucional y a la vida política, convirtiéndose en uno de los parlamentarios más jóvenes de la historia peruana; con tan solo 26 años fue diputado por la Provincia de Tahuamanu, perteneciente al Departamento de Madre de Dios.
Premiado por el Consejo Municipal de Arequipa con medalla de oro y pergamino por el trabajo "la Historia Sintética de Arequipa", con motivo del cuarto centenario de la fundación de dicha ciudad.
LA HISTORIA SINTÉTICA DE AREQUIPA
El año de 1940 era particularmente importante para Arequipa, era alcalde de la ciudad Julio Ernesto Portugal y se conmemoraba el cuarto centenario de la fundación española. Dice nuestra ciudad que este alcalde es sin duda el más reconocido en todo el siglo XX, tanto por sus obras materiales como culturales.
A Julio Ernesto Portugal se debe la convocatoria a un concurso muy sui generis, debía abordarse de modo muy sintético la historia de la ciudad de Arequipa. Las bases demandaban escribir un trabajo histórico sobre la ciudad blanca en tan solo cien páginas en papel, porte oficio a renglón abierto. A tal empresa se consagró Víctor N. Noche tras noche con encomiable perseverancia y el apoyo de un asistente.
Tres fueron los trabajos finalistas, incluyendo el del joven Benavente, bajo el pseudónimo de bachiller Cantalapiedra. No sólo las bases eran exigentes sino también el jurado de polendas, integrado por Santiago Martínez, Manuel Suárez Polar y el Tribuno Francisco Mostajo, quienes luego de deliberar se inclinaron por la obra de nuestro personaje, por dos votos contra uno, de Mostajo, precisamente.
Respecto al voto discrepante de Mostajo, los críticos aseveran que él desplegaba su ego contra figuras jóvenes y emergentes como era el caso de Benavente.
En la primera edición del Diccionario Biográfico del Perú 1943-1944 aparece su nombre y trayectoria y cuando ya todo hacía prever un futuro más que destacado, la muerte lo sorprende, nos sorprende a todos.
LA MUERTE DEL ROMÁNTICO AMANTE DE AREQUIPA
El 4 de octubre de 1944 el gran Víctor N. participó de un ágape ofrecido por la orden franciscana por el día del Santo de Asís, allí almorzó como obispo y se retiró a la corte para una audiencia en defensa de un cliente, era tarde y mientras sustentaba sus alegatos, cayó al suelo víctima de un derrame cerebral, del que no pudo recuperarse; feneciendo el 8 de octubre tras cuatro largos días de agonía.
Fue uno de los entierros más apoteósicos y tristes que vio Arequipa, crespones negros en las puertas arequipeñas. Por la plaza de armas fue paseado, las banderas se izaron a media hasta y al compás de la Marcha de Moran y en caravana fue llevado hasta el cementerio de la Apacheta, es allí donde descansan los restos del último romántico amante de Arequipa, que el beso frió de la muerte se llevó joven y seguramente con un porvenir brillante y gigante como el Misti.
(Nota del editor). He tenido la oportunidad de leer La Historia Sintética de Arequipa y la verdad es que se trata de un muy buen trabajo histórico que es necesario volver a editar para deleite de las nuevas generaciones. Ojala alguna institución cultural pública o privada se ocupen en recuperar un material tan importante para nuestra ciudad. /
HIPÓLITO SÁNCHEZ TRUJILLO
La obra de este sabio arequipeño mereció el reconocimiento de diversas sociedades científicas del país y del extranjero que lo honraron nombrándolo socio correspondiente.
Fuente: Escuela Virtual Backus. (Enviado por uno colaborador V.M.).
La ciencia de la Astronomía y el estudio de los fenómenos estelares han logrado un avance increíble y hoy es posible predecir con extrema exactitud eclipses y otros eventos astronómicos. Sin embargo, los cálculos matemáticos de un arequipeño del siglo XIX se anticiparon en mucho al actual conocimiento de la mecánica celeste. Este hombre sabio que, también, sobresalió en el campo del derecho y el periodismo fue Hipólito Sánchez Trujillo.
Nació el 12 de agosto de 1818 en el hogar de don Vicente Sánchez Trujillo y doña Isidora Fernández Martínez en la casa Nº 111 de la calle Sucre, en el centro de Arequipa. Cursó estudios escolares en el Colegio de la Independencia Americana y los superiores de Derecho Natural, Internacional, Civil y Canónico en el Colegio de la Merced, ingresando luego a la Universidad Nacional de San Agustín, dónde convalidó sus estudios de Jurisprudencia y se graduó recibiéndose de abogado en 1844.
Sin embargo el aspecto fundamental del aporte de Hipólito Sánchez Trujillo y para valorar la importancia e impacto que tuvo éste en el mundo científico de la época, hemos de remitirnos a su obra "Efemérides Astronómicas del Sol y de la Luna", que publicó en 1857. En ella están calculados con asombrosa exactitud los eclipses de Sol y de Luna que habrían de producirse del año 1856 hasta el año 2000. Las horas de inicio y fin del fenómeno están calculadas para las coordenadas de Arequipa. ¿Cómo se explica que en el siglo XIX, un arequipeño con solo unos cálculos y observaciones haya logrado tal hazaña científica? ¿Más aún, considerando que había elegido como profesión la de abogado?
Como hombre de leyes prestó servicios por espacio de 44 años a Poder Judicial, llegando a ser presidente de la Corte Superior de Justicia en varios periodos. Por privilegio exclusivo del Estado, publicó el "Formulario para los Jueces de Paz". En 1863 fue elegido Senador Suplente por el Departamento de Arequipa. Cuando en 1871 vino el Presidente Balta a inaugurar el ferrocarril Arequipa-Mollendo, fue recibido por Hipólito Sánchez Trujillo, quién presidía la Comisión nombrada por el Prefecto para la ocasión. Como abogado defendió siempre gratuitamente a los pobres. La fructífera vida de Hipólito Sánchez Trujillo abarcó, también, el campo de la Educación; fue profesor de Mecánica, Física, Astronomía y Matemáticas del Colegio de la Independencia Americana, publicando el texto "Prontuario del Sistema Métrico Decimal". En agosto de 1866, fue nombrado Rector y desde ese cargo redactó un reglamento de importantísimo alcance pedagógico.
También se desempeñó en el periodismo. Cuando el General Ramón Castilla sitió Arequipa en 1858, Hipólito Sánchez Trujillo publica su periódico "Vencer o Morir", donde manifiesta su valiente opinión. Lo mismo haría durante la Guerra con Chile. Además fue redactor, enérgico y patriótico de "La Razón" y de "La Bolsa".
La obra de este sabio arequipeño mereció el reconocimiento de diversas sociedades científicas del país y del extranjero que lo honraron nombrándolo socio correspondiente. Pero fue en 1868 cuando su fama alcanzó el aplauso mundial. El 13 de agosto de ese año, un terremoto sacudió Arequipa dejándola en ruinas. Las autoridades de la ciudad acudieron a Hipólito Sánchez Trujillo para que explicara, en base a sus conocimientos científicos, las causas del terremoto, y lo que más les interesaba, si se repetiría y en que condiciones. Hipólito Sánchez Trujillo tuvo la audacia y valentía de refutar al reconocido sabio alemán Rodolfo Falke, en su teoría predictiva de terremotos, demostrando que estaba equivocado. Lo que provocó una controversia internacional, de la que salió vencedor el sabio arequipeño.
Este trabajo junto con su estudio astronómico le valió el reconocimiento mundial, habiendo sido nombrado, en mérito a su aporte científico, Socio Correspondiente de varias Sociedades Científicas de Europa y América,
En medio de la estima y el respeto de todos sus conciudadanos Hipólito Sánchez Trujillo, falleció el 8 de junio de 1893, a la edad de 75 años. /
VENTURA TRAVADA Y CÓRDOVA.
Tomando como pretexto la inauguración del Monasterio de Santa Rosa en 1747, el padre Travada quiso "copiar en un solo rasgo la hermosura" de su ciudad.
Jorge Basadre llama al presbítero Ventura Travada y Córdova "memorialista venerable", y Raúl Porras dice que tiene para la historia de Arequipa "el mismo valor que Cobo y Montalvo para la de Lima". Eusebio Quiroz paz Soldán, por su parte, lo califica de "uno de los monumentos de la historiografía inicial arequipeña." (1) Mostajo opina que "su prosa es perlada, poética y gongorina". Pablo Nicoli nos dice que "Travada y Córdova es el iniciador del género fantástico en la región y uno de los primeros en el Perú".
Por César Sánchez Martínez.
EL PRIMER HISTORIADOR AREQUIPEÑO: "EN EL CIELO DE TRAVADA"
Hace doscientos cincuenta y un años, el 18 de abril de 1758, el vicario Pedro Murillo sepultaba en la Iglesia de la Recoleta a un cura rural "con derechos sencillos, porque murió como pobre"; escribió en la partida de entierro. El difunto era Buenaventura Fernández de Córdova y Peredo, párroco durante mucho tiempo de Salamanca, y otros pueblos de la sierra arequipeña. Considerado por Francisco Mostajo como el mejor poeta en prosa de esta tierra por su libro El Suelo de Arequipa convertido en Cielo, obra que el clérigo compuso en 1752 con el nombre de pluma con el que ha pasado a la historia: Ventura Travada y Córdova.
Había nacido el 14 de julio de 1695 en esta ciudad, hijo de don Juan Fernández de Córdova, natural de Locumba y de la arequipeña doña Francisca de Peredo; años después adoptaría como nombre de pluma el apellido de su padrino de bautizo, Antonio de Travada. Destinado desde su juventud al clero, sirvió como sacerdote en Camaná, Cabanaconde, Lari, Salamanca y Pocsi, transcurriendo su vida como la de cualquier cura de campo dieciochesco alejado de la corte episcopal, pero en su caso particular entregado a la lectura, especialmente de escritores menores de la antigüedad cristiana y de filósofos como Platón y Pitágoras.
Ese acervo clásico le serviría para redactar el voluminoso manuscrito que viera luz un día de 1752, con el largo título de El Suelo de Arequipa Convertido en Cielo En El Estreno del Religioso Monasterio de Santa Rosa de Santa Maria que fundó EL Ilmo. Señor Dr. Dn. JVAN BRAVO DE RIVERO DEL CONSEJO DE SU MAGESTAD DIGNISSIMO OBISPO DE AREQUIPA, por el Doctor Don Ventura Trabada.
Tomando como pretexto la inauguración del Monasterio de Santa Rosa en 1747, el padre Travada quiso "copiar en un solo rasgo la hermosura" de su ciudad natal; empezando por describir su Suelo, exponiendo "su primera fundación gentílica", los "crueles insultos" (terremotos y erupciones volcánicas) que han afectado a la ciudad, "su fundación cristiana y sus blasones, tocará la pluma las heroicas lealtades que han hecho uno y otro sexo", así como otras cosas interesantes con respecto al orden temporal de Arequipa; luego se ocupará de su Cielo, representado por la segunda parte del manuscrito, dedicada a la historia eclesiástica de la diócesis y sus obispos y la exaltación celeste de la Iglesia de Arequipa, donde cada orden religiosa y cada iglesia representa un Signo del Zodíaco.
En este punto las referencias a la mitología clásica y las elaboradas construcciones retóricas se hacen bastante copiosas, demostrando la erudición y talento del cura de Pocsi para la composición literaria barroca. La última parte corresponde al estreno del Monasterio de Santa Rosa, precedido de un preámbulo donde el clérigo exhibe su erudición mitológica a propósito del viejo nombre arquetípico de la Rosa (...). Casi todos los que se ocuparon de este libro, criticaron el énfasis en milagrerías del buen Padre Travada, expresado en una de las secciones de la Primera Parte, donde refiere los múltiples sucesos prodigiosos y sobrenaturales ocurridos en Arequipa.
El recuento de prodigios era un lugar común en la explicación aristotélica de la realidad, especialmente en materia histórica, pero ya para los tiempos del autor de El Suelo se le consideraba como superada. Travada la conservó pues se ajustaba a las necesidades de expresión del discurso criollo arequipeño de su tiempo, que requería de una elaborada y erudita exposición barroca, relativamente tardía para su época pero capaz de aumentar exponencialmente el prestigio de su suelo, en el contexto en que una ciudad recoleta de comerciantes e hidalgos labriegos ingresaba con tardanza en el juego identitario de la exaltación de la urbe criolla, en que otras ciudades peruanas como Cusco o Lima -e incluso Potosí- llevaban harto tiempo enfrascadas. (...)
Es un verdadero deber, ahora más que nunca, reivindicar a este sabio escritor olvidado, considerado por el difunto Guillermo Galdos Rodríguez como el mejor prosista arequipeño de todos los tiempos, y que representa la figura fundacional de la literatura, la historia e incluso la filosofía estética en Arequipa.
Nota: Fue Don Manuel de Odriozola, el primero en descubrir y publicar en la colección de los "Documentos Literarios del Perú", Tomo X, el libro, con el título de "El Suelo de Arequipa convertido en Cielo". Odriozola lo tomó seguramente de los manuscritos que existían, según Don Manuel de Mendiburu en la Biblioteca Nacional. Parece ser que existían varias copias del libro, según el P. Barriga. Una en el museo Prado de Chorrillos (Lima); otra en el Seminario de San Jerónimo (Arequipa) y la copia que hizo Zamácola se hallaba en poder del Dr. Alejandro Vivanco (2).
* (1) Imagen y Leyenda de Arequipa (página 107) y agregado.
* (2) El Suelo de Arequipa... 1958 (página 5 y 6). /
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Etiquetas: biografias ii
Martes 3 de Febrero de 2009
FENÓMENOS INEXPLICABLES EN LA COSTA DE AREQUIPA
Por: Pablo Nicoli Segura.
Desde que tengo uso de razón siempre pasé mis vacaciones escolares en las playas de nuestra costa arequipeña. Durante esos años pude escuchar una serie de relatos orales sobre lo que la gente cree son historias sobrenaturales algo así como leyendas que a veces están bañadas no sólo de agua salada de mar, sino de imaginación, recuerdos que con los años se tornan más intrigantes, con agregados, etc. Por ejemplo a mi me contó una señora muy amiga de mi familia que cuando ella era pequeña, pudo ver claramente, un fuego inexplicable que salía del mar, en plena noche Mollendina, cerca del actual muelle que recientemente fue reparado. La señora dice que no lo imaginó; pero que no puede encontrar explicación a este fenómeno.
Por otro lado, recuerdo también que cada año mi familia y yo nos alojábamos en un antiguo hotel Mollendino que pertenecía a mis tíos; el conocido Hotel Europa (hoy pensión El embrujo), que quedaba en una esquina, frente al segundo parque de Mollendo. Resulta que dicho lugar había sido alguna vez un gran hotel lleno de objetos y muebles importados y valiosos; pero que con los años se había convertido en el espectro de lo que fue. Allí podían verse en cada habitación muebles apiñados, algunos buenos y otros inservibles, grandes espejos desgastados y cuadros donde se descubrían antiguos vapores comerciales que al menos yo nunca vi llegar al puerto. Alguna vez mi tío me habló de un antiguo velero fantasma que de vez en vez era visto surcando la costa de Mollendo, frente al famoso castillo encantado. Se trataba de un barco cuyo enigmático paso por aquellas aguas, era considerado el anticipo de alguna desgracia. Dijo mi tío que una de las pocas veces que se le vio fue unos días antes de la invasión chilena a Mollendo, en plena Guerra del Pacífico, y que terminó en el incendio de gran parte de la ciudad y de otras atrocidades innombrables (el fantasma del ahogado que llama desde el mar y que desaparece cuando uno llega al rescate).
Como complemento al tema de lo fantasmal, no era difícil ver, o quizás sólo imaginar, los espectros que deambulaban de noche por el hotel. Una vez me pareció ver claramente algo blanco y repentino cruzar por la gran habitación/despacho de infinidad de ventanas que miraban al mar, desde el segundo piso del hotel. Otras tantas veces me llevé un buen susto con la presencia de algún gato techero, a los cuales mi tía tenía por costumbre alimentar.
Unos años después de que fallecieran mis tíos, el hotel fue abandonado y por años casi nadie lo ocupó. Cuando yo regresaba a veranear, entre la adolescencia y la edad adulta, pasaba siempre cerca de la edificación y me daba nostalgia; pues lo veía olvidado, aunque me gustaba pensar que los fantasmas seguían allí y quizás mis parientes fallecidos les hicieran ahora también compañía.
Para finalizar, sólo nombrar que en nuestra costa arequipeña se nombran historias legendarias como la de la sirena de Arantas, que fue un caserío que existió hace muchos años, situado entre Mollendo y Camaná. En Mollendo mismo la historia del "Cura sin cabeza" (también contada en Arequipa), "La mujer de negro", "El degolladito" quien tiene un mausoleo en el cementerio general y a quien se le atribuyen numerosos milagros. Es muy conocida también la historia de "El Caballo blanco" y otras leyendas imborrables.
Por supuesto pocos han visto -no en verano, sino en el invierno de nuestra costa- aparecerse a la distancia y mientras uno camina solitario por la playa y la bruma marina a un extraño personaje que se delinea humano; pero decididamente sobrenatural que por más que uno se empeña no alcanza a definir; personaje que de pronto desaparece como si se tratara de un espejismo o quizás del mismo fantasma del ahogado que ya mencionamos. /
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Etiquetas: mollendo
Domingo 1 de Febrero de 2009
HISTORIAS INSÓLITAS EN TORNO AL VOLCÁN MISTI
Por: Pablo Nicoli Segura.
Según se afirma en el libro: El Misti biografía de un volcán, de Pablo Masías, (edición 1977, páginas 118 y siguientes) son varios los cadáveres de personas -conocidas o anónimas- que se han encontrado a lo largo de los años en las inmediaciones de nuestra montaña más famosa.
A lo largo de la historia de Arequipa se han extraviado infinidad de personas al intentar escalar sus pedregosas y también resbaladizas laderas. Uno de los casos menos difundidos fue el de los excursionistas ingleses Ryder y Rothwell que desaparecieron sin dejar rastro alguno en el año de 1878, según lo informó en su momento el Diario La Bolsa de Arequipa. Situación opuesta en su difusión fue el sonado caso de la desaparición de las dos teresas (Teresa Yaqueto y Romero) con un año de diferencia; aunque coincidentemente en el mismo mes de octubre de 1977 y 1978 respectivamente. En ambos casos las dos mujeres desertaron de su intensión de ascender al volcán -sólo llegaron a sus faldas- por encontrarse imposibilitadas físicamente. En ambos casos los familiares de las personas desaparecidas pidieron una investigación a las autoridades para dar con el paradero de sus parientes; pero nunca fueron encontradas. La tesis más viable fue que habiendo quedado rezagadas del grupo que ascendía al Misti trataron de regresar solas a la ciudad y quizás -esto es solo especulación- fueron abordadas, cada una en su momento y contexto- por algún personaje oscuro o una banda de estos que las ultrajaron y sepultaron para borrar las evidencias. La otra tesis de que habrían caído por algún precipicio hubiera terminado por dar como resultado el encuentro de sus cuerpos.
En 1979 el Club de Andinismo halló el cadáver de una joven, todos pensaron se había hallado el cuerpo de alguna de las teresas; pero las investigaciones y la certificación por parte de los parientes arrojaron que no se trataba de ninguna de ellas.
Otros casos no menos extraños se han sucedido en el lugar como fue el de un cadáver momificado de mujer -en la década de los 70- cerca del cono del volcán y que solo llevaba un tipo de ropa interior de nylon. Según Masías el periodismo se preguntó sino la habrían lanzado desde un avión...
En abril de 1996 se encontró otros restos humanos en las faldas del Misti, esta vez de un hombre que según el peritaje criminalístico habría permanecido sin vida más de un año en dicho lugar.
Por generaciones algunas personas de conocimientos ancestrales han hablado del famoso pago a la tierra, costumbre que habrían heredado los hombres desde épocas PRE-Incas y que en algunos casos consistía en el sacrificio de alguna bella jovencita para ofrecérsela al volcán o Apu (el caso más conocido para nuestra región sería el de la dama del Ampato, o Momia Juanita) (*). Pues para bien o para mal algunos opinan que dichas costumbres aún podrían estar vigentes en las mentes de ciertos pobladores andinos que podrían ser los responsables del consiguiente secuestro y sacrificio de jóvenes para que la montaña no vomite su fuego. Esta sería una forma de explicar la desaparición de las dos teresas en la década de los setenta.
Para terminar agregar que según otras fuentes especulativas que rayan con el estudio de los monstruos (criptozoología) y otras especies ignoradas, traemos a recuerdo la publicación de la revista Fantástico del Diario Arequipa Al Día, que en su edición del 29 de octubre del 2003 (coincidentemente octubre) publicó la experiencia sufrida por un joven andinista local -Carlos Flores- quién relató haber visto (en una de sus ascensiones al Misti) a una criatura de facciones humanas (pero con excesivo pelo amarillento en todo el cuerpo, pues nos llevaba ningún tipo de vestimenta), cruzar cercano a su campamento nocturno y cuyas huellas -no humanas- se hicieron patentes por la madrugada.
Estaríamos hablando de una suerte de Yeti sudamericano o Macón, como se le ha llamado a una criatura peluda vista en otros lugares de los andes. Ahora bien, ¿por que traemos a colación esta última historia? Bueno, no es difícil tratar de relacionar al supuesto Yeti arequipeño con las misteriosas desapariciones de los aventureros ingleses y especialmente el de las dos teresas; además de otros expedicionarios nunca hallados...
A más de 30 años de los incidentes famosos de las dos teresas, probablemente nunca encontremos respuesta a sus curiosas desapariciones y esperamos que nunca más se vuelvan a dar tales sucesos que rayan con lo inexplicable.
Nota: En el próximo número de Enigmas presentaremos un especial sobre criaturas extrañas en América del sur emparentadas con los hombres peludos y otros.
(*) Además se han encontrado restos de tales sacrificios en las cumbres del Hualca Hualca, el Mismi, y altares ceremoniales en el mismo Misti, así como otras construcciones bastante antiguas cercanas al cono. /
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Etiquetas: misterios arequipa
Domingo 1 de Febrero de 2009
EL BISABUELO DECÍA QUE LAS BRUJAS AREQUIPEÑAS SE CONVERTÍAN...
Por: Pablo Nicoli Segura.
nicoli_pablo@hotmail.com
El origen hispano de Arequipa siempre le ha conferido un folclore ajeno -si se puede decir esto hoy en un mundo globalizado que los medios de comunicación han reducido a su máxima expresión- que nos recuerda las leyendas europeas plagadas de fantasmas, demonios, duendes y brujas. Vamos a referirnos a estas últimas -las bruxas o brujas- que las hubo en nuestra ciudad y otras localidades del departamento como son Huancarqui en Castilla, o aquí nomás cerquita en Huaranguillo, o porque no la tradicional Tiabaya, antaño tierra de árboles deformados y perales, o como lo dicen las crónicas de los viajeros del siglo XIX, en Sachaca, dónde siempre hubo manifestaciones mágicas y leyendas en torno a estas.
El bisabuelo contaba que no había casa en Huancarqui en dónde al menos una de las mujeres no fuera una bruja (*); muchas veces la única forma de sospechar de estos personajes, tan desapercibido como cualquier otro parroquiano, era cuando se deshacían en amabilidades y atenciones con los visitantes, especialmente a la hora de ofrecernos un sabroso plato tradicional, en cuyo contenido ya habían vaciado el mejunje mágico, ya fuera para enamorarnos sin remedio o para hacernos víctimas de la enfermedad como aquella que torna nuestra piel bronceada en pálida y casi albina (kara o ccara, le dicen). A algunas se les podía identificar por alguna verruga en el rostro o en otras partes más íntimas del cuerpo.
En Tiabaya por ejemplo se contaba hasta hace muy poco una curiosa y nauseabunda historia -cúbranse la nariz- de un marido cornudo cuya esposa le era infiel cada viernes con el demonio, y a quién le andaba besando el culo apestoso y oliéndole los pedos junto a otras brujas (**). Así mismo se dice que las brujas, cuando eran perseguidas, se convertían en viejos árboles en dónde podía motarse sus rostros deformes y atumorados, cuyos ejemplos más cercanos solo se conservan hoy en algunos árboles del parque a "La mujer" -o a las brujas dirían otros- de la Urb. San Jerónimo del Cercado, a unas 3 cuadras del actual colegio Médico.
Huaranguillo siempre fue el lugar idóneo para contratar los servicios de una bruja y procurarle un maleficio al enemigo ya fuera por la disputa de una herencia, el amor de la gatita del barrio, o simplemente porque nos caía gordo nuestro vecino. Había daños que atraían la mala suerte y otras que eliminaban de tajo al adversario causándoles una muerte fulminante, bueno al menos no había sadismo en estos menesteres, pudiendo alargarle la agonía al susodicho con una lenta y dolorosa enfermedad.
El bisabuelo decía que las brujas de Sachaca se convertían en gallinas, lechuzas, cuyes, perros negros y hasta chanchos y algo de cierto debe haber; pues esta mala sangre del hoy distrito parece refrendarse en documentos como los del viajero francés Paul Marcoy (***) que en uno de sus libros de viajes por Sudamérica nos dice a la letra: "Sachaca es un lugar de mala fama, pues la tradición local lo ha convertido en punto de reunión nocturna de brujas y duendes... ".
Sucedió por ejemplo que unos jóvenes palomillas atraparon a una bruja, ya convertida en gallina, la maltrataron, la desplumaron sin reparo y la ataron a un molle (un árbol). A la mañana siguiente todos esperaban a que Doña Lucita, la dueña de la picantería, abriera el negocio; pero nada, no venía. Luego alguien avisó que una señora desnuda y ensangrentada había aparecido amarrada al centenario árbol de la Plaza; por supuesto se trataba de la Lucita.
Que las brujas de la arequipa de antaño volaban; pues al menos una vez así lo vio el compadre del bisabuelo quién decía que se montaban, no precisamente sobre escobas, sino sobre animales que les servían de improvisado vehículo, cosa extraña salvo que a tales fueran aves o les saliera alas. Con respecto a las lechuzas -con las cuales las brujas están empentadas, si es que no son ellas mismas- había la creencia que si alguna de estas aves de mal agüero volaba y cantaba subida al techo o entrada de nuestra casa, la muerte de alguno de los que habitaban el lugar era inminente.
Usualmente ser bruja en la Arequipa de antaño era casi una profesión; pues aparte de los muchos maleficios y daños mortales que se les encargaba, se dedicaban también a hacer mejunjes que curaban los males de estómago, las diarreas, el susto y otros padecimientos cotidianos.
Manuel Rodríguez Velásquez, (Marove), en su libro: Estampas de Arequipa, nos refiere la triste historia de la bruja de Villalba, -apenas comenzado el siglo XX- también conocida como: La Lechuza, una pobre y andrajosa mujer a la que le decían bruja sólo por su triste apariencia.
Esperamos que la noche de Halloween les haga recordar que no todas las brujas vuelan por países extranjeros, las nuestras están aquí no más cerquita, casi a la vuelta de la esquina y ya no necesitan el disfraz.
(*) La tradición decía que la séptima hija mujer de la familia, necesariamente nacía bruja; distinto eran aquellas que se hacían brujas al adquirir el conocimiento y la práctica de la magia.
(**) A la reunión de brujas se le llama Aquelarre que en palabra vasca significa: "Prado del Cabrón", la cabra o macho cabrío representaba al demonio.
(***) Viajero que estuvo por Arequipa entre 1846 y 1847 y que además fue dibujante y pintor que nos ha dejado ilustraciones a pluma de la Arequipa de esos años. Su obra: Viaje a través de América del Sur, del Océano Pacífico y del Océano Atlántico, fue publicada en Paris en 1861 en dos volúmenes. Uno de esos volúmenes, el referente a nuestra ciudad, se hallaba hasta el 2006 en la Biblioteca Municipal de Arequipa, en la misma habitación y junto con los Libros Históricos del Cabildo.
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Etiquetas: tradiciones de arequipa
Domingo 1 de Febrero de 2009
LA BIBLIA HISTÓRICA DE LOS AREQUIPEÑOS
Por: Pablo Nicoli Segura.
nicoli_pablo@hotmail.com
Hablar del libro "Imagen y Leyenda de Arequipa" (1540 - 1990), enorme antología recopilada por Edgardo Rivera Martínez y editado por la Fundación M. J. Bustamante de La Fuente en 1996, es hablar como el título lo indica, de "La Biblia Histórica de los Arequipeños". Se trata de un magnífico volumen de 700 páginas -poco menos- con lo mejor que se ha escrito por siglos sobre nuestra ciudad, su historia, costumbres, tradiciones, datos anecdóticos y un amplio etcétera.
Quizás el título de la obra no haya sido el más apropiado; pues es verdad, las "Imágenes" sobre el pasado y presente de nuestra bella ciudad se suceden armoniosamente en un panorama de ensueño que aún conservan ciertos lugares tradicionales de la moderna urbe; no obstante lo de "Leyenda" no es precisamente el tipo de expresión que podemos encontrar dentro de la antología citada, más bien se trata de la historia, la tradición y las costumbres de los arequipeños del ayer -por momentos de decidida influencia hispana y por otra francesa, siglo XIX- y esto nos hace pensar irremediablemente que a más de una década de la primera edición del libro, se hace necesario ya un segundo volumen de la obra, en dónde se recopile lo mejor del folclore y de nuestras leyendas, así como de la literatura regional, lo que podría terminar de redondear tan magnifica labor bibliográfica (*).
Ya desde la introducción nos sumergimos en aquellos secretos que la historia casi olvidó y que probablemente aún desconocen las nuevas generaciones por falta de difusión en los colegios. Cómo lo ha expresado uno de nuestros más ilustres historiadores arequipeños como Eusebio Quiroz Paz Soldán "este libro debería ser lectura obligada en los centros estudiantiles". Lo malo, claro está, es que al día de hoy el número de ejemplares que existen a la venta en el mercado librero es bastante limitado y, valgan verdades, prohibitivo para la gran mayoría de bolsillos de los arequipeños; aproximadamente 85 dólares.
Pero en contraposición a su costo monetario diremos que la antología reúne casi un centenar de autores entre extranjeros, residentes y nativos de esta ciudad. Nombres como los de Cieza de León, Ventura Travada y Córdoba, Ricardo Palma, Mariano Ambrosio Cateriano, Antonio Raimondi, Jorge Polar, José Luis Bustamante y Rivero, Jorge Basadre entre otras muchas personalidades que en la mayor parte de casos elogian las bondades tradicionales de nuestra Blanca Ciudad. Estos autores nos trasladan por el tiempo y nos hacen descubrir una Arequipa que los siglos casi han erosionado y que estaba envuelta en una magia que podemos contemplar en la imaginación, casi olerla, llena de romanticismo y costumbres que hoy pueden parecernos ajenas, pero que sin duda fueron parte habitual de la forma de vida de nuestros bisabuelos, abuelos y padres.
Creemos que una obra tan importante como la que nos ocupa debería volver a editarse en una versión económica y ser donada a las bibliotecas de colegios, institutos y universidades, además de las bibliotecas Municipales de cada distrito de la región, o en su defecto, editarla virtualmente y colgarla de la Internet para su consulta; después de todo la información histórica y tradicional no debe, no debería estar sujeta al poder adquisitivo de una minoría de lectores.
(*) En ese sentido podemos afirmar que desde 1990 a la fecha son varios ya los escritores e investigadores que han recopilado muchas leyendas, nuevos trabajos de investigación histórica y literatura ambientada o inspirada en Arequipa.
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Etiquetas: imagen y leyenda
Jueves 29 de Enero de 2009
Leyendas de nuestra ciudad.
EXTRAIDO DEL LIBRO DE PABLO NICOLI:
AREQUIPA Y SUS MISTERIOS, EDIC. 2001.
INDICE
AREQUIPA, ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA:
-Se dijo de Arequipa
-Lo desconocido de la Catedral
-La casa encantada de Yanahuara
-El Tuturutu
-El puente del Diablo
-La sirena del puente Bolognesi
-Sor Ana de Los Ángeles
-El fraile sin cabeza
-Bolívar y el cementerio de la Apacheta
-La misa del otro mundo
-El observatorio de Carmen Alto
-La mano de la condenada
-El teatro Fénix
-Pedro Paulet
-El hijo del Misti
LE SUCEDIÓ AL AUTOR
Cuando era muchacho y estudiaba la primaria, un profesor del curso de lenguaje nos leyó en clase un relato fantástico, ambientado en la Arequipa de antaño, que me fascinó y que despertó mi imaginación. Pasaron veinticinco años y no recordaba el título del relato, tampoco el nombre del autor del mismo y casi me había olvidado de qué trataba; no obstante, guardaba el fiel recuerdo de lo que significó para mí y estoy seguro, de lo que significó para muchos de mis compañeros.
Durante años traté de encontrar aquel viejo libro de lenguaje de color naranja, en donde estaba escrito el relato mágico y fue, apenas hace unos meses, que en uno de esos lugares de venta de libros usados volví a toparme con el texto por tanto tiempo añorado. Cuando lo tuve en mis manos, la emoción me embargó y tuve que hacer un gran esfuerzo para no expresar abiertamente mi alegría. Le pregunté al dueño sobre el costo del libro. Él me respondió que valía cinco soles. Yo hubiera pagado diez veces más por leer nuevamente el relato y llevármelo a casa. Finalmente lo compré y sin más esperar abrí el texto, busqué el cuento y fui leyendo, mientras recorría las calles, lo que estaba seguro sería una deliciosa lectura. Después de tantos años, el relato volvió a fascinarme. Aquél es uno de los once que integran el presente libro (La Procesión de las Animas: de Francisco Ibáñez, Arequipa siglo XIX); que espero, como a mí, logre maravillarlos. Pero no se encuentra sólo, lo acompañan otros relatos de similar factura. Son once historias de antología que sé muy bien me hubiera agradado leer de joven, adulto, y más adelante, como abuelo.
Dedico esta obra especialmente a los jóvenes de cuerpo, pero también a los jóvenes de espíritu, y espero que os motive a escribir nuevas historias y que, si es posible, me hagan partícipe de ellas. Gracias por interesarse en algo que le concierne a nuestra bella Arequipa.
Pablo Nicoli
SE DIJO DE AREQUIPA
Arequipa es la ciudad del Perú de mayor influencia española, y esto se refleja, especialmente, en buena parte de su arquitectura. Sus habitantes, en las primeras décadas después de su fundación española en 1540, eran considerados como los de más alto índice en población blanca. Fue por esto y no por el color de sus construcciones -en la colonia casi todas las casonas estaban pintadas con colores pastel-, que se le conoció como "la ciudad blanca".
Dijo de Arequipa Cieza de León en el siglo XVII que: "es la más sana del Perú y la más apacible para vivir". Fama que llegó hasta España; tanto, que es sabido que el propio autor del Quijote, Miguel de Cervantes, escribió en el "Canto a Caliope", del libro sexto de "La Galatea", allá por 1685, que: "Arequipa y sus hijos eran una eterna primavera".
LO DESCONOCIDO DE LA CATEDRAL
Entre sus templos, el de mayor número de cosas a destacar, es sin duda su catedral.
"La iglesia mayor de Arequipa no está sujeta a orden arquitectónico riguroso; sino que es obra de inspiración y de inexperiencia artística. Su hermosura es de conjunto; examinándola detalladamente se le encuentra muchos defectos; no obstante su característica dominante es la de grandeza" (1).
Cuenta una leyenda que los planos originales para la erección de esta obra estaban destinados para otra ciudad más importante; pero que por un error, de parte de los responsables que enviaron los planos desde España, se confundieron los mismos y se empezó a construir en Arequipa lo que tenía que ser para una ciudad de México; y decimos empezó, pues la idea original era que la construcción ocupara todo lo que hoy es la manzana entre la Catedral y la calle Moral.
El arquitecto que construyó este templo, de nombre Lucas Poblete natural, de Arequipa, era hombre de poca ilustración; no obstante tenía gran talento artístico y era aún mejor conocedor del sillar. Al respecto de su persona se conoce una anécdota que describe su desprendimiento. Esto fue en junio de 1868, cuando se colocaron los dos medallones alegóricos bajo sus torres. Este trabajo fue mandado a realizar por el nombrado Poblete, años después de que se edificara la Catedral, y quedó impago; por lo que el constructor recibió una carta que le pedía saber cuánto cobraría por dicho trabajo, a lo que este respondió con otra misiva que, sabiendo que no había fondos destinados para este asunto, se le permitiera no aceptar ninguna retribución al respecto; exceptuando lo que cobrara el herrero por los pernos (2).
Con respecto al número cuatro, consignado con cuatro barras, en el reloj de fabricación inglesa adquirido en 1854, que exhibe una de las torres de la catedral, muchos han dado por cierto que se trataría de un error de fabricación; puesto que el número cuatro en romano, es una ( I ) y una ( V ); pero la explicación real a esto, es que esta forma de numerar fue a propósito; puesto que antiguamente la gente confundía el cuatro en romanos, por el seis que es a la inversa, por lo que se adoptó esta alternativa para evitar percances con la hora. Así se explica también que otros relojes similares, en otras partes del mundo, muestren la misma característica.
Que la construcción del templo es fuerte, se comprobó en el terremoto del 13 de agosto de 1868, el cual a pesar de los ocho minutos que duró -según afirma el diario "La Bolsa" de aquella época-, apenas si pudo traer abajo un tercio de sus torres y abrir una grieta en una de sus bóvedas.
Originalmente la tradición de antaño era la de enterrar a los muertos alrededor de los templos, y esto fue así en el caso de la iglesia mayor; asimismo los restos de personajes ligados al clero o, simplemente, gente importante eran depositados en el interior de la misma. Según dicen algunas leyendas, los restos del fundador de Arequipa, Don Garcí Manuel de Carbajal, podrían estar enterrados -como fue el caso de Pizarro en Lima-, en el interior de la Catedral; puesto que dichos restos nunca se supo donde fueron depositados después de su muerte.
Se especula de la existencia de una larga galería subterránea que, según algunas versiones, partiría de la Catedral hasta la iglesia de La Compañía; además, de comunicarse a otros templos cercanos y que inclusive desembocaría al monasterio de Santa Catalina. Al respecto, se afirma también que una de las entradas a dicho subterráneo, estaría debajo del altar mayor, según Mariano A. Cateriano, que dice: "La bóveda subterránea de figura circular, donde reposaban las cenizas de los obispos que morían, hallábase también debajo del presbiterio y tenía su entrada por el costado derecho" (El cielo de Arequipa convertido en suelo).
"Con respecto al púlpito, vale acotar que dicha obra fue mandada a construir en los talleres de Buisine-Rigot, en Lille (Francia). La obra fue concluida en algo más de un año. Lo curioso del caso es que el púlpito estuvo listo para traerse a nuestra ciudad el año de 1879, cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra con Chile. No se entiende cómo -cosas del diablo decían los antiguos-, en medio de una violenta guerra, y con los puertos peruanos bloqueados, a finales de dicho año llegó el magnífico mueble: ¿No sería que el demonio del púlpito se dio maña para librar todas las trabas que levantaba el infierno de la guerra? ¿Quién sabe? Lo cierto es que el 16 de diciembre de ese año, una docena de artesanos arequipeños ensamblaron las doce partes con las que fue construido el hermoso mueble" (3).
Otras obras tan valiosas y artísticas como el mismo diablo del púlpito, son los doce apóstoles que hacen fila a lo largo de la nave central del templo y, una cosa curiosa, es que dichos apóstoles que dan a pensar ser de piedra, están tallados en madera y pintados asemejando el mármol. Estas estatuas fueron adquiridas en Génova, y dado que se ha perdido la técnica de su fabricación (puesto que se trata de tallas en madera hueca) su valor, como obra de arte, es incalculable.
Quién no ha oído alguna vez la famosa expresión: "¿Quién hizo la maravilla? ¡La hizo Moratilla!" Pues esto se debe a que Don Juan Sebastián de Goyeneche, dotó a nuestra Catedral de una bellísima y aún más valiosa Custodia, que fue mandada a hacer en España; en los talleres de Francisco de Moratilla, en 1850. Esta reliquia fue trabajada en filigrana de oro, adornada con enorme cantidad de piedras preciosas. En la base ostenta la figura de los cuatro evangelistas. Esta obra mereció muchos elogios, pero especialmente los de la reina Isabel II, y de allí el estribillo: ¿Quién hizo la maravilla? (4).
Con respecto al órgano, éste fue traído de Bélgica en 1854, y era tan grande que, para que pudiera entrar en su lugar, fue necesario doblegarle la coronación a pesar de la gran altura del templo. De dicho órgano se dice, que fue en su momento el segundo más grande de Sudamérica. Fue construido por Francois Bernard Loret, quien hizo dos idénticos; su gemelo se encuentra en la ciudad de Hamburgo, en Alemania.
Cuenta una leyenda, que mientras un sacerdote oficiaba una misa dentro de la iglesia mayor, y quizás desmotivado por los años que tenía en el oficio, en el momento de la conversión del vino en la sangre de Cristo, y no teniendo la fe necesaria de que esto realmente pudiera suceder, de pronto del cáliz que tenía en sus manos empezó a emanar gran cantidad de sangre que manchó las telas que cubrían el altar. Se dice que las mismas son guardadas dentro de la iglesia.
LA CASA ENCANTADA DE YANAHUARA
Corría el año de 1666, y hasta la villa de Yanahuara llegó para establecerse un noble español a ejercer la función de encomendador. Este se casó con una dama que rebosaba de atributos por su extraordinaria belleza. Transcurrido el tiempo surgió una relación amorosa entre un criado de la casa y la bellísima mujer. Tras uno de sus viajes el español logró descubrir esta infidelidad, y sometió a ambos a una serie de torturas que culminó en la muerte cruel de los amantes. Cuenta la historia que tal era el odio y el desconsuelo del español, que los enterró, aún con vida, tapiando una de las paredes de la casona donde vivían. Es a raíz de este acontecimiento que la casona ubicada a corta distancia de la iglesia de Yanahuara, cobra fama por sucesos extraños, tales como: estrépito de cadenas, campanas que sonaban solas, ladridos angustiantes de perros y siluetas fantasmales, que noche a noche se dejaban sentir. "La casa encantada", como fue llamada luego, cambió de dueños constantemente, debido a que nadie soportaba mucho tiempo de permanencia dentro de la misma.
EL TUTURUTU
¿Qué enigmática figura representa el Tuturutu? "El obispo Don Juan Cavero y Toledo, pensando en el ornato de la naciente ciudad, mandó a construir una pila ornamental en la Plaza de Armas (1735); y el fundidor, a quien se encomendó esta labor, no pudiendo soportar las constantes molestias que sobre su descendencia hacían los duendes, cogió en cierta ocasión de la oreja a uno de ellos; tomó su molde en yeso, y luego, según la matriz obtenida, vació en bronce al Tuturutu" (5). Por supuesto que esto sólo es parte de las leyendas de la ciudad; lo cierto es que según Ventura Travada y Córdova, en su detallada descripción que de la pila de la plaza mayor hace referencia, dice: "corónala un ángel por fama por cuyo buque se eleva el agua en un altísimo penacho". La pregunta sería hoy: ¿un ángel sin alas y vestido de armadura? Al parecer el Tuturutu sería el mismo tipo de ángel o arcángel que se hallan pintados en muchos lienzos de la escuela cuzqueña, como los hay en el convento de Santa Catalina o en la iglesia de La Compañía, y en donde muchas veces se les ve ataviados con casco o sombrero y armadura de plata o de oro. ¿Y las alas, a dónde fueron a parar?
"El terremoto de mayo de 1784 dejó destruida la ciudad y también dañó al enigmático Tuturutu, el que fue guardado en la cárcel, que en aquellos tiempos se dice quedaba en el fundo El Fierro; donde al parecer perdió sus alas de ángel; presumiéndose que éstas fueron utilizadas en alguna actividad manual. Posteriormente fue llevado a las casas del cabildo y finalmente devuelto a su ubicación primera, en la Plaza de Armas" (6).
EL PUENTE DEL DIABLO
Una leyenda muy antigua cuenta sobre un oscuro personaje que se dedicaba a robar y asaltar a los parroquianos de Cayma. Un día, con tal de conseguir sus deshonestos propósitos, llegó al asesinato de una muchacha, y mientras iba huyendo, en una vieja carreta en donde había escondido todo lo conseguido fruto de sus fechorías, tomó el camino con destino a lo que hoy es el puente Juan Pablo II, antes conocido como Puente del Diablo, donde se dice no existía tal depresión de terreno, y mientras iba consumando su evasión, maldiciendo a sus perseguidores y burlándose de Dios mismo; de pronto ¡el mundo se vino abajo!, se abrió la tierra y se tragó al desdichado junto con la carreta y los caballos que lo guiaban; inmediatamente se cerró el lugar y sólo quedó una pequeña depresión o "lloclla" que es la que hasta hoy subsiste. Algún testigo que desde lejos observó el incidente, sólo atinó a expresar del criminal: ¡Pobre diablo!
LA SIRENA DEL PUENTE BOLOGNESI
¿Alguna vez oyó referir sobre la sirena del puente Bolognesi? Nuestra ciudad tampoco queda al margen de las leyendas griegas. Cuentan los antiguos que cuando era estación de avecinarse las lluvias y al despuntar la medianoche, hacía su aparición una bella mujer con cola de pez, encima de la enorme piedra que está al pie del puente Bolognesi, en pleno lecho del río. Cuenta Eloy Obando, vecino que habita dichos lugares desde hace 75 años, que la tradición oral que le trasmitieron, refería a una sirena que esperaba a su amado ya entrada la medianoche. El lugar, que en esos tiempos estaba sin lo que es ahora la avenida La Marina, tenía un acceso consistente en una escalerilla que rodeaba la acequia, curso de agua que recorría la ciudad al margen izquierdo del río Chili. A una hora precisa, hacía su aparición, simultáneamente, la sirena en el río y un hombre desnudo en el callejón Ibáñez, arrastrando unas cadenas y subiendo un poste -que imaginamos era para divisar a su amada- luego, bajaba hasta la casa que colinda con el río, para perderse en medio de la noche y encontrarse finalmente con la ninfa de las aguas que lo esperaba en medio de cánticos y tenues luces que se daban paso en tan descomunal piedra. Antes de que aclarase el día, cuentan otros vecinos, la piedra se convertía en una morada llena de bonitas muchachas que salían en espera de algún inocente hombre para llevarlo a sus dominios. Asimismo, se dice que dichas sirenas eran las causantes de que muchas personas se arrojaran desde lo alto del puente contra el lecho del río.
SOR ANA DE LOS ÁNGELES
El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1575. En dicho lugar, muchas mujeres, jóvenes y viudas, hicieron sus votos perpetuos. Ana de Monteagudo fue hija de Sebastián Monteagudo y Francisca Ponce de León; estos últimos, para asegurar la educación cristiana de su pequeña hija, la internaron en el monasterio cuando contaba con tres años. A su edad núbil -los catorce-, Ana fue reintegrada al hogar, pues su padre la había comprometido con un joven. Ella obedeció, pero desesperada en un mundo que no conocía, decidió huir de su casa y regresar al convento, en donde permanecería hasta su muerte. Ana castigaba su cuerpo con azotes y se sometía a largos ayunos de pan y agua. Se dice que, entre sus milagros, con sólo aplicar parte de la tela de su hábito, desaparecían tumores e infecciones. Fueron innumerables los vaticinios sobre muertes, enfermedades, recompensas y otros. Murió el 10 de enero de 1686, tras largos 10 años de penosa enfermedad y fue enterrada en el cementerio del monasterio. Ese mismo año, el obispo Don Antonio de León inició el proceso de su beatificación. En 1731, al trasladar su cuerpo a una nueva tumba en el coro de la iglesia, lo encontraron incorrupto, intacto y con olor a flores.
EL FRAILE SIN CABEZA
Una leyenda de Arequipa del siglo XIX, nos cuenta sobre el diabólico andar del "Fraile sin cabeza". Un alma en pena, a veces gravitante, que se sabía, por toda la ciudad, recorría de lado a lado el callejón de la Catedral y siempre al amparo de las doce campanadas que dejaba oír el reloj de la torre. El espectro, decían quienes habían tenido el valor o la mala fortuna de encontrárselo, se mostraba ataviado con un viejo hábito franciscano y en cuyo interior del alargado capuchón que debía cubrirle la cabeza, sólo se podía entrever una profunda oquedad, una sombra provocada por el vacío. La leyenda -o por lo menos una de las dos versiones de la misma-, cuenta que el espectral personaje había sido decapitado por el hijo de un noble español, quien por un desacuerdo intrascendente, había reñido con el fraile y en medio del calor de la desigual contienda, la cabeza de éste último había sido cortada de tajo; a causa del fuerte golpe que le propinó el hijo del noble con la espada. El lamentable acontecimiento había ocurrido en el callejón de la Catedral, del lado que antiguamente daba a la "Casa Forga". Se cuenta además que el religioso había sido enterrado sin su respectiva cabeza, pues al momento de la decapitación, un perro la había mordido y llevado a esconder en algún recoveco de los alrededores. Era por esto, refieren los abuelos, que el fraile andaba vagando en busca eterna de su cabeza. Tal vez la modernidad, al parecer, aplacó su constante deambular; o quizá finalmente encontró lo que tanto andaba buscando.
BOLÍVAR Y EL CEMENTERIO DE LA APACHETA
A su paso por Arequipa, el Libertador Simón Bolívar dispuso que se construyera un nuevo cementerio, por encontrarse el antiguo de Miraflores muy cercano a la ciudad; lo que constituía un serio peligro para la salud de sus habitantes. "Y fue trayendo los restos del patriota Mariano Melgar, que se inauguró el nuevo cementerio de La Apacheta -que significa montículo de piedras-, un 16 de septiembre de 1833. Lo anecdótico de esto último, es que al día de hoy se desconoce en qué parte del cementerio mencionado, están enterrados los restos de Melgar. El propio Mostajo, en su calidad de investigador de la historia de Arequipa, por más que intentó, no pudo localizar los restos del poeta" (7).
Arequipa ofreció a Bolívar un recibimiento fastuoso; obsequios y festejos se realizaron por todas partes. Uno de los homenajes que más conmovió al Libertador, fue el de las educandas de Arequipa que, en gesto de gratitud por la independencia, entregaron la donación de joyas y piedras preciosas que habían reunido para su ejército; la respuesta de Bolívar y de sus soldados, no fue otra sino, la de desprenderse de sus haberes para donarlos a su vez a las educandas y los huérfanos. Asimismo, los comerciantes de la ciudad ofrecieron un suntuoso baile en su honor" (8). Quizá por todo esto, una carta de Bolívar dirigida al general Francisco de Paula Santander, dice: "El país es bastante hermoso y Arequipa espléndida".
LA MISA DEL OTRO MUNDO
Una leyenda cuenta la penosa historia de un joven que, habiendo quedado dormido sobre una banca dentro de la fría iglesia de Santo Domingo, de pronto al despertar se vio prisionero de la oscuridad del lugar, siendo testigo, sin quererlo, de la fantasmagórica aparición del famoso fraile sin cabeza, quien después de encender unas velas, le pidió al muchacho que se acercara hacia el altar; que su única intención era la de celebrar una misa y que para esto requería de alguien que fuera su oyente. Aún con todo el espanto que sentía el muchacho, no le quedó sino presenciar tan insólita ceremonia y atenerse a las circunstancias. Por fin, una vez celebrada la misa, se apagaron inesperadamente las velas y el joven en su desesperación trató de huir cual entidad etérea se tratase, consiguiendo por su imprudencia romperse la cabeza contra una dura puerta, para caer finalmente sin sentido en las frías lozas del templo.
EL OBSERVATORIO DE CARMEN ALTO
Desde Arequipa se descubrió una luna de Saturno y un nuevo asteroide. La universidad norteamericana de Harvard, en 1867, vio por conveniente el instalar un observatorio astronómico en el hemisferio austral del planeta. Para esto envió a un grupo de científicos a que hallaran la mejor ubicación posible. Después de haber visitado la mayoría de los países latinoamericanos, la comitiva se decidió por Chosica, en Lima; no obstante, las adversas condiciones climatológicas se convirtieron en un obstáculo, por lo que se decidió buscar una nueva locación. En 1889, el profesor Solon Bailey y su comitiva salieron del Callao con rumbo al puerto de Mollendo. Casi inmediatamente partieron hacia Arequipa y al llegar quedaron impresionados, según se desprende de una carta enviada a los Estados Unidos: "Es sorprendente, la ciudad es realmente bella y pintoresca, mucho mejor que cualquier otra que hayamos visto en el Perú, yace en medio de una extensa campiña con llanos y cerros que se extienden más allá de donde pueden ver los ojos. La ciudad está construida con una piedra blanca que a la distancia parece mármol..."
Los científicos instalaron el observatorio en Carmen Alto, en el distrito de Cayma, cuya propiedad, en ese entonces, pertenecía a una familia de apellido Ramos. En 1899 la universidad de Harvard envió a Arequipa el famoso telescopio "Bruce", de 24 pulgadas, siendo el más moderno del mundo en aquel entonces. Desde Cayma se descubrió, ese mismo año, la novena luna de Saturno, llamada "Febo", cuya existencia fue plenamente demostrada cinco años después. En 1901 se descubrió un nuevo asteroide del Sistema Solar, el número 475, bautizado como "Ocllo", en honor a la hermana-esposa del primer Inca. Asimismo, se lograron importantes estudios sobre las nubes de Magallanes, que se encuentran a 163,000 años/luz de la tierra. El observatorio de Carmen Alto vio su final en 1927, en el que fue desmantelado.
LA MANO DE LA CONDENADA
Una leyenda nos cuenta sobre una muchacha condenada, que después de tres días de haber sido sepultada en el cementerio, inició su espantosa labor de mostrar, de vez en vez, una de sus pálidas manos por sobre la tierra; como si quisiera agarrar o asirse de algo o de alguien. Fue en este afán que el sepulturero del lugar se percató, no sin llevarse menudo susto primero, del inusual acontecimiento, y fue a dar aviso al cura del pueblo, para que éste pusiera fin o santo remedio a tal género de situaciones de ultratumba. Cuando el curita, al ir al cementerio, confirmó el suceso, sin quererlo fue víctima de la mano que cogió fuertemente uno de sus pies; lo que lo llevó, desesperadamente, a defenderse de los terribles jalones y arañazos de la condenada; esto gracias a la ayuda de un látigo que había tenido a bien llevar. Una vez resuelto el impasse, no tuvo mejor idea que acercarse a la casa de la madre de la muchacha, y preguntarle cómo había sido la susodicha en vida. Al saber el cura sobre los acostumbrados maltratos que durante dieciocho años tuvo por costumbre recibir la madre, resolvió con el consiguiente permiso de los familiares desenterrar el cuerpo de la condenada -esto con ayuda del sepulturero-, y volverlo a meter en la fosa; pero esta vez boca abajo, para que molestara sólo a las almas del infierno.
EL TEATRO FENIX
En 1825, y gracias a una sociedad de caballeros de los más pudientes de Arequipa, se empezó a recaudar los fondos necesarios para la construcción del teatro Fénix. Este comité acordó encomendarle los planos al célebre ingeniero francés, Eiffel, autor de la torre que lleva su nombre en París (Eiffel igualmente hizo los planos de otras obras importantes en nuestra ciudad como son: la estructura metálica del techo del mercado San Camilo, la estación del Ferrocarril y el puente de Fierro). Emprendida la obra de construcción, no se pudo terminar por distintos motivos, y quedó sin techo; se le colocó, provisionalmente, uno de lona como las carpas de los circos. Bajo este techo actuaron infinidad de compañías líricas, dramáticas, cómicas y otras.
El teatro no contaba con mobiliario propio; pues, era costumbre que las familias que alquilaban palcos, tenían que enviar con anterioridad las sillas. Un detalle curioso, es que con el techo de lona, cuando llovía -como solía llover en Arequipa antes-, la gente de la platea tenía que abrir sus respectivos paraguas para no mojarse. Este techo de lona subsistió hasta el año 1890, en que fue cambiado por uno más conveniente; más no el apropiado. Entre 1916 y 1917, aunque algunos afirman que antes, el teatro fue convertido, a su vez, en sala de cine.
PEDRO PAULET
El arequipeño Pedro E. Paulet (1874-1945), fue el primer precursor de la aeronavegación a propulsión y pionero de los viajes espaciales. Ideó el primer motor impulsado por combustible líquido, y fue también inventor del avión sin hélice. El ingeniero Paulet se adelantó a investigadores como Tslolkovsky (ruso), Goddard (norteamericano), Oberth (húngaro), considerados como los más antiguos investigadores de la era espacial. Este gran arequipeño reveló sus diseños en 1895, motor Paulet; 1900, motor industrial con tres cohetes; y en 1902, esquema del avión torpedo para vuelo vertical y horizontal. Solía salir al campo para experimentar con cohetes de arranque, a los cuales les agregaba una carga constituida por pequeños animales vivos, a fin de observar el efecto que en éstos producía la velocidad o la extensión de vuelo. Resolvió los problemas fundamentales de la propulsión; lamentablemente tuvo que abandonar sus audaces experimentos, para atender a las exigencias prácticas e inmediatas de sus funciones públicas.
EL HIJO DEL MISTI
Cuando era niño, siempre escuché hablar a mi padre del hijo del Misti -un pequeño volcancito, remedo del Misti, que veíamos claramente cuando recorríamos la ciudad camino al aeropuerto-, el cual había sido encadenado, para que no pudiera crecer y hacer daño. Por supuesto años más tarde -ya adulto-, pensé que esta historia era sólo parte de las leyendas de la ciudad; no obstante y al parecer todo esto, tenía mucho de cierto, pues según se desprende de un artículo periodístico del diario El Pueblo (1997), se refiere la historia de un tal padre Sanhuesa, de quien la tradición dice que hizo también una ascensión al Misti, y enderezó la cruz que encontró caída. Se cuenta que por temor a que el hijo fuera, en unos años, peor que el padre, los arequipeños le pidieron al personaje mencionado, que hiciera algo por detener el crecimiento del pequeño volcán. Nadie lo creería; pero así lo hizo el sacerdote, quien mandó a construir unos enormes "zunchos" de fierro y con ellos ciñó y apretó al enano volcán, de tal suerte que ya no pudo crecer y se quedó sin fuerza para erupcionar. Dicen que así permanece hasta hoy y que si alguien lo duda, haga un viaje de doce leguas al lugar, y lo encontrará más aprisionado que bebé de madre india.
Estas son algunas leyendas, rarezas, anécdotas y otras, poco conocidas de la historia de Arequipa.
Nuestro reconocimiento a los siguientes autores e historiadores, sin cuya ayuda nos hubiera sido imposible hacerles llegar esta pequeño reseña en homenaje a nuestra querida ciudad.
Citas textuales y resúmenes:
(1): Jorge Polar - Arequipa.
(2): Juan Guillermo Carpio Muñoz - Texao.
(3): Juan Guillermo Carpio Muñoz - Texao.
(4): A. Málaga. M. - Arequipa. Estudios históricos III.
(5): T. Guillermo Vizcarra C. - Brujerías, Tradiciones..., de Arequipa.
(6): Eloy Linares Málaga - Lo que Arequipa ofrece al mundo.
(7): Eloy Linares Málaga - Lo que Arequipa ofrece al mundo.
(8): Eusebio Quiroz Paz Soldán - Historia general de Arequipa.
Arequipa y sus Misterios 2001. Pablo Nicoli
LEYENDAS SEGUNDA PARTE
LOS DUENDES AREQUIPEÑOS
"Son los duendes, según afirman nuestras leyendas arequipeñas, pequeños muchachitos resplandecientes o simples niños de menudas proporciones que son invisibles para el adulto impuro; pero visibles para los niños puros o para los animales, que son ingenuos" Otras veces son: viejos, barbados y pequeños que se pasan todas las horas de las que disponen -que son las más-, divirtiéndose con los humanos, a quienes les hacen toda clase de bromas, de las buenas y de las otras. En el primer caso se les ve haciendo piruetas y molinetes circenses, saltos mortales en el aire, delicias de atrapabolas y riéndose a grandes carcajadas. Se esconden bajo las camas, entre las alacenas, tras los muebles más pesados, en las junturas de las puertas, en los callejones oscuros; sustraen las llaves de los candados y los arrojan entre la hierba, anudan las piernas de los pantalones y en algunas oportunidades tocan una flauta o un tamborcillo que, como en el caso de las sirenas, atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar con su magia hasta sus dominios. Cuidan tesoros ocultos por siglos y saben bien dónde encontrar oro. En el segundo caso, son entidades malignas y peligrosas que causan terror a quienes los ven, y a veces hasta la muerte; esto sucede cuando de forma invisible se pegan a nuestras espaldas y no hay luego como desprenderse de ellos, lo que conlleva inevitablemente al fatal desenlace.
Se dice del origen de los duendes que son el de aquellos niños que murieron sin ser bautizados o que son fruto del pecado de sus padres que arrojaron sus fetos a los ríos; los de esta clase son los que moran bajo los manantiales o detrás de las cascadas. Asimismo, se afirma que las mujeres que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio y que no dan a luz, orinan duendes. Se dice también que vinieron escondidos dentro de las alforjas de los conquistadores españoles. Adormecen a los hombres soplándoles en el rostro o, al contrario, los reaniman con el mismo acto. Se afirma que sus excrementos son de color amarillo y que cuando caen los primeros rayos del sol se volatilizan. A veces imitan el llanto de los bebés y se les confunde con ellos.
Existen algunas formas de deshacernos de estas maléficas presencias: una es pellizcando la oreja de un niño; esto hace el efecto de que cuando el duende oye el llanto de la criatura, huye o desaparece instantáneamente. Otra forma de prevenir que los niños fallecidos sin el sacramento del bautizo se conviertan en duendes, es la de hacer una señal de la cruz con agua bendita y luego enterrar junto al pequeño, una cruz también bendecida.
AREQUIPA Y SUS HISTORIAS DE APARECIDOS.
Al parecer, las leyendas de fantasmas en nuestra ciudad, de algún modo parecen relacionarse más con el sexo femenino, ya que entre las tradiciones arequipeñas se cuentan historias como las siguientes:
LA APARECIDA DE LA CALLE SAN PEDRO
Tartufo Murillo es el protagonista de esta leyenda, quien al recogerse tarde a su casa y discurriendo por la calle San Pedro, observa en medio de la gran oscuridad, a una elegante dama, vestida toda de blanco y que se dirige a su encuentro. Don Tartufo se emociona, por lo que puede resultar un romance inesperado, sin embargo cuando los dos personajes se encuentran uno muy cerca del otro, la mujer empieza a elevarse por los aires; se trata de un alma del más allá. Don Tartufo Murillo, empalidece, moja sus pantalones y se escurre, como mejor puede, por la primera puerta entreabierta que encuentra; y una vez dentro de una oscura habitación, escucha una voz cavernosa que le dice: ¡Oh, desdichado mortal, deja que redima mis pecados; no perturbes el descanso de los que han muerto!
Nuestro espantado protagonista, al escuchar esto, cae desmayado al piso.
Al parecer, y según cuentan, el alma en pena pertenecía a la que en vida fue una monjita libertina del convento de Santa Rosa.
LA FANTASMA ATERRADORA
Desde 1830, los habitantes de la ciudad estaban espantados por la presencia de una fantasma que, desde las ocho de la noche -en una época en la que el alumbrado público consistía en algunas velas, colocadas en las entradas de las viviendas-, recorría las calles haciendo sonar sus cadenas. Se trataba de un alma descomunal, vestida con una túnica negra y enorme cucurucho, que la hacía ver aún más aterradora.
El prefecto de aquel entonces, un caballero escéptico en el tema de los espíritus, apellidado La Fuente, ordenó fuera puesta una patrulla nocturna por las calles donde se sabía hacía su aparición la fantasma. En la primera incursión de la patrulla, ésta tuvo la desdicha, de encontrarse cara a cara con la descomunal mujer, quien con poco esfuerzo hizo huir, despavoridos, a los cuatro hombres que conformaban el grupo. Una vez enterado el prefecto del vergonzoso hecho, decidió acudir él mismo, acompañado de un edecán que no conocía el miedo, para capturar a la fantasma que merodeaba por el hospital de San Juan de Dios. Cuando los dos hombres se toparon frente a frente con el descomunal ser -la que esta vez, movía de lado a lado sus herrumbrosas cadenas-, no cedieron ni un paso en sus intentos de capturar al alma en pena que tenían por delante, al contrario, avanzaron decididos a atraparla, y de pronto notaron como, la supuesta fantasma, pasó de agresora a víctima, y empezó a huir con destino al depósito de cadáveres del ya citado hospital, donde finalmente fue descubierta, oculta en la oscuridad del lugar.
Sucedió que se trataba de una dama distinguida que se había hecho pasar por fantasma, pues había sido burlada por un fulano, a quien esperaba por las calles por donde éste último transitaba todas las noches, con el propósito de matarlo; y lograr así su venganza. Para que nadie supiera su identidad, se le había ocurrido lo de hacerse pasar por fantasma.
LA LLORONA
Se cuenta que la "Llorona" fue una mujer que perdió a sus hijos y, en su terrible sufrimiento, le echó la culpa de esta desgracia a Dios; suicidándose luego. La tradición cuenta que por las noches salía a recorrer las calles y los caminos en busca de sus hijos, y se le escuchaba gritar mientras lloraba: ¡Ay, mis hijoooooos! Los que le han visto cuentan que está vestida con túnica blanca, a veces raída y sucia, y su rostro es el de una mujer hermosa y otras tantas, el de un cadáver. Se afirma que el escuchar su llanto es presagio de enfermedades, desgracias y de muerte. Sólo la cruz la intimida o la hace retroceder. Muchas veces se presenta en los bordes de las carreteras, donde espera que algún auto se detenga para llevarla. Hay conductores que se han negado a recogerla e incluso han traspasado con su vehículo su brumosa imagen; pero quienes, sin sospechar nada malo, han tenido la desdicha de recogerla, han escuchado palabras de ella como: ¡En esta curva me estrellé! ¡Aquí encontré la muerte! Y repentinamente la mujer desaparece.
LA NOVIA SIN CABEZA
Dice la leyenda que una dama distinguida que se iba a casar, cruzó la calle con destino a la iglesia de Cayma, cuando de pronto una carreta la arrolló y su cabeza, decapitada en el acto, salió rodando hacia la entrada del lugar santo. De ella, que tuvo la desdicha de morir antes de haber llegado al altar, se dice que vaga por las noches en los alrededores de la plaza de Cayma y siempre se la ve con su vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo su cabeza con una mano y llorando su desdicha. Afirman que los perros enloquecen cuando la oyen gemir. En estos últimos aspectos, su historia, tiene cierta similitud con la leyenda de la llorona.
Así que si usted, regresa a su casa por una calle solitaria, a altas horas de la noche, y por el camino observa la silueta de una extraña mujer de vestimentas antiguas, que se le acerca misteriosamente, mejor convendría cambiar de rumbo y alejarse lo más aprisa posible del lugar, y no recurrir a sus dones de Don Juan; no vaya a ser que las almas del más allá le quieran jugar una mala pasada.
ENIGMAS EN LA CALLE SAN FRANCISCO
En la última cuadra de la calle San Francisco, la que da a la plaza del mismo nombre, muchas personas que trabajan en locales comerciales, restaurantes y otros, afirman que el sector es sumamente pesado; es decir, que hay una suerte de fenómenos extraños como "poltergeist" (desplazamiento de objetos por sí solos) y apariciones (materialización de entidades fantasmales). Entre algunas historias raras se cuentan la de haber encontrado dentro de uno de los conocidos restaurantes, un círculo de cuchillos clavados sobre una meza. Puertas que se cierran por sí solas y que propician tremendos sustos a trabajadores que muchas veces quedan encerrados en reducidos habitáculos. Hay quienes también dicen haber visto la figura de un niño con vestiduras antiguas que se pasea por algún local de baile plagado de cientos de jóvenes, que apenas si se cuestionan de quién se trata. De dicho niño se cuenta que murió accidentalmente dentro de aquella casa y que se le ve ascender por escaleras que hoy ya no existen, o traspasar paredes sin que nadie pueda detenerlo.
Cuando estuvimos indagando un poco sobre las múltiples historias que en dicha cuadra se cuentan, hubo más de uno que nos miró con recelo y no quiso confiarnos lo que había visto o vivido al respecto; sin embargo, creemos que tales manifestaciones sobrenaturales le dan la nota de romanticismo a la cuadra franciscana y, quién sabe, hasta en un futuro próximo podría convertirse en una atracción turística y en una de las tantas leyendas que sobre Arequipa se cuentan.
EL TUTURUTU: ¿UN ARCÁNGEL OLVIDADO?
Ventura Travada y Córdova, en su libro: "El suelo de Arequipa convertido en cielo" (1752), detalla de forma pormenorizada como está dispuesta la pileta que se halla en la Plaza Mayor de Arequipa, y entre otros detalles describe: "Corónala un ángel por fama por cuyo buque se eleva el agua en un altísimo penacho...". Supuestamente el autor está hablando del famoso Tuturutu, pero nuestro personaje de la Plaza de Armas no posee alas, para ser considerado un ángel o un arcángel. Se sabe también que la pila fue desmontada en 1907 y el Tuturutu guardado por mucho años (hasta 1920) en un patio al interior de lo que en ese entonces era la cárcel y que hoy se conoce como el Fundo El Fierro; por lo que se afirma, graciosamente, que el Tuturutu estuvo preso.
Cabrían dos hipótesis para tratar de explicar el asunto. La primera que el ángel del cual habla Ventura Travada y Córdova no es el mismo que la estatuilla de bronce que hoy corona la pila de nuestra Plaza de Armas. La segunda sería que en algún momento el Tuturutu perdió las alas y esto no pudo suceder cuando fue desmontado, pues se conservan hoy fotos de 1850 donde se le ve en el mismo estado que hoy.
Si observamos detenidamente el Tuturutu, podemos ver que éste lleva puesto un yelmo, con un corto penacho; una mediana cabellera sobresale por la espalda y una armadura sobre el cuerpo que posee una figura circular a la altura del pecho, luego una especie de calzón o falda corta y plegada al estilo de los conquistadores españoles, y por último, un par de botas, una de éstas algo deformada: la de la pierna izquierda. Si observamos los arcángeles dibujados en los cuadros de la escuela Cuzqueña, podremos identificar algunos que tienen un alto parecido a nuestro Tuturutu, incluso algunos tocan sus trompetas; igualmente, en la parte superior del órgano que está al interior de La Catedral, puede observarse dos ángeles que portan sendas trompetas. El posible arcángel que nos ocupa era conocido antiguamente como Raguel y fue destituido de su categoría por un Papa en el 745 d.C, por considerársele un demonio vestido de arcángel. De dicho personaje se lee en un manuscrito apócrifo (Revelación de Juan) lo siguiente: "Entonces Él enviará al Ángel Raguel diciendo: haz sonar la trompeta por los Ángeles del frío, la nieve y el hielo, y calma toda clase de ira en quienes se alzan a la izquierda". Como sabemos el personaje que nos ocupa está ubicado mirando hacia la Municipalidad de Arequipa y, por tanto, su izquierda son los Portales de Flores, donde siempre hubo comerciantes. Esto al parecer no nos dice mucho, pero se me ocurrió que quizás el Tuturutu no había estado ubicado siempre mirando hacia la misma dirección. Fue así que revisando algunos dibujos antiguos de la Catedral de Arequipa y su entorno, descubrí uno realizado por E. Riou, un francés que estuvo en Arequipa a mediados del siglo XIX, y que estaba acompañado por otro extranjero, algo más conocido, llamado Paul Marcoy, Conde de San Cricq, quien nos dejó relatadas sus experiencias cuando estuvo en Arequipa. En dicho dibujo se observa claramente que sobre la pila se halla un personaje que aparenta ser un ángel sin alas; lo interesante de este grabado es que se ve que el supuesto Tuturutu está mirando hacia la Catedral, por tanto, su izquierda es hacia los Portales de San Agustín, o mejor interpretado, a los terrenos pertenecientes a la orden Agustina. Como sabemos fue el obispo Don Juan Cavero y Toledo, hijo de Don Alvaro C y T (jesuita), quien donó e hizo colocar en el año 1735 el Tuturutu o supuesto arcángel Raguel en el centro de la Plaza, autoridad eclesiástica que al parecer debió tener ciertas desavenencias con la Orden agustina. Si lo anterior es cierto, es claro entonces el porqué y el significado de que dicho arcángel fuera ubicado, inicialmente, en ese lugar y en tal posición.
Sin embargo, no sólo el documento escrito por Ventura Travada y Córdova es el único que nos da ciertas luces sobre lo que representaba el Tuturutu realmente. Pasamos a reproducir parte de un artículo publicado en la revista Caretas de Lima y que dice:
"La restauración de la Pileta de la Plaza de Armas (o Mayor) de Lima marchaba sobre ruedas pero una extraña aprehensión rondaba al arquitecto Jorge Orrego Vargas, encargado de la obra. De pronto, cuando estaba trepado en la pileta se hizo la luz: "Es un ángel", dijo para sí. Y cuando sus ojos miraron el remate de la fuente no hubo duda. El Ángel de la Fama había vuelto a coronarla, igual que 97 años atrás.
Quien tenía la misma idea era el alcalde Alberto Andrade que había sugerido al Invermet convocar a un concurso para reponer a la deidad. Orrego, que al parecer ya contaba con influencias celestiales, ganó la convocatoria. Vino después la presentación de los estudios y una maqueta del ángel ante el INC que aprobó el proyecto. Hubo necesidad de hacer hasta seis ángeles para llegar al prototipo definitivo en bronce. El ángel pesa aproximadamente 145 kilos, incluyendo las ocho columnas de la base y mide 1.43 metros. TOCA UNA TROMPETA y lleva el escudo de España como su antecesor de 1648.
El Ángel es similar al que el virrey García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, mandó forjar junto con la pileta a mediados del Siglo XVII. El diseño original fue de Pedro de Noguera.
En 1900 el entonces alcalde de Lima Federico Elguera ordenó arreglar la plaza, para lo cual hubo que bajar al ángel. Los obreros lo hicieron con tan mala suerte que la estatua cayó. Se habló de restaurarla pero nunca más volvió a volar, quizá por el mito de que era de oro".
Es clara la aproximación de la estatuilla o ÁNGEL DE LA FAMA citado con el Tuturutu. No es extraño, pues, la presencia de un ángel sobre la pila.
Entonces la pregunta es ¿cuándo perdió las alas el Tuturutu? Quizás este cuestionamiento nunca será respondido de manera definitiva.
Para concluir apuntaremos que si usted ha sido observador, se habrá dado cuenta que el brazo izquierdo del Tuturutu era bastante más corto que el derecho. Esto se debe a que en algún momento nuestro personaje, perdió también el antebrazo y una salida rápida para resolver el problema fue pegar la mano (la cual al parecer no se extravió) en el codo de la estatua de bronce. Es lógico pensar que si el Tuturutu perdió parte de una extremidad ¿por qué no con mayor motivo las alas, que por su ubicación en el cuerpo, son más débiles que el antebrazo?
En la última remodelación y entrega que hizo el ex alcalde Guillén, de la pila de la Plaza de Armas, se pudo observar que hoy nuestro Tuturutu muestra un nuevo brazo, lo cual le da un aire diferente, pero definitivamente atractivo. Sea como sea, el famoso personaje siempre será más que un adorno que, quizás como apunta el presente artículo, hasta nombre tiene. Este hombrecito se ha convertido en un símbolo que nos enorgullece a todos los Arequipeños.
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Miércoles 28 de Enero de 2009
LA TERRIBLE PROFECÍA DE UNA BEATA AREQUIPEÑA
Dibujo: Leo Ugarte Chocano
Por: Pablo Nicoli Segura.
"Generaciones de arequipeños han crecido rogando al Altísimo que jamás florezca el naranjo de Sor Ana de los ángeles Monteagudo -que se encuentra en la celda que perteneció a nuestro personaje dentro del Monasterio de Santa Catalina- y que al Santo Padre de turno no se le antoje canonizarla. De lo contrario, dicen, reventará el Misti y no quedará piedra sobre piedra en la ciudad". Eso nos dice la tradición.
De niño recuerdo haber escuchado la más terrible profecía de la beata que más o menos decía algo como: Cuando el naranjo florezca Arequipa se hundirá y el Cuzco renacerá...
"La estrecha relación de Sor Ana de los Ángeles de Monteagudo con las almas del Purgatorio, fue determinante para sus predicciones, las mismas que generalmente fueron de carácter necrológico". Al menos eso dice la página Web del monasterio arequipeño, aunque no termina de dar detalles de la forma de comunicación -¿trance?- de Sor Ana con las citadas almas. En esta parte conviene hacer notar que si este fuera el caso de tales comunicaciones, según los católicos Sor Ana habría incurrido en espiritismo voluntario o no, y lo contradictorio es que para la iglesia Católica las almas de personas en general, sean estas del purgatorio, el cielo o infierno no pueden comunicarse con los vivos, al menos así lo dice el Antiguo Testamento. Entonces ¿de que tipo de fenómeno paranormal se trata? Por supuesto muchos creyentes afirman no creer en espíritus y fantasmas, cuando se trata de la parapsicología, pero cuando esto se da en el seno de la religión, las creencias parecen cambiar de envoltura como por milagro.
"Según algunas deducciones y testimonios se presume que nació el 26 de julio de 1604, fecha que no se puede asumir como exacta, ya que su Fe de Bautismo se perdió en un incendio ocurrido en la sacristía de la Iglesia Mayor de Arequipa, antecesora de la primera Catedral de la ciudad, en 1620".
"En varias oportunidades predijo enfermedades de algunos de sus allegados; para algunos anticipó la cura, en el caso de otros, la inevitable muerte. Estos anuncios muchas veces fueron tomados con rechazo, desconfianza e incredulidad por las personas que de una u otra manera eran afectadas". Así mismo se le relaciona con el fenómeno de la bilocación, es decir, estar a la vez en dos lugares geográficos distintos.
"Las personas que la conocieron personalmente llegaron a señalar un total de sesenta y ocho predicciones todas cumplidas, realizadas por la venerable monja". Aquí habría que preguntarse si alguna se compara a la profecía de catástrofe que según la beata sufrirá la ciudad por una probable erupción y que por supuesto no nos hace ninguna gracia a los arequipeños. Al parecer cuando fue elegida Priora del citado monasterio tuvo más de un inconveniente mayor pues en varias ocasiones envenenaron sus alimentos, supuestamente, por el estricto control y disciplina que ejercía con las demás monjas, esto según el libro: Monasterio de Santa Catalina de Sena de Arequipa, del historiador Dante Zegarra López (página 429).
"Los últimos años de la venerable monja catalina transcurrieron en la oscuridad de la ceguera. Tenía mucha dificultad para caminar, sin embargo jamás se quejó o se sintió desdichada por correr esa suerte.
Antes de ser sepultada, un pintor captó sus facciones en un retrato, que es el único y verdadero testimonio gráfico que de su rostro ha quedado para la posteridad. El pintor había concurrido al Monasterio pese a que en esos días el hombre estaba afectado por fuertes dolores e incluso de una hinchazón generalizada de su cuerpo. Apenas concluyó de pintar el retrato de la venerable monja, en un pequeño lienzo y mientras salía por la portería, sanó completamente y de inmediato la enfermedad que lo había afectado en los últimos días, desapareció", (una suerte de retrato de Dorian Gray, donde la enfermedad quizás la sufre el retrato y no la persona).
"Sor Ana de los Ángeles falleció un 10 de Enero de 1686 y no fue necesario embalsamar su cuerpo, por el buen olor que despedía. Fue enterrada en el piso de tierra del Coro del templo del Monasterio.
Diez meses después, el cadáver de Sor Ana fue exhumado y encontraron el cuerpo fresco, sin mal olor y con flexibilidad comprobada de los músculos y articulaciones. Luego de su muerte los milagros continuaron; numerosos casos de personas que padecían alguna enfermedad y al encomendarse a Sor Ana o tocar alguna prenda que le perteneció, desaparecían los males que les aquejaban. Todos estos hechos motivaron a las monjas catalinas a unir testimonios y presentar una petición el 19 de julio de 1686, es decir a seis meses de su muerte, para que la venerable monja pase a ser la primera Santa de Arequipa, proceso que todavía no ha llegado a su fin". Menos mal, expresarán muchos.
La Ceremonia de Beatificación de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo fue celebrada el 2 de Febrero de 1985, en la cuidad de Arequipa, por el Papa Juan Pablo II.
Con respecto al naranjo -hoy un tronco seco- y la profecía solo nos resta decir que si bien literalmente el mensaje es preocupante para los ciudadanos que vivimos en esta ciudad, quizás se haya empezado a cumplir ya dicha sentencia en parte, hablamos de un aspecto más bien material y económico, siendo Arequipa como todos saben olvidada por años por los gobiernos de turno y en contraposición la ciudad del Cuzco bendecida con el auge del turismo mundial.
Solo queda imaginar a una monja de clausura presurosa, una mañana cualquiera, desplazándose por los corredores del monasterio yendo a avisar a la Superiora que el naranjo ha florecido, mientras los humos -quizás naranjas-del Misti anticipen en final de esta tierra volcánica.
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Martes 27 de Enero de 2009
EL VIEJO CEMENTERIO DE MIRAFLORES, AREQUIPA.
Por: Pablo Nicoli Segura.
La Arequipa del siglo XIX.
Antes de la construcción del cementerio de La Apacheta en 1833, los muertos se enterraban principalmente en el hoy desaparecido cementerio de Miraflores (iniciada su construcción en 1793), dónde actualmente sigue ubicándose dicho distrito de nuestra ciudad. Uno se pregunta ¿qué sucedió con los restos de aquellas personas? ¿Seguirán algunos cuerpos centenarios enterrados debajo de las docenas de construcciones de hoy?
Los antiguos contaban, entre ellos el bisabuelo, que siendo niños gastaban su tiempo jugando a las "escondidas", el juego más popular y espontáneo de aquellos años y que hoy casi si se ha olvidado entre los muchachos. Niños y niñas, jóvenes y jovencitas y alguno que otro adulto aún lampiño se escondían por las esquinas de las plazas de barrio, detrás de los bancos, por los recovecos de las callejuelas mortecinas junto a las altas casas de sillar, quizás al amparo de un viejo árbol casi seco y esperaban agazapados a que el contador -que contaba a veces hasta cien- terminara su labor e iniciara su infatigable búsqueda de los compañeros escondidos. Pues bien, el bisabuelo y su muchachada gustaban de jugar este juego; pero para darle algo de mayor sazón y picante -no precisamente el del rocoto- lo jugaban junto al cementerio citado. Lo jugaban también dentro del camposanto, a esas horas en la que la tarde agoniza y la noche envuelve todo con su sombra. Si ustedes creen que la actual iluminación eléctrica de Arequipa es deficiente en algunos lugares; póngase a pensar lo que era en el siglo XIX a base de velas y -que alimentaba por unos centavos el "velero"- en puertas y ventanas coloniales y uno que otro farol también a base de candela que muchas veces el viento apagaba, sobre todo en agosto. En esos años el cementerio no se cerraba como se hace ahora, a eso de las seis, y menos había alguien que cuidara las tumbas de posibles delincuentes o sacrílegos; pues todos tenían un respeto profundo a los muertos y sus manifestaciones y, por supuesto, al viejo curita del barrio, que con látigo en mano, te quitaba la lisura a la hora de confesarle al oído tus pecados y palomilladas; además esa parte de Arequipa había crecido tanto que había rodeado el camposanto y desde la ventana de las casas se pintaba el macabro lienzo de la ciudad de los muertos a tan solo unos metros. Pero sin apartarnos del camino y de la historia del bisabuelo, él le contaba así mismo a sus hijos y nietos que cuando alguien del juego se ocultaba en una fosa recién excavada, o movía algún nicho con el cajón rajado y se acostaba junto a un montón de huesos centenarios, entonces es que la cosa se ponía realmente fea para el que buscaba; pues de pronto, en medio de la penumbra de la Luna, oía la voz cavernosa de un alma en pena -en realidad se trataba de alguien del grupo que intentaba asustar al buscador y alejarlo del lugar apelando al miedo- y había que saber diferenciar entre los verdaderos muertos y los que se hacían pasar por estos. Pero había ocasiones en dónde el juego se convertía en algo serio y uno palidecía ante lo que veía delante suyo; muy junto a una escultura rajada o una cruz torcida. Recuerda el bisabuelo haber recorrido la mitad del cementerio, haber oído el llamado -las campanas de la iglesia- a misa de difuntos y de pronto haberse percatado de la presencia de algunas luces ondulantes y danzarinas; sin duda ánimas en pena, no más altas que un duende de los más pequeños, que parecían hacer procesión a lo largo del corto sendero, esparcidas por delante y detrás, y algunas más lejanas; pero igual de atemorizantes, a los lados. No sabiendo por dónde huir, pues a cualquier lado la distancia era igual de lejana, echó la desesperada carrera por cualquier parte, gritando a todo pulmón por auxilio y hundiendo los agujerados zapatos de vez en vez en la fría tierra de muerto; mientras a trancadas quebraba infinidad de huesos que sonaban como ramas secas hechas añicos. Por supuesto con sus gritos motivó la huida de una veintena de muchachos igual de asustados que corrían despavoridos cada uno a su casa -con alguno que otro pacpaco -ave de mal agüero nocturna- volando por sobre sus cabezas, a contar una historia igual de macabra; aunque no hubieran sido testigos capitales de ésta. Durante muchas semanas nadie del barrio se aventuró a repetir la aventura del juego dentro del viejo cementerio. Sólo algo más que acotar, siendo el antiguo camposanto de Miraflores un lugar dónde se enterraba a la gente a la usanza antigua, es decir bajo tierra y no en nichos como lo es hoy en La Apacheta, es dable encontrar una explicación a aquellas luces danzantes que el bisabuelo siempre juró eran producto del más allá (*), y que le trajo más de una noche de intranquilidad a nuestros parientes.
(*) Se trataba seguramente de los llamados fuegos fatuos que se mostraban principalmente en cementerios y otros lugares dónde se había sepultado una persona, animal o tesoro. Sucede que tanto las sustancias orgánicas como otras no necesariamente de esta índole, cuando han sido enterradas despiden ciertos gases -a veces tóxicos, conocidos también como antimonio- que al contacto con el oxigeno de la superficie de la tierra tienden a encenderse como llamas de una vela; pero aún más largas, lo que ligado a un lugar de ultratumba la gente tiende a pensar se trata de almas. Se les llama fuegos fatuos pues tienden a extinguirse en poco tiempo. Claro en el siglo XIX no había quién le explicara estas cosas al bisabuelo.
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Martes 27 de Enero de 2009
EL CLUB MONSTERS, NOVELA
Por: Rafael Mercado.
El club Monsters es la segunda novela del escritor arequipeño Pablo Nicoli Segura y onceavo en la relación de 12 libros ya publicados.
Se trata de una noveleta de corte sobrenatural y en donde los miembros de una sociedad oculta estipulan un, nada despreciable, premio económico a los aventureros que se arriesguen a cazar un monstruo, de aquellos que se ocultan en los sitios más olvidados de la ciudad de Arequipa y sus subterráneos, o que al menos muestren pruebas de la existencia de los mismos y narren sus historias para la elaboración de una publicación literaria.
Nicoli a reunido en esta historia una serie de personajes siniestros como demonios, hombres bestia, cultos satánicos, fantasmas, duendecillos peludos y dentados, criaturas que se ocultan en las sombras etc.
Una novela cargada de misterio y horror que gracias al estilo de Nicoli y sus técnicas narrativas nos hace preguntar cuanto de lo narrado es posible y cuanto ficción.
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Sábado 24 de Enero de 2009
IMAGEN Y LEYENDA DE AREQUIPA
Extraido de Imagen y Leyenda de Arequipa, Fundación Bustamante de la Fue
Su brillante trayectoria ha merecido el reconocimiento del Estado peruano, que lo condecoró con la Orden del Sol en el grado de gran cruz.
Pintor y escritor. Nació en Arequipa el primero de abril de 1914. Inició sus estudios en el colegio San Francisco y los concluyó en el Colegio Nacional de la Independencia Americana. Ingresó después a la Universidad de San Agustín, donde tomó parte en las protestas estudiantiles que se produjeron en oposición al régimen dictatorial que por aquella época se imponía en el país, por lo cual fue deportado a Chile en 1932. Al cabo de un año regresó a su ciudad natal y optó el doctorado en Filosofía y Letras, con una tesis sobre Lo grotesco y lo cómico del arte. Contaba ya con un bachillerato en Ciencias Naturales, al que había optado con una tesis sobre la herencia. Muy pronto inició su carrera docente, regentando las cátedras de Historia del Arte y Estética (1936-1950). Con el seudónimo de "Zontarín" colaboró en esa época con el diario El Sur. Ganó en 1943 el premio nacional de periodismo por su artículo "La abuela", de índole costumbrista.
Gracias a una beca de la fundación Guggenheim viajó ese mismo año a los Estados Unidos, con el propósito de estudiar las corrientes artísticas vigentes en ese país, experiencia que plasmó en el libro Academismo y arte moderno, publicado en 1945. En 1950 se estableció definitivamente en Lima, dedicándose exclusivamente a la pintura. A pesar de su formación autodidacta, llegó a dominar con notable maestría la técnica de la acuarela, la pintura al óleo y el arte del fresco, mostrando siempre una marcada preferencia por esta última modalidad. Ya había pintado algunos de ellos, muy notables, para instituciones arequipeñas como el Club Arequipa, el hotel de turistas y el colegio militar Francisco Bolognesi. En Lima pintó también un fresco para el ministerio de Hacienda, con el cual ganó en 1954 el premio nacional de pintura "Ignacio Merino".
Hizo otros murales para el ministerio de Educación Pública (1956), la municipalidad de Miraflores (1964) y el Panteón de los Próceres.
En 1973 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, cargo en el que estuvo por tres años, presidiendo después la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (1978-1980).
Su faceta de escritor se inició en 1975 con la publicación de Pintura contemporánea peruana, un estudio en dos volúmenes de la evolución de ese arte en el Perú republicano, con notas críticas y biográficas de los más importantes pintores. Al año siguiente publica Siqueiros, un amplio estudio del muralista mexicano, y en 1980 "La waytacha". La vida de la gente (1982) reproduce, de su autoría, 68 acuarelas y 35 dibujos, orientados a criticar tipos sociales y costumbres y cuya significación traza el pintor arequipeño en ágiles glosas. Núñez Ureta ha presidido importantes delegaciones culturales en Chile, Estados Unidos y Bulgaria a donde asistió, en 1980, invitado por la Unesco y el gobierno de Sofía, para ser condecorado por los círculos de escritores y de artistas plásticos de ese país. Ha recibido también varios premios y galardones: su tierra natal lo declaró "Hijo Predilecto", otorgándole la medalla de oro de la ciudad de Arequipa, y en la capital se le concedió la medalla cívica de la ciudad de Lima (1985). Su brillante trayectoria ha merecido el reconocimiento del Estado peruano, que lo ha condecorado con la medalla del Congreso en el grado de comendador (1988) y las palmas magisteriales en el grado de amauta (1988).
Teodoro Núñez Ureta falleció en Lima el 28 de mayo de 1988. /
JORGE VINATEA REINOSO (1900 - 1931).
Cuando Vinatea Reinoso hizo su primera muestra personal, en 1926, era ya un artista cuajado.
Nació en Arequipa el 22 de abril de 1900. Sus estudios secundarios los realizó en el Colegio Nacional de la Independencia Americana. Antes de concluirlos ya se había iniciado en el arte de manera autodidacta y era conocido por sus agudas caricaturas de conocidos personajes arequipeños. En 1918 viajó a Lima y al año siguiente expuso sus caricaturas ante el público limeño con un éxito rotundo, siendo considerado de inmediato como un caricaturista consumado a la edad de 19 años. Ese mismo año inició sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, cuando ejercía la dirección Daniel Hernández y enseñaba escultura el maestro español Manuel Piqueras Cotolí. Si bien formó parte de una corriente indigenista, en realidad su obra transformó la tradición pictórica peruana. Si su obsesión fue la variedad cromática, sus trazos se diluyeron para dar formas y volúmenes a través del color.
A esta influencia básica hay que sumarle el "indigenismo" de José Sabogal y otras influencias menores. En 1924 Vinatea Reinoso egresó de la Escuela de Bellas Artes, con la primera promoción, pero siguió frecuentando sus aulas como profesor de Dibujo y Pintura. Su estrecha situación económica lo obligó a alternar el ejercicio de la docencia con el trabajo de ilustrador de artículos y caricaturista en la revista Mundial; todo esto sin descuidar la práctica de su tarea mayor: la pintura, a la cual dedicó sus mayores energías. Cuando Vinatea Reinoso hizo su primera muestra personal, en 1926, era ya un artista cuajado, cuyo original estilo se alejaba del "indigenismo" de Sabogal, con quien compartía la vocación por el tema autóctono, y se acercaba más bien a los logros alcanzados años atrás por los "posimpresionistas" y "fauvistas" franceses, a quienes el joven pintor jamás conoció, ni personalmente ni a través de referencias, ya que por entonces eran ignorados en Lima. En 1927 viajó al sur, época de la cual data la mayoría de sus cuadros con motivos aldeanos de Cuzco y Puno. También pintó escenas urbanas de la Lima de aquel entonces y algunas vistas exteriores e interiores de las iglesias limeñas. Desafortunadamente, esta tarea singular quedó trunca ya que el artista murió víctima de la tuberculosis, a la temprana edad de 31 años (1931), luego de haber hecho frecuentes viajes a Arequipa en busca de mejoría. Sin embargo, su obra le sobrevive y es una de las más importantes del presente siglo. /
MARIANO EDUARDO DE RIVERO Y USTARIZ
Es el principal artífice de nuestra minería, arqueología, cartografía, litografía y por supuesto de la química del siglo pasado.
Por: Valmore E. Masías. Aqp.
Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz nació en Arequipa, el 12 de octubre de 1798, viajando a muy temprana edad a Londres, donde cursa estudios en la escuela de Dowling, en Highgate. Terminados sus estudios viaja a París donde se matricula en la Escuela de Minas. Pronto se hace conocer por su dedicación y habilidad, a tal punto que Von Humbolt le aconseja continuar sus estudios en la famosa Escuela de Minas de Freiberg, en Alemania. En ese país De Rivero inicia su trayectoria científica, la que basa el conocimiento mineralógico, agrícola o arqueológico, en el análisis químico, como un método certero para contrastar las hipótesis, e incluso teorías. Así es como contradice al Profesor Breithaupt, eminente mineralogista, que había anunciado el descubrimiento de una nueva sustancia, a la que denominó Melato de Hierro. De Rivero regresa a París, donde, después de minuciosos análisis demuestra que la sustancia de Breithaupt es el oxalato de hierro.
Patrocinado por Hauy, el creador de la cristalografía, presenta una memoria a la Academia de Ciencias de París, la que sustenta en la sesión del 8 de octubre de 1821, bajo la mirada escéptica de muchos hombres de ciencia consagrados. Luego de severas comprobaciones, la Academia aprueba el planteamiento de De Rivero, aceptándolo en su seno en la sesión del 5 de noviembre del mismo año. Lo extraordinario de este trabajo, estriba en el hecho de que por primera vez en la Historia de la Química Mundial, se había establecido la existencia de sales organo-metálicas, hecho cuya trascendencia es obvia.
Ya en América De Rivero viaja incansablemente a través de los territorios de Venezuela, Colombia y Ecuador, donde sus tablas barométricas, sus cuadros de temperaturas medias, sus estudios mineralógicos y de fitoquímica, geología y crenología, dejan huellas profundas en esos países. En Venezuela funda la primera Escuela de Minas y envía constantemente comunicados a la Academia de Ciencias de París, que los publica en su totalidad en sus "Anales de Física y Química".
En 1826 llega al Perú, llevando una carta de recomendación de Bolívar para el General La Mar, en ese entonces Presidente de la República, que entre otras cosas dice: "...el señor Mariano de Rivero, honor del Perú, tiene un corazón tan hermoso, como su genio. Sabe tanto, como ama lo bueno y lo bello. Nada le queda que desear, sino trabajo útil a la Patria.".
El Gobierno Peruano, reconociendo sus méritos - cosa que ya no se estila - lo nombra Director General de Minería, Agricultura, Instrucción Pública y Museos. Su labor define toda la ciencia de los albores de la República y gravita con singular eficacia en las siguientes generaciones. Viaja en condiciones harto difíciles a Cerro de Pasco, donde pone en marcha las minas abandonadas, con unos recursos limitadísimos. Sus hazañas técnicas se hacen cosa de todos los días y ya no llaman la atención. Crea nuevos procedimientos metalúrgicos, señala la importancia de los estudios químicos para el desarrollo de la mineralogía. Introduce la Química en los estudios arqueológicos, publicando con Tschudi, años mas tarde su famoso libro "Antigüedades Peruanas" (Bruselas, 1951), que es un documento fundamental para el conocimiento de nuestro pasado prehispánico.
Su libro, "Memoria de Ciencias Naturales", constituye la piedra angular de los estudios científicos iniciales en el Perú. Publica la primera revista de química de Sudamérica y edita dos libros sobre sus trabajos en Colombia, Perú y Chile, con minuciosa profusión de mapas geológicos, geográficos y topográficos.
Determina químicamente las cualidades fertilizantes del guano y del salitre, señalando su uso para reactivar la desfalleciente agricultura europea de mediados del siglo XIX.
Es el principal artífice de nuestra minería, arqueología, cartografía, litografía y por supuesto de la química del siglo pasado. Fue ágil y enterado periodista, funcionario público, probo e incansable. Diputado y diplomático, pero ante todo fue un hombre de ciencia muñido de una intensa luz interior.
Como es natural en este país, fue perseguido políticamente y se vio obligado a desterrarse en Chile, donde trabajó en beneficio de la ciencia y tecnología de ese país, pero con la mirada puesta en el Perú, no tardando en regresar para radicarse en Arequipa, su tierra natal. Aquí se aboca al estudio de las aguas termales, ampliando luego sus estudios a Puno. Estudia y señala los medios adecuados para el uso del suelo arable, y la ampliación de las tierras de cultivo, así como de los productos derivados de la industria agropecuaria. También participó en los primeros proyectos de represas y embalses para irrigaciones.
Ya maduro contrajo matrimonio con doña Águeda Pacheco de Sales, con quién tuvo cuatro hijos, dos varones que fallecieron y dos niñas. Pasado el acoso político, fue nombrado Cónsul del Perú en Bélgica. En Europa, coordinó la actividad diplomática, con continuas visitas y colaboraciones con las Sociedades científicas europeas.
Sus continuos viajes y una cierta estrechez económica debilitan su salud, cayendo enfermo y falleciendo en París el 6 de noviembre de 1868, a la edad de 70 años.
Muchos años después y tras laboriosas e interminables gestiones, su viuda recibió una pensión de nueve pesos mensuales, única retribución que recibía la familia de uno de los arequipeños mas ilustres de nuestra historia. /
CARLOS BACA FLOR, (1867 - 1941)
El artista se somete a un proceso de aprendizaje académico duro y difícil, el cual puede seguirse a través de la evolución de los desnudos.
Pintor. Sobre su lugar y fecha de nacimiento hay diferentes versiones, siendo la más aceptada la de ser oriundo del puerto de Islay (Arequipa) en 1867. Otros estudiosos lo hacen tres años más viejo y citan Camaná como su tierra natal.
La identidad de sus padres es también materia de investigación, aunque se sabe que su madre era huanuqueña y su padre un jornalero boliviano. A la muerte de éste, Baca Flor se traslada junto con su madre y su hermana Mercedes a Santiago de Chile, donde fijan su residencia. Bajo la tutela del profesor Zenón Meza realiza sus estudios en el Instituto Nacional de esta ciudad hasta 1882, ingresando luego a la Academia de Bellas Artes de Santiago, en donde tiene como maestros al italiano Giovanni Mochi y al chileno Cosme San Martín. Gracias a sus méritos artísticos se hace acreedor en 1886 al premio "Roma", consistente en una subvención para estudiar y vivir en dicha ciudad por un período de tres años, aunque la condición para hacerla efectiva era aceptar la nacionalidad chilena. Baca Flor -a pesar de su precaria condición económica- prefiere declinar la beca, ante lo cual el entonces presidente del Perú, general Andrés Avelino Cáceres, lo manda llamar a Lima y le concede una gracia similar a la que había renunciado. Ello le permite dedicarse a su arte y esporádicamente a la docencia en Lima, donde permanece de 1887 a 1890. En ese lapso pinta algunos retratos de personajes distinguidos como Scipión Llona y Antonia Moreno de Cáceres. En 1890 obtiene finalmente una pensión del gobierno para estudiar en Europa, a donde parte previa escala en Chile para visitar a su madre. Arriba a París el 7 de junio de dicho año, aprovechando su estancia para visitar museos y exposiciones. Pasa luego a Roma, donde se somete a un riguroso examen de admisión a la Real Academia de Bellas Artes. Aquí tiene ocasión de perfeccionar su talento artístico, siendo discípulo del pintor español Francisco Pajilla. La Ciudad Eterna, cargada de arte y cultura, deslumbra por cierto a Carlos Baca Flor. El artista se somete a un proceso de aprendizaje académico duro y difícil, el cual puede seguirse a través de la evolución de los desnudos que realizó por esos años y de las cartas personales que dirigió a su amigo Scipión Llona, en Lima.
Regresa a París en 1893 y se matricula en la Academia Julian, dirigida por Jean-Paul Laurens y Benjamin Constant; entra con tan buena estrella que obtiene once medallas de primera clase. Posteriormente recorre el sur de Italia, y principalmente la isla de Sicilia, donde capta escenas de costumbres y tipos populares. La vida nocturna de París le atrae de modo acentuado, como se deja notar en sus cuadros de sorprendente modernismo postimpresionista (al cual no volverá después), vinculado con la técnica de Vuillard. Al mismo tiempo se perfecciona en el retrato y cosecha buen lote de admiradores. En 1907, a raíz de su participación en el Salón de Artistas de Francia, llama la atención del millonario norteamericano John Pierpont Morgan, quien lo invita a Nueva York, en donde en poco tiempo se convierte en el retratista favorito de la alta sociedad. Crecen tanto su fama y su prestigio que le permiten alquilar un taller en Manhattan, el que lamentablemente es afectado por un incendio en 1914, siniestro en el que el artista pierde un apreciable número de sus obras, bocetos y libros de arte. Entre sus obras se encuentra media docena de retratos de John Pierpont Morgan, junto con los retratos de personajes célebres como los cardenales Bonzano y Eugenio Pacelli (futuro Papa Pío XII), el presidente de la Bolsa neoyorquina W.B. Dickerman y los banqueros George Baker y E.L. Marston.
En Irlanda en 1938 pinta al presidente Eamon de Valera. Su mayor esfuerzo se concentra en captar con su pincel fielmente la realidad, dejando traslucir el carácter moral de los personajes que retrata. Baca Flor fue incorporado en 1926 al Instituto de Francia, como miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes (sección Pintura). Con ello volvió definitivamente a París -ciudad que no había dejado de visitar- y, hallándose en la cumbre de la fama, ocupó en Neuilly el estudio que había pertenecido a Puvis de Chavannes. A su muerte, ocurrida el 20 de febrero de 1941, todas sus posesiones pasan a poder de Marie-Louise Faivre y Olimpia Arias, la una francesa y la otra española, que se habían desempeñado como sus secretarias. El traspaso de sus bienes se amparó en un documento suscrito seis años antes en Nueva York, que se presume habría sido una seudoventa hecha por el pintor en reconocimiento a la dedicación que estas mujeres le prestaron en sus últimos años.
De todas formas, muchas de sus pinturas pasaron luego a manos del gobierno peruano, que las empleó para formar la colección inicial de pintura contemporánea del Museo de Arte de Lima. Además de los retratos que le dieron amplia fama, dejó cuadros de escenas religiosas, calles francesas y hermosos paisajes de Europa y Norteamérica. /
ALEJANDRO MÁLAGA MEDINA.
Fue además Co-autor del importante libro "Historia General de Arequipa", de la Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Arequipa 1990.
Fuentes:
Historia General de Arequipa (1).
Historiador: Edgar Chalco Pacheco (2).
(1) Nació en Socabaya, Arequipa el 26 de abril de 1935, aunque vivió desde su infancia en Yarabamba. Hijo de Eliseo Málaga Rodríguez y de María Medina Gutiérrez. Estudió en la Escuela 969, en el Seminario Menor San Pedro, revalidando su instrucción en el colegio de la Independencia Americana. Estudió asimismo en el Seminario San Jerónimo. Se casó con Gabriela Núñez Zeballos en 1965. Se recibió como Bachiller en Letras, Doctor en Historia en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa; Archivista con estudios en la Escuela Nacional de Documentalistas de Madrid, España. Catedrático Principal a dedicación exclusiva en la UNSA y profesor de historia. Fue jefe del departamento académico de Historia en dos períodos, Director de la Escuela de Historia y Vice-Rector Académico.
Perteneció a numerosas instituciones como Miembro Correspondiente del Centro de Estudios Históricos de Tucumán, Argentina y del Consejo Internacional de Archivos (CIA); Miembro del Instituto de Cultura Hispánica; de la Asociación Latinoamericana de Paleógrafos; de la Academia Peruana de la Historia; de la Sociedad Peruana de la Historia; del Instituto de Estudios Históricos Marítimos del Perú; de la Asociación Peruana de Archiveros; de la Sociedad Bolivariana del Perú; del Instituto San Martiniano del Perú; del Instituto Ramón Castilla y del Instituto Peruano de Historia Eclesiástica.
Malaga publicó numerosos libros como: "Reducciones Toledanas en Arequipa", Arequipa 1989; "Arequipa, Estudios Históricos", 3 tomos, Arequipa 1982-1985 y 1987; "El Valle del Colca. Cinco Siglos de Arquitectura y Urbanismo" (Co-autor), Argentina 1986; "Andenes y Camellones en el Perú Andino" (Co-autor), Lima 1986; "Pueblos de Indios en América (Co-autor), Madrid, en prensa; "La tasa de Toledo", (Co-autor), Lima 1975; "Visita General del Perú por el Virrey Don Francisco de Toledo", Arequipa 1974 y "Fuentes Documentales para la Historia de Arequipa", 2 tomos, Arequipa 1975 y 1978. También los folletos: "Historia General del Perú", Arequipa 1969; "Índice de los Manuscritos Arequipeños, existentes en el ", "Archivo General de la Nación", Arequipa 1972; "Archivos Arequipeños", Arequipa 1982, 85 y 86. Fue además Co-autor del importante libro "Historia General de Arequipa", de la Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Arequipa 1990.
Fue becado por la UNSA en 1960-61 para especialización en Paleografía y Archivista en la ciudad de Lima; por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Instituto de Cultura Hispánica en 1969 y 1976, para realizar investigación Histórica en Archivos Españoles y Especialización en Archivística; por la Fundación Ford, para Investigación Histórica, 1974; de Intercambio Cultural Peruano-Alemán en 1985; en 1989 el mismo Instituto lo beca para Investigación Histórica en España y el Vaticano.
Ganó el Primer Puesto en el Concurso Histórico de la Fundación "Manuel J. Bustamante de la Fuente", 1971; y del Concurso Periodístico U. Neisser en 1979. Medalla de Oro de la ciudad en 1986.
Fue Miembro del Consejo Asesor del Episcopado Peruano y Fundador de la revista "HISTORIA", de la UNSA, además de participante y organizador de certámenes científicos nacionales y extranjeros.
Condecorado con las Palmas Magisteriales en 1994. En 1995 fue declarado Profesor Emérito de la Universidad Nacional de San Agustín.
(2) Ocurrido el fallecimiento del Dr. Alejandro Málaga Medina (22 de diciembre de 1995), fue un noticia que conmovió a un buen número de pobladores de la ciudad de Arequipa, el velatorio se realizó en el Paraninfo Arequipa, de la Universidad Nacional de San Agustín, de donde sus restos los condujeron a la Catedral para la misa de cuerpo presente en la mañana, el doblar de las campanas acompañaban al paso lento de quienes conducían la féretro, en la Catedral se encendió la lámpara gigantesca, (Araña), que solamente ocurre para personajes importantes de la ciudad, la misa la celebró Monseñor Fernando Ruiz de Somocursio, con la presencia del Prefecto y autoridades de la ciudad, ya para el medio día los restos lo llevaron para el Cementerio Jardín de Arequipa, la fila de ómnibus de la Universidad, los carros particulares, era interminable.
En el Cementerio se dieron discursos fúnebres de despedida a tan insigne personaje, entre uno de ellos fue el del Dr. Manuel Zeballos Vera, ex Rector de la Casa Agustina, haciendo una remembranza de los momentos que trabajaron juntos, y la gran pérdida que significa para nosotros.
Los restos de Alejandro Málaga fueron depositados en un nicho de los pabellones, del Cementerio "Jardín de Arequipa, hoy descansa en un mausoleo familiar.
El año 1999, por el día del Aniversario de la Escuela de Historia de la UNSA. Conjuntamente con los alumnos se hizo una romería al cementerio recordando a tan ilustre maestro agustino. A la fecha,
en el Museo Municipal de Arequipa, en ceremonia especial, ya fue incorporada la imagen de Alejandro Málaga Medina, en la galería de Arequipeños Ilustres. /
JULIO MÁLAGA GRENET (1886-1963)
Julio Málaga Grenet fue un liberal. Su intransigencia con los gobernantes era tan absoluta que hizo de su vida una blasfemia y de su desprecio una religión.
Por: Oscar Luna.
Nació en Arequipa el 25 de febrero de 1886, estudió educación primaria en el Colegio de San Francisco de Arequipa, donde destaca como eximio dibujante. A los 17 años envió algunos dibujos de género (ilustraciones) al semanario Actualidades, y fueron tan celebrados que el director le ofreció trabajo permanente. En 1903 publica sus primeras caricaturas en la revista Actualidades y en esa misma época colabora en el semanario Ilustración Peruana. Entre 1906 y 1907 compartió con Leonidas Yerovi la dirección artística de la revista Monos y Monadas. En 1909 llega a ser director artístico de Variedades y Gil Blas. La clausura impuesta al semanario Figaro por la mordacidad de una caricatura suya, lo indujo a dejar el país y es así que en 1910 viajó a Buenos Aires y en esa ciudad publica sus caricaturas en Caras y Caretas notable semanario de actualidad, donde rápidamente logró 81 imponerse como el primer dibujante del momento en esa ciudad, por lo cual se le confió la dirección artística. También colabora en Plus Ultra, El Hogar y Mundo Argentino, Ultima Hora, La Razón, Giornale d'Italia y Crítica (donde usó el seudónimo Faber); y desde allí participó en Les Annales, La Flambeau y Le Matin de París, donde ganó prestigio internacional.
Requerido para contribuir en la edición del diario El Perú, en 1916 regresa a Lima, y también por esa fecha animó las páginas de Excelsior y Don Lunes. Reconocido su prestigio, sus obras son expuestas en los mejores Salones de Lima y Buenos Aires, por lo que en 1921 fue nombrado director artístico del suplemento literario del diario La Nación de Buenos Aires. Decide viajar a Nueva York, en 1923 y buscar fortuna con sus caricaturas y dibujos periodísticos, diseños de modas, afiches comerciales o retratos. Satisfizo así su propósito de asociar el triunfo artístico y el éxito económico. Allí fue requerido en Herald Tribuno, Haspers Bazar, Good Hose Keeping, Ladies Home Journal, Cosmopolitan y otras publicaciones. Málaga Grenet es de los pocos artistas en este género que cosechó éxitos a través de su pluma, elegante y sutil. Decide viajar a Europa en 1930, llegando primero a la ciudad de Madrid, para luego trasladarse a Portugal y París, lugares en los que ratificó su prestigio como dibujante gráfico. En 1935 retorna a Lima, integrándose a las revistas Excelsior y Cultura Peruana y un año después viajó a Buenos Aires para trabajar en El Sol. También colaboró en el diario La Crónica en el año 1942. Fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes en 1943, para enseñar el arte del afiche. De 1950 a 1956 trabajó como subdirector de la mencionada escuela, reafirmando la acogida que tenía en las artes plásticas. Su estilo llegó a ser inconfundible: limpio y seguro, sin detalles inútiles, mordaz y a veces cruel en la expresión de sus personajes. Existe un aspecto importante de nuestro caricaturista que es necesario conocer. En una ocasión, el ex diputado aprista Nicanor Mujica Álvarez Calderón comentó lo siguiente "Málaga Grenet tenía una característica singular para caricaturizar. Nunca tomaba apuntes de las personas que se colocaban en actitud de pose. Prefería conversar con ellas, extraer de un cambio de ideas vivo e irónica, los gestos principales del personaje que luego en serena soledad de su estudio trazaba las geniales líneas faciales".
Julio Málaga Grenet fue un liberal. Su intransigencia con los gobernantes era tan absoluta que hizo de su vida una blasfemia y de su desprecio una religión. Pero no era una blasfemia de creyente religioso sino que fue un caricaturista rebelde que luchó contra las injusticias. En uno de sus comentarios, el escritor Hernán Velarde dijo que "Málaga Grenet era el descontento general condensado en un hombre". Desde nuestro punto de vista Julio Málaga Grenet fue el más grande caricaturista nacido en el Perú. Diseñó miles de caricaturas con un talento inconfundible. Dibujó a sus personajes con una creatividad artística sobresaliente. Un hombre dedicado a su vocación de dibujante, autodidacta que encontró su propio desarrolló a través del incesante trabajo en la gráfica. Julio Málaga Grenet murió en Lima el 31 de enero de 1963. En su homenaje póstumo, Ugarte Eléspuru refirió "que lo apreciaba más como periodista que como pintor, pero dada su capacidad para registrar las cualidades humanas destacaba dentro de su oficio". (Cultura Peruana. Enero/Abril 1963, Lima).
No obstante lo afirmado por el autor de la nota, sus obras han pasado a ser de propiedad pública y son parte del espíritu objetivo de la nación, de su herencia colectiva. En cuanto narrador oficial, nos expone una realidad subjetivamente vivida, sufrida, experimentada, y no reexperimentada en la imaginación sino en los asuntos que conciernen al grupo al que un hombre pertenece, ya sea una nación, una clase o la humanidad. El verdadero legado de Málaga Grenet se basa en los acontecimientos históricos trasladados al ámbito de las artes aplicadas cuyos relatos gráficos con contenido social y político están expresados estéticamente. /
VICTOR N. BENAVENTE FLORES
Premiado por el Consejo Municipal de Arequipa con medalla de oro y pergamino por "la Historia Sintética de Arequipa", con motivo del cuarto centenario de la fundación.
Por: Rafael Mercado y Víctor Castillo.
Víctor N. Benavente Flores, nació en Arequipa un 28 de julio de 1904, sus padres fueron Roberto Benavente del Carpio y Beatriz Flores, fue el segundo de 8 hermanos; cursó estudios en los colegios San Jerónimo y el Colegio Nacional de la Independencia Americana, se graduó como Bachiller de la Facultad de filosofía y letras de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y como abogado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1929.
Ejerció la abogacía a través de una interesante ejecutoria, también se desempeño como Juez Suplente de Arequipa en 1940, mas tarde, como Defensor de Oficio de la Zona Policial de Arequipa.
El periodismo también fue su ocupación cotidiana y escribió permanentemente sobre acontecimientos sociales en las páginas de los diarios el Deber y el Pueblo. Era aficionado a redactar asimismo sobre temas de tauromaquia bajo el pseudónimo de Don Tacredo. Colaboró en publicaciones tan afamadas como La Revista Mundial, que se editaba semanalmente en Lima, con artículos como "La Catedral de Arequipa a través de la Evolución Histórica de su Pueblo", donde Víctor N. demostraba, además, su minucioso trabajo de historiador.
Las aulas no fueron ajenas a él, trabajó como profesor de historia del Colegio Mercedario San Pedro Pascual, además fue muy querido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por ser uno de los gestores de su arribo a la ciudad de Arequipa, para la fundación de la Escuela Normal, que posteriormente se convertiría en el Colegio de la Salle.
Hoy a más de cien años de su nacimiento debemos señalar que su corta pero fecunda vida, estuvo caracterizada por su romanticismo, catolicismo practicante y sobre todo su amor a las tradiciones de Arequipa.
Admirado por la comunidad arequipeña al poseer cualidades de líder. Una memoria impresionante, sumándose a sus dotes de orador y una poderosa voz, le valió el apelativo de "Pico de Oro".
Víctor N. Intelectual múltiple e inquieto, se dedicó a la dirigencia institucional y a la vida política, convirtiéndose en uno de los parlamentarios más jóvenes de la historia peruana; con tan solo 26 años fue diputado por la Provincia de Tahuamanu, perteneciente al Departamento de Madre de Dios.
Premiado por el Consejo Municipal de Arequipa con medalla de oro y pergamino por el trabajo "la Historia Sintética de Arequipa", con motivo del cuarto centenario de la fundación de dicha ciudad.
LA HISTORIA SINTÉTICA DE AREQUIPA
El año de 1940 era particularmente importante para Arequipa, era alcalde de la ciudad Julio Ernesto Portugal y se conmemoraba el cuarto centenario de la fundación española. Dice nuestra ciudad que este alcalde es sin duda el más reconocido en todo el siglo XX, tanto por sus obras materiales como culturales.
A Julio Ernesto Portugal se debe la convocatoria a un concurso muy sui generis, debía abordarse de modo muy sintético la historia de la ciudad de Arequipa. Las bases demandaban escribir un trabajo histórico sobre la ciudad blanca en tan solo cien páginas en papel, porte oficio a renglón abierto. A tal empresa se consagró Víctor N. Noche tras noche con encomiable perseverancia y el apoyo de un asistente.
Tres fueron los trabajos finalistas, incluyendo el del joven Benavente, bajo el pseudónimo de bachiller Cantalapiedra. No sólo las bases eran exigentes sino también el jurado de polendas, integrado por Santiago Martínez, Manuel Suárez Polar y el Tribuno Francisco Mostajo, quienes luego de deliberar se inclinaron por la obra de nuestro personaje, por dos votos contra uno, de Mostajo, precisamente.
Respecto al voto discrepante de Mostajo, los críticos aseveran que él desplegaba su ego contra figuras jóvenes y emergentes como era el caso de Benavente.
En la primera edición del Diccionario Biográfico del Perú 1943-1944 aparece su nombre y trayectoria y cuando ya todo hacía prever un futuro más que destacado, la muerte lo sorprende, nos sorprende a todos.
LA MUERTE DEL ROMÁNTICO AMANTE DE AREQUIPA
El 4 de octubre de 1944 el gran Víctor N. participó de un ágape ofrecido por la orden franciscana por el día del Santo de Asís, allí almorzó como obispo y se retiró a la corte para una audiencia en defensa de un cliente, era tarde y mientras sustentaba sus alegatos, cayó al suelo víctima de un derrame cerebral, del que no pudo recuperarse; feneciendo el 8 de octubre tras cuatro largos días de agonía.
Fue uno de los entierros más apoteósicos y tristes que vio Arequipa, crespones negros en las puertas arequipeñas. Por la plaza de armas fue paseado, las banderas se izaron a media hasta y al compás de la Marcha de Moran y en caravana fue llevado hasta el cementerio de la Apacheta, es allí donde descansan los restos del último romántico amante de Arequipa, que el beso frió de la muerte se llevó joven y seguramente con un porvenir brillante y gigante como el Misti.
(Nota del editor). He tenido la oportunidad de leer La Historia Sintética de Arequipa y la verdad es que se trata de un muy buen trabajo histórico que es necesario volver a editar para deleite de las nuevas generaciones. Ojala alguna institución cultural pública o privada se ocupen en recuperar un material tan importante para nuestra ciudad. /
HIPÓLITO SÁNCHEZ TRUJILLO
La obra de este sabio arequipeño mereció el reconocimiento de diversas sociedades científicas del país y del extranjero que lo honraron nombrándolo socio correspondiente.
Fuente: Escuela Virtual Backus. (Enviado por uno colaborador V.M.).
La ciencia de la Astronomía y el estudio de los fenómenos estelares han logrado un avance increíble y hoy es posible predecir con extrema exactitud eclipses y otros eventos astronómicos. Sin embargo, los cálculos matemáticos de un arequipeño del siglo XIX se anticiparon en mucho al actual conocimiento de la mecánica celeste. Este hombre sabio que, también, sobresalió en el campo del derecho y el periodismo fue Hipólito Sánchez Trujillo.
Nació el 12 de agosto de 1818 en el hogar de don Vicente Sánchez Trujillo y doña Isidora Fernández Martínez en la casa Nº 111 de la calle Sucre, en el centro de Arequipa. Cursó estudios escolares en el Colegio de la Independencia Americana y los superiores de Derecho Natural, Internacional, Civil y Canónico en el Colegio de la Merced, ingresando luego a la Universidad Nacional de San Agustín, dónde convalidó sus estudios de Jurisprudencia y se graduó recibiéndose de abogado en 1844.
Sin embargo el aspecto fundamental del aporte de Hipólito Sánchez Trujillo y para valorar la importancia e impacto que tuvo éste en el mundo científico de la época, hemos de remitirnos a su obra "Efemérides Astronómicas del Sol y de la Luna", que publicó en 1857. En ella están calculados con asombrosa exactitud los eclipses de Sol y de Luna que habrían de producirse del año 1856 hasta el año 2000. Las horas de inicio y fin del fenómeno están calculadas para las coordenadas de Arequipa. ¿Cómo se explica que en el siglo XIX, un arequipeño con solo unos cálculos y observaciones haya logrado tal hazaña científica? ¿Más aún, considerando que había elegido como profesión la de abogado?
Como hombre de leyes prestó servicios por espacio de 44 años a Poder Judicial, llegando a ser presidente de la Corte Superior de Justicia en varios periodos. Por privilegio exclusivo del Estado, publicó el "Formulario para los Jueces de Paz". En 1863 fue elegido Senador Suplente por el Departamento de Arequipa. Cuando en 1871 vino el Presidente Balta a inaugurar el ferrocarril Arequipa-Mollendo, fue recibido por Hipólito Sánchez Trujillo, quién presidía la Comisión nombrada por el Prefecto para la ocasión. Como abogado defendió siempre gratuitamente a los pobres. La fructífera vida de Hipólito Sánchez Trujillo abarcó, también, el campo de la Educación; fue profesor de Mecánica, Física, Astronomía y Matemáticas del Colegio de la Independencia Americana, publicando el texto "Prontuario del Sistema Métrico Decimal". En agosto de 1866, fue nombrado Rector y desde ese cargo redactó un reglamento de importantísimo alcance pedagógico.
También se desempeñó en el periodismo. Cuando el General Ramón Castilla sitió Arequipa en 1858, Hipólito Sánchez Trujillo publica su periódico "Vencer o Morir", donde manifiesta su valiente opinión. Lo mismo haría durante la Guerra con Chile. Además fue redactor, enérgico y patriótico de "La Razón" y de "La Bolsa".
La obra de este sabio arequipeño mereció el reconocimiento de diversas sociedades científicas del país y del extranjero que lo honraron nombrándolo socio correspondiente. Pero fue en 1868 cuando su fama alcanzó el aplauso mundial. El 13 de agosto de ese año, un terremoto sacudió Arequipa dejándola en ruinas. Las autoridades de la ciudad acudieron a Hipólito Sánchez Trujillo para que explicara, en base a sus conocimientos científicos, las causas del terremoto, y lo que más les interesaba, si se repetiría y en que condiciones. Hipólito Sánchez Trujillo tuvo la audacia y valentía de refutar al reconocido sabio alemán Rodolfo Falke, en su teoría predictiva de terremotos, demostrando que estaba equivocado. Lo que provocó una controversia internacional, de la que salió vencedor el sabio arequipeño.
Este trabajo junto con su estudio astronómico le valió el reconocimiento mundial, habiendo sido nombrado, en mérito a su aporte científico, Socio Correspondiente de varias Sociedades Científicas de Europa y América,
En medio de la estima y el respeto de todos sus conciudadanos Hipólito Sánchez Trujillo, falleció el 8 de junio de 1893, a la edad de 75 años. /
VENTURA TRAVADA Y CÓRDOVA.
Tomando como pretexto la inauguración del Monasterio de Santa Rosa en 1747, el padre Travada quiso "copiar en un solo rasgo la hermosura" de su ciudad.
Jorge Basadre llama al presbítero Ventura Travada y Córdova "memorialista venerable", y Raúl Porras dice que tiene para la historia de Arequipa "el mismo valor que Cobo y Montalvo para la de Lima". Eusebio Quiroz paz Soldán, por su parte, lo califica de "uno de los monumentos de la historiografía inicial arequipeña." (1) Mostajo opina que "su prosa es perlada, poética y gongorina". Pablo Nicoli nos dice que "Travada y Córdova es el iniciador del género fantástico en la región y uno de los primeros en el Perú".
Por César Sánchez Martínez.
EL PRIMER HISTORIADOR AREQUIPEÑO: "EN EL CIELO DE TRAVADA"
Hace doscientos cincuenta y un años, el 18 de abril de 1758, el vicario Pedro Murillo sepultaba en la Iglesia de la Recoleta a un cura rural "con derechos sencillos, porque murió como pobre"; escribió en la partida de entierro. El difunto era Buenaventura Fernández de Córdova y Peredo, párroco durante mucho tiempo de Salamanca, y otros pueblos de la sierra arequipeña. Considerado por Francisco Mostajo como el mejor poeta en prosa de esta tierra por su libro El Suelo de Arequipa convertido en Cielo, obra que el clérigo compuso en 1752 con el nombre de pluma con el que ha pasado a la historia: Ventura Travada y Córdova.
Había nacido el 14 de julio de 1695 en esta ciudad, hijo de don Juan Fernández de Córdova, natural de Locumba y de la arequipeña doña Francisca de Peredo; años después adoptaría como nombre de pluma el apellido de su padrino de bautizo, Antonio de Travada. Destinado desde su juventud al clero, sirvió como sacerdote en Camaná, Cabanaconde, Lari, Salamanca y Pocsi, transcurriendo su vida como la de cualquier cura de campo dieciochesco alejado de la corte episcopal, pero en su caso particular entregado a la lectura, especialmente de escritores menores de la antigüedad cristiana y de filósofos como Platón y Pitágoras.
Ese acervo clásico le serviría para redactar el voluminoso manuscrito que viera luz un día de 1752, con el largo título de El Suelo de Arequipa Convertido en Cielo En El Estreno del Religioso Monasterio de Santa Rosa de Santa Maria que fundó EL Ilmo. Señor Dr. Dn. JVAN BRAVO DE RIVERO DEL CONSEJO DE SU MAGESTAD DIGNISSIMO OBISPO DE AREQUIPA, por el Doctor Don Ventura Trabada.
Tomando como pretexto la inauguración del Monasterio de Santa Rosa en 1747, el padre Travada quiso "copiar en un solo rasgo la hermosura" de su ciudad natal; empezando por describir su Suelo, exponiendo "su primera fundación gentílica", los "crueles insultos" (terremotos y erupciones volcánicas) que han afectado a la ciudad, "su fundación cristiana y sus blasones, tocará la pluma las heroicas lealtades que han hecho uno y otro sexo", así como otras cosas interesantes con respecto al orden temporal de Arequipa; luego se ocupará de su Cielo, representado por la segunda parte del manuscrito, dedicada a la historia eclesiástica de la diócesis y sus obispos y la exaltación celeste de la Iglesia de Arequipa, donde cada orden religiosa y cada iglesia representa un Signo del Zodíaco.
En este punto las referencias a la mitología clásica y las elaboradas construcciones retóricas se hacen bastante copiosas, demostrando la erudición y talento del cura de Pocsi para la composición literaria barroca. La última parte corresponde al estreno del Monasterio de Santa Rosa, precedido de un preámbulo donde el clérigo exhibe su erudición mitológica a propósito del viejo nombre arquetípico de la Rosa (...). Casi todos los que se ocuparon de este libro, criticaron el énfasis en milagrerías del buen Padre Travada, expresado en una de las secciones de la Primera Parte, donde refiere los múltiples sucesos prodigiosos y sobrenaturales ocurridos en Arequipa.
El recuento de prodigios era un lugar común en la explicación aristotélica de la realidad, especialmente en materia histórica, pero ya para los tiempos del autor de El Suelo se le consideraba como superada. Travada la conservó pues se ajustaba a las necesidades de expresión del discurso criollo arequipeño de su tiempo, que requería de una elaborada y erudita exposición barroca, relativamente tardía para su época pero capaz de aumentar exponencialmente el prestigio de su suelo, en el contexto en que una ciudad recoleta de comerciantes e hidalgos labriegos ingresaba con tardanza en el juego identitario de la exaltación de la urbe criolla, en que otras ciudades peruanas como Cusco o Lima -e incluso Potosí- llevaban harto tiempo enfrascadas. (...)
Es un verdadero deber, ahora más que nunca, reivindicar a este sabio escritor olvidado, considerado por el difunto Guillermo Galdos Rodríguez como el mejor prosista arequipeño de todos los tiempos, y que representa la figura fundacional de la literatura, la historia e incluso la filosofía estética en Arequipa.
Nota: Fue Don Manuel de Odriozola, el primero en descubrir y publicar en la colección de los "Documentos Literarios del Perú", Tomo X, el libro, con el título de "El Suelo de Arequipa convertido en Cielo". Odriozola lo tomó seguramente de los manuscritos que existían, según Don Manuel de Mendiburu en la Biblioteca Nacional. Parece ser que existían varias copias del libro, según el P. Barriga. Una en el museo Prado de Chorrillos (Lima); otra en el Seminario de San Jerónimo (Arequipa) y la copia que hizo Zamácola se hallaba en poder del Dr. Alejandro Vivanco (2).
* (1) Imagen y Leyenda de Arequipa (página 107) y agregado.
* (2) El Suelo de Arequipa... 1958 (página 5 y 6). /
» Escrito por Arequipa a las 6:48 1 comentario
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Etiquetas: biografias ii
Martes 3 de Febrero de 2009
FENÓMENOS INEXPLICABLES EN LA COSTA DE AREQUIPA
Por: Pablo Nicoli Segura.
Desde que tengo uso de razón siempre pasé mis vacaciones escolares en las playas de nuestra costa arequipeña. Durante esos años pude escuchar una serie de relatos orales sobre lo que la gente cree son historias sobrenaturales algo así como leyendas que a veces están bañadas no sólo de agua salada de mar, sino de imaginación, recuerdos que con los años se tornan más intrigantes, con agregados, etc. Por ejemplo a mi me contó una señora muy amiga de mi familia que cuando ella era pequeña, pudo ver claramente, un fuego inexplicable que salía del mar, en plena noche Mollendina, cerca del actual muelle que recientemente fue reparado. La señora dice que no lo imaginó; pero que no puede encontrar explicación a este fenómeno.
Por otro lado, recuerdo también que cada año mi familia y yo nos alojábamos en un antiguo hotel Mollendino que pertenecía a mis tíos; el conocido Hotel Europa (hoy pensión El embrujo), que quedaba en una esquina, frente al segundo parque de Mollendo. Resulta que dicho lugar había sido alguna vez un gran hotel lleno de objetos y muebles importados y valiosos; pero que con los años se había convertido en el espectro de lo que fue. Allí podían verse en cada habitación muebles apiñados, algunos buenos y otros inservibles, grandes espejos desgastados y cuadros donde se descubrían antiguos vapores comerciales que al menos yo nunca vi llegar al puerto. Alguna vez mi tío me habló de un antiguo velero fantasma que de vez en vez era visto surcando la costa de Mollendo, frente al famoso castillo encantado. Se trataba de un barco cuyo enigmático paso por aquellas aguas, era considerado el anticipo de alguna desgracia. Dijo mi tío que una de las pocas veces que se le vio fue unos días antes de la invasión chilena a Mollendo, en plena Guerra del Pacífico, y que terminó en el incendio de gran parte de la ciudad y de otras atrocidades innombrables (el fantasma del ahogado que llama desde el mar y que desaparece cuando uno llega al rescate).
Como complemento al tema de lo fantasmal, no era difícil ver, o quizás sólo imaginar, los espectros que deambulaban de noche por el hotel. Una vez me pareció ver claramente algo blanco y repentino cruzar por la gran habitación/despacho de infinidad de ventanas que miraban al mar, desde el segundo piso del hotel. Otras tantas veces me llevé un buen susto con la presencia de algún gato techero, a los cuales mi tía tenía por costumbre alimentar.
Unos años después de que fallecieran mis tíos, el hotel fue abandonado y por años casi nadie lo ocupó. Cuando yo regresaba a veranear, entre la adolescencia y la edad adulta, pasaba siempre cerca de la edificación y me daba nostalgia; pues lo veía olvidado, aunque me gustaba pensar que los fantasmas seguían allí y quizás mis parientes fallecidos les hicieran ahora también compañía.
Para finalizar, sólo nombrar que en nuestra costa arequipeña se nombran historias legendarias como la de la sirena de Arantas, que fue un caserío que existió hace muchos años, situado entre Mollendo y Camaná. En Mollendo mismo la historia del "Cura sin cabeza" (también contada en Arequipa), "La mujer de negro", "El degolladito" quien tiene un mausoleo en el cementerio general y a quien se le atribuyen numerosos milagros. Es muy conocida también la historia de "El Caballo blanco" y otras leyendas imborrables.
Por supuesto pocos han visto -no en verano, sino en el invierno de nuestra costa- aparecerse a la distancia y mientras uno camina solitario por la playa y la bruma marina a un extraño personaje que se delinea humano; pero decididamente sobrenatural que por más que uno se empeña no alcanza a definir; personaje que de pronto desaparece como si se tratara de un espejismo o quizás del mismo fantasma del ahogado que ya mencionamos. /
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Domingo 1 de Febrero de 2009
HISTORIAS INSÓLITAS EN TORNO AL VOLCÁN MISTI
Por: Pablo Nicoli Segura.
Según se afirma en el libro: El Misti biografía de un volcán, de Pablo Masías, (edición 1977, páginas 118 y siguientes) son varios los cadáveres de personas -conocidas o anónimas- que se han encontrado a lo largo de los años en las inmediaciones de nuestra montaña más famosa.
A lo largo de la historia de Arequipa se han extraviado infinidad de personas al intentar escalar sus pedregosas y también resbaladizas laderas. Uno de los casos menos difundidos fue el de los excursionistas ingleses Ryder y Rothwell que desaparecieron sin dejar rastro alguno en el año de 1878, según lo informó en su momento el Diario La Bolsa de Arequipa. Situación opuesta en su difusión fue el sonado caso de la desaparición de las dos teresas (Teresa Yaqueto y Romero) con un año de diferencia; aunque coincidentemente en el mismo mes de octubre de 1977 y 1978 respectivamente. En ambos casos las dos mujeres desertaron de su intensión de ascender al volcán -sólo llegaron a sus faldas- por encontrarse imposibilitadas físicamente. En ambos casos los familiares de las personas desaparecidas pidieron una investigación a las autoridades para dar con el paradero de sus parientes; pero nunca fueron encontradas. La tesis más viable fue que habiendo quedado rezagadas del grupo que ascendía al Misti trataron de regresar solas a la ciudad y quizás -esto es solo especulación- fueron abordadas, cada una en su momento y contexto- por algún personaje oscuro o una banda de estos que las ultrajaron y sepultaron para borrar las evidencias. La otra tesis de que habrían caído por algún precipicio hubiera terminado por dar como resultado el encuentro de sus cuerpos.
En 1979 el Club de Andinismo halló el cadáver de una joven, todos pensaron se había hallado el cuerpo de alguna de las teresas; pero las investigaciones y la certificación por parte de los parientes arrojaron que no se trataba de ninguna de ellas.
Otros casos no menos extraños se han sucedido en el lugar como fue el de un cadáver momificado de mujer -en la década de los 70- cerca del cono del volcán y que solo llevaba un tipo de ropa interior de nylon. Según Masías el periodismo se preguntó sino la habrían lanzado desde un avión...
En abril de 1996 se encontró otros restos humanos en las faldas del Misti, esta vez de un hombre que según el peritaje criminalístico habría permanecido sin vida más de un año en dicho lugar.
Por generaciones algunas personas de conocimientos ancestrales han hablado del famoso pago a la tierra, costumbre que habrían heredado los hombres desde épocas PRE-Incas y que en algunos casos consistía en el sacrificio de alguna bella jovencita para ofrecérsela al volcán o Apu (el caso más conocido para nuestra región sería el de la dama del Ampato, o Momia Juanita) (*). Pues para bien o para mal algunos opinan que dichas costumbres aún podrían estar vigentes en las mentes de ciertos pobladores andinos que podrían ser los responsables del consiguiente secuestro y sacrificio de jóvenes para que la montaña no vomite su fuego. Esta sería una forma de explicar la desaparición de las dos teresas en la década de los setenta.
Para terminar agregar que según otras fuentes especulativas que rayan con el estudio de los monstruos (criptozoología) y otras especies ignoradas, traemos a recuerdo la publicación de la revista Fantástico del Diario Arequipa Al Día, que en su edición del 29 de octubre del 2003 (coincidentemente octubre) publicó la experiencia sufrida por un joven andinista local -Carlos Flores- quién relató haber visto (en una de sus ascensiones al Misti) a una criatura de facciones humanas (pero con excesivo pelo amarillento en todo el cuerpo, pues nos llevaba ningún tipo de vestimenta), cruzar cercano a su campamento nocturno y cuyas huellas -no humanas- se hicieron patentes por la madrugada.
Estaríamos hablando de una suerte de Yeti sudamericano o Macón, como se le ha llamado a una criatura peluda vista en otros lugares de los andes. Ahora bien, ¿por que traemos a colación esta última historia? Bueno, no es difícil tratar de relacionar al supuesto Yeti arequipeño con las misteriosas desapariciones de los aventureros ingleses y especialmente el de las dos teresas; además de otros expedicionarios nunca hallados...
A más de 30 años de los incidentes famosos de las dos teresas, probablemente nunca encontremos respuesta a sus curiosas desapariciones y esperamos que nunca más se vuelvan a dar tales sucesos que rayan con lo inexplicable.
Nota: En el próximo número de Enigmas presentaremos un especial sobre criaturas extrañas en América del sur emparentadas con los hombres peludos y otros.
(*) Además se han encontrado restos de tales sacrificios en las cumbres del Hualca Hualca, el Mismi, y altares ceremoniales en el mismo Misti, así como otras construcciones bastante antiguas cercanas al cono. /
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Domingo 1 de Febrero de 2009
EL BISABUELO DECÍA QUE LAS BRUJAS AREQUIPEÑAS SE CONVERTÍAN...
Por: Pablo Nicoli Segura.
nicoli_pablo@hotmail.com
El origen hispano de Arequipa siempre le ha conferido un folclore ajeno -si se puede decir esto hoy en un mundo globalizado que los medios de comunicación han reducido a su máxima expresión- que nos recuerda las leyendas europeas plagadas de fantasmas, demonios, duendes y brujas. Vamos a referirnos a estas últimas -las bruxas o brujas- que las hubo en nuestra ciudad y otras localidades del departamento como son Huancarqui en Castilla, o aquí nomás cerquita en Huaranguillo, o porque no la tradicional Tiabaya, antaño tierra de árboles deformados y perales, o como lo dicen las crónicas de los viajeros del siglo XIX, en Sachaca, dónde siempre hubo manifestaciones mágicas y leyendas en torno a estas.
El bisabuelo contaba que no había casa en Huancarqui en dónde al menos una de las mujeres no fuera una bruja (*); muchas veces la única forma de sospechar de estos personajes, tan desapercibido como cualquier otro parroquiano, era cuando se deshacían en amabilidades y atenciones con los visitantes, especialmente a la hora de ofrecernos un sabroso plato tradicional, en cuyo contenido ya habían vaciado el mejunje mágico, ya fuera para enamorarnos sin remedio o para hacernos víctimas de la enfermedad como aquella que torna nuestra piel bronceada en pálida y casi albina (kara o ccara, le dicen). A algunas se les podía identificar por alguna verruga en el rostro o en otras partes más íntimas del cuerpo.
En Tiabaya por ejemplo se contaba hasta hace muy poco una curiosa y nauseabunda historia -cúbranse la nariz- de un marido cornudo cuya esposa le era infiel cada viernes con el demonio, y a quién le andaba besando el culo apestoso y oliéndole los pedos junto a otras brujas (**). Así mismo se dice que las brujas, cuando eran perseguidas, se convertían en viejos árboles en dónde podía motarse sus rostros deformes y atumorados, cuyos ejemplos más cercanos solo se conservan hoy en algunos árboles del parque a "La mujer" -o a las brujas dirían otros- de la Urb. San Jerónimo del Cercado, a unas 3 cuadras del actual colegio Médico.
Huaranguillo siempre fue el lugar idóneo para contratar los servicios de una bruja y procurarle un maleficio al enemigo ya fuera por la disputa de una herencia, el amor de la gatita del barrio, o simplemente porque nos caía gordo nuestro vecino. Había daños que atraían la mala suerte y otras que eliminaban de tajo al adversario causándoles una muerte fulminante, bueno al menos no había sadismo en estos menesteres, pudiendo alargarle la agonía al susodicho con una lenta y dolorosa enfermedad.
El bisabuelo decía que las brujas de Sachaca se convertían en gallinas, lechuzas, cuyes, perros negros y hasta chanchos y algo de cierto debe haber; pues esta mala sangre del hoy distrito parece refrendarse en documentos como los del viajero francés Paul Marcoy (***) que en uno de sus libros de viajes por Sudamérica nos dice a la letra: "Sachaca es un lugar de mala fama, pues la tradición local lo ha convertido en punto de reunión nocturna de brujas y duendes... ".
Sucedió por ejemplo que unos jóvenes palomillas atraparon a una bruja, ya convertida en gallina, la maltrataron, la desplumaron sin reparo y la ataron a un molle (un árbol). A la mañana siguiente todos esperaban a que Doña Lucita, la dueña de la picantería, abriera el negocio; pero nada, no venía. Luego alguien avisó que una señora desnuda y ensangrentada había aparecido amarrada al centenario árbol de la Plaza; por supuesto se trataba de la Lucita.
Que las brujas de la arequipa de antaño volaban; pues al menos una vez así lo vio el compadre del bisabuelo quién decía que se montaban, no precisamente sobre escobas, sino sobre animales que les servían de improvisado vehículo, cosa extraña salvo que a tales fueran aves o les saliera alas. Con respecto a las lechuzas -con las cuales las brujas están empentadas, si es que no son ellas mismas- había la creencia que si alguna de estas aves de mal agüero volaba y cantaba subida al techo o entrada de nuestra casa, la muerte de alguno de los que habitaban el lugar era inminente.
Usualmente ser bruja en la Arequipa de antaño era casi una profesión; pues aparte de los muchos maleficios y daños mortales que se les encargaba, se dedicaban también a hacer mejunjes que curaban los males de estómago, las diarreas, el susto y otros padecimientos cotidianos.
Manuel Rodríguez Velásquez, (Marove), en su libro: Estampas de Arequipa, nos refiere la triste historia de la bruja de Villalba, -apenas comenzado el siglo XX- también conocida como: La Lechuza, una pobre y andrajosa mujer a la que le decían bruja sólo por su triste apariencia.
Esperamos que la noche de Halloween les haga recordar que no todas las brujas vuelan por países extranjeros, las nuestras están aquí no más cerquita, casi a la vuelta de la esquina y ya no necesitan el disfraz.
(*) La tradición decía que la séptima hija mujer de la familia, necesariamente nacía bruja; distinto eran aquellas que se hacían brujas al adquirir el conocimiento y la práctica de la magia.
(**) A la reunión de brujas se le llama Aquelarre que en palabra vasca significa: "Prado del Cabrón", la cabra o macho cabrío representaba al demonio.
(***) Viajero que estuvo por Arequipa entre 1846 y 1847 y que además fue dibujante y pintor que nos ha dejado ilustraciones a pluma de la Arequipa de esos años. Su obra: Viaje a través de América del Sur, del Océano Pacífico y del Océano Atlántico, fue publicada en Paris en 1861 en dos volúmenes. Uno de esos volúmenes, el referente a nuestra ciudad, se hallaba hasta el 2006 en la Biblioteca Municipal de Arequipa, en la misma habitación y junto con los Libros Históricos del Cabildo.
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Domingo 1 de Febrero de 2009
LA BIBLIA HISTÓRICA DE LOS AREQUIPEÑOS
Por: Pablo Nicoli Segura.
nicoli_pablo@hotmail.com
Hablar del libro "Imagen y Leyenda de Arequipa" (1540 - 1990), enorme antología recopilada por Edgardo Rivera Martínez y editado por la Fundación M. J. Bustamante de La Fuente en 1996, es hablar como el título lo indica, de "La Biblia Histórica de los Arequipeños". Se trata de un magnífico volumen de 700 páginas -poco menos- con lo mejor que se ha escrito por siglos sobre nuestra ciudad, su historia, costumbres, tradiciones, datos anecdóticos y un amplio etcétera.
Quizás el título de la obra no haya sido el más apropiado; pues es verdad, las "Imágenes" sobre el pasado y presente de nuestra bella ciudad se suceden armoniosamente en un panorama de ensueño que aún conservan ciertos lugares tradicionales de la moderna urbe; no obstante lo de "Leyenda" no es precisamente el tipo de expresión que podemos encontrar dentro de la antología citada, más bien se trata de la historia, la tradición y las costumbres de los arequipeños del ayer -por momentos de decidida influencia hispana y por otra francesa, siglo XIX- y esto nos hace pensar irremediablemente que a más de una década de la primera edición del libro, se hace necesario ya un segundo volumen de la obra, en dónde se recopile lo mejor del folclore y de nuestras leyendas, así como de la literatura regional, lo que podría terminar de redondear tan magnifica labor bibliográfica (*).
Ya desde la introducción nos sumergimos en aquellos secretos que la historia casi olvidó y que probablemente aún desconocen las nuevas generaciones por falta de difusión en los colegios. Cómo lo ha expresado uno de nuestros más ilustres historiadores arequipeños como Eusebio Quiroz Paz Soldán "este libro debería ser lectura obligada en los centros estudiantiles". Lo malo, claro está, es que al día de hoy el número de ejemplares que existen a la venta en el mercado librero es bastante limitado y, valgan verdades, prohibitivo para la gran mayoría de bolsillos de los arequipeños; aproximadamente 85 dólares.
Pero en contraposición a su costo monetario diremos que la antología reúne casi un centenar de autores entre extranjeros, residentes y nativos de esta ciudad. Nombres como los de Cieza de León, Ventura Travada y Córdoba, Ricardo Palma, Mariano Ambrosio Cateriano, Antonio Raimondi, Jorge Polar, José Luis Bustamante y Rivero, Jorge Basadre entre otras muchas personalidades que en la mayor parte de casos elogian las bondades tradicionales de nuestra Blanca Ciudad. Estos autores nos trasladan por el tiempo y nos hacen descubrir una Arequipa que los siglos casi han erosionado y que estaba envuelta en una magia que podemos contemplar en la imaginación, casi olerla, llena de romanticismo y costumbres que hoy pueden parecernos ajenas, pero que sin duda fueron parte habitual de la forma de vida de nuestros bisabuelos, abuelos y padres.
Creemos que una obra tan importante como la que nos ocupa debería volver a editarse en una versión económica y ser donada a las bibliotecas de colegios, institutos y universidades, además de las bibliotecas Municipales de cada distrito de la región, o en su defecto, editarla virtualmente y colgarla de la Internet para su consulta; después de todo la información histórica y tradicional no debe, no debería estar sujeta al poder adquisitivo de una minoría de lectores.
(*) En ese sentido podemos afirmar que desde 1990 a la fecha son varios ya los escritores e investigadores que han recopilado muchas leyendas, nuevos trabajos de investigación histórica y literatura ambientada o inspirada en Arequipa.
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Jueves 29 de Enero de 2009
Leyendas de nuestra ciudad.
EXTRAIDO DEL LIBRO DE PABLO NICOLI:
AREQUIPA Y SUS MISTERIOS, EDIC. 2001.
INDICE
AREQUIPA, ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA:
-Se dijo de Arequipa
-Lo desconocido de la Catedral
-La casa encantada de Yanahuara
-El Tuturutu
-El puente del Diablo
-La sirena del puente Bolognesi
-Sor Ana de Los Ángeles
-El fraile sin cabeza
-Bolívar y el cementerio de la Apacheta
-La misa del otro mundo
-El observatorio de Carmen Alto
-La mano de la condenada
-El teatro Fénix
-Pedro Paulet
-El hijo del Misti
LE SUCEDIÓ AL AUTOR
Cuando era muchacho y estudiaba la primaria, un profesor del curso de lenguaje nos leyó en clase un relato fantástico, ambientado en la Arequipa de antaño, que me fascinó y que despertó mi imaginación. Pasaron veinticinco años y no recordaba el título del relato, tampoco el nombre del autor del mismo y casi me había olvidado de qué trataba; no obstante, guardaba el fiel recuerdo de lo que significó para mí y estoy seguro, de lo que significó para muchos de mis compañeros.
Durante años traté de encontrar aquel viejo libro de lenguaje de color naranja, en donde estaba escrito el relato mágico y fue, apenas hace unos meses, que en uno de esos lugares de venta de libros usados volví a toparme con el texto por tanto tiempo añorado. Cuando lo tuve en mis manos, la emoción me embargó y tuve que hacer un gran esfuerzo para no expresar abiertamente mi alegría. Le pregunté al dueño sobre el costo del libro. Él me respondió que valía cinco soles. Yo hubiera pagado diez veces más por leer nuevamente el relato y llevármelo a casa. Finalmente lo compré y sin más esperar abrí el texto, busqué el cuento y fui leyendo, mientras recorría las calles, lo que estaba seguro sería una deliciosa lectura. Después de tantos años, el relato volvió a fascinarme. Aquél es uno de los once que integran el presente libro (La Procesión de las Animas: de Francisco Ibáñez, Arequipa siglo XIX); que espero, como a mí, logre maravillarlos. Pero no se encuentra sólo, lo acompañan otros relatos de similar factura. Son once historias de antología que sé muy bien me hubiera agradado leer de joven, adulto, y más adelante, como abuelo.
Dedico esta obra especialmente a los jóvenes de cuerpo, pero también a los jóvenes de espíritu, y espero que os motive a escribir nuevas historias y que, si es posible, me hagan partícipe de ellas. Gracias por interesarse en algo que le concierne a nuestra bella Arequipa.
Pablo Nicoli
SE DIJO DE AREQUIPA
Arequipa es la ciudad del Perú de mayor influencia española, y esto se refleja, especialmente, en buena parte de su arquitectura. Sus habitantes, en las primeras décadas después de su fundación española en 1540, eran considerados como los de más alto índice en población blanca. Fue por esto y no por el color de sus construcciones -en la colonia casi todas las casonas estaban pintadas con colores pastel-, que se le conoció como "la ciudad blanca".
Dijo de Arequipa Cieza de León en el siglo XVII que: "es la más sana del Perú y la más apacible para vivir". Fama que llegó hasta España; tanto, que es sabido que el propio autor del Quijote, Miguel de Cervantes, escribió en el "Canto a Caliope", del libro sexto de "La Galatea", allá por 1685, que: "Arequipa y sus hijos eran una eterna primavera".
LO DESCONOCIDO DE LA CATEDRAL
Entre sus templos, el de mayor número de cosas a destacar, es sin duda su catedral.
"La iglesia mayor de Arequipa no está sujeta a orden arquitectónico riguroso; sino que es obra de inspiración y de inexperiencia artística. Su hermosura es de conjunto; examinándola detalladamente se le encuentra muchos defectos; no obstante su característica dominante es la de grandeza" (1).
Cuenta una leyenda que los planos originales para la erección de esta obra estaban destinados para otra ciudad más importante; pero que por un error, de parte de los responsables que enviaron los planos desde España, se confundieron los mismos y se empezó a construir en Arequipa lo que tenía que ser para una ciudad de México; y decimos empezó, pues la idea original era que la construcción ocupara todo lo que hoy es la manzana entre la Catedral y la calle Moral.
El arquitecto que construyó este templo, de nombre Lucas Poblete natural, de Arequipa, era hombre de poca ilustración; no obstante tenía gran talento artístico y era aún mejor conocedor del sillar. Al respecto de su persona se conoce una anécdota que describe su desprendimiento. Esto fue en junio de 1868, cuando se colocaron los dos medallones alegóricos bajo sus torres. Este trabajo fue mandado a realizar por el nombrado Poblete, años después de que se edificara la Catedral, y quedó impago; por lo que el constructor recibió una carta que le pedía saber cuánto cobraría por dicho trabajo, a lo que este respondió con otra misiva que, sabiendo que no había fondos destinados para este asunto, se le permitiera no aceptar ninguna retribución al respecto; exceptuando lo que cobrara el herrero por los pernos (2).
Con respecto al número cuatro, consignado con cuatro barras, en el reloj de fabricación inglesa adquirido en 1854, que exhibe una de las torres de la catedral, muchos han dado por cierto que se trataría de un error de fabricación; puesto que el número cuatro en romano, es una ( I ) y una ( V ); pero la explicación real a esto, es que esta forma de numerar fue a propósito; puesto que antiguamente la gente confundía el cuatro en romanos, por el seis que es a la inversa, por lo que se adoptó esta alternativa para evitar percances con la hora. Así se explica también que otros relojes similares, en otras partes del mundo, muestren la misma característica.
Que la construcción del templo es fuerte, se comprobó en el terremoto del 13 de agosto de 1868, el cual a pesar de los ocho minutos que duró -según afirma el diario "La Bolsa" de aquella época-, apenas si pudo traer abajo un tercio de sus torres y abrir una grieta en una de sus bóvedas.
Originalmente la tradición de antaño era la de enterrar a los muertos alrededor de los templos, y esto fue así en el caso de la iglesia mayor; asimismo los restos de personajes ligados al clero o, simplemente, gente importante eran depositados en el interior de la misma. Según dicen algunas leyendas, los restos del fundador de Arequipa, Don Garcí Manuel de Carbajal, podrían estar enterrados -como fue el caso de Pizarro en Lima-, en el interior de la Catedral; puesto que dichos restos nunca se supo donde fueron depositados después de su muerte.
Se especula de la existencia de una larga galería subterránea que, según algunas versiones, partiría de la Catedral hasta la iglesia de La Compañía; además, de comunicarse a otros templos cercanos y que inclusive desembocaría al monasterio de Santa Catalina. Al respecto, se afirma también que una de las entradas a dicho subterráneo, estaría debajo del altar mayor, según Mariano A. Cateriano, que dice: "La bóveda subterránea de figura circular, donde reposaban las cenizas de los obispos que morían, hallábase también debajo del presbiterio y tenía su entrada por el costado derecho" (El cielo de Arequipa convertido en suelo).
"Con respecto al púlpito, vale acotar que dicha obra fue mandada a construir en los talleres de Buisine-Rigot, en Lille (Francia). La obra fue concluida en algo más de un año. Lo curioso del caso es que el púlpito estuvo listo para traerse a nuestra ciudad el año de 1879, cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra con Chile. No se entiende cómo -cosas del diablo decían los antiguos-, en medio de una violenta guerra, y con los puertos peruanos bloqueados, a finales de dicho año llegó el magnífico mueble: ¿No sería que el demonio del púlpito se dio maña para librar todas las trabas que levantaba el infierno de la guerra? ¿Quién sabe? Lo cierto es que el 16 de diciembre de ese año, una docena de artesanos arequipeños ensamblaron las doce partes con las que fue construido el hermoso mueble" (3).
Otras obras tan valiosas y artísticas como el mismo diablo del púlpito, son los doce apóstoles que hacen fila a lo largo de la nave central del templo y, una cosa curiosa, es que dichos apóstoles que dan a pensar ser de piedra, están tallados en madera y pintados asemejando el mármol. Estas estatuas fueron adquiridas en Génova, y dado que se ha perdido la técnica de su fabricación (puesto que se trata de tallas en madera hueca) su valor, como obra de arte, es incalculable.
Quién no ha oído alguna vez la famosa expresión: "¿Quién hizo la maravilla? ¡La hizo Moratilla!" Pues esto se debe a que Don Juan Sebastián de Goyeneche, dotó a nuestra Catedral de una bellísima y aún más valiosa Custodia, que fue mandada a hacer en España; en los talleres de Francisco de Moratilla, en 1850. Esta reliquia fue trabajada en filigrana de oro, adornada con enorme cantidad de piedras preciosas. En la base ostenta la figura de los cuatro evangelistas. Esta obra mereció muchos elogios, pero especialmente los de la reina Isabel II, y de allí el estribillo: ¿Quién hizo la maravilla? (4).
Con respecto al órgano, éste fue traído de Bélgica en 1854, y era tan grande que, para que pudiera entrar en su lugar, fue necesario doblegarle la coronación a pesar de la gran altura del templo. De dicho órgano se dice, que fue en su momento el segundo más grande de Sudamérica. Fue construido por Francois Bernard Loret, quien hizo dos idénticos; su gemelo se encuentra en la ciudad de Hamburgo, en Alemania.
Cuenta una leyenda, que mientras un sacerdote oficiaba una misa dentro de la iglesia mayor, y quizás desmotivado por los años que tenía en el oficio, en el momento de la conversión del vino en la sangre de Cristo, y no teniendo la fe necesaria de que esto realmente pudiera suceder, de pronto del cáliz que tenía en sus manos empezó a emanar gran cantidad de sangre que manchó las telas que cubrían el altar. Se dice que las mismas son guardadas dentro de la iglesia.
LA CASA ENCANTADA DE YANAHUARA
Corría el año de 1666, y hasta la villa de Yanahuara llegó para establecerse un noble español a ejercer la función de encomendador. Este se casó con una dama que rebosaba de atributos por su extraordinaria belleza. Transcurrido el tiempo surgió una relación amorosa entre un criado de la casa y la bellísima mujer. Tras uno de sus viajes el español logró descubrir esta infidelidad, y sometió a ambos a una serie de torturas que culminó en la muerte cruel de los amantes. Cuenta la historia que tal era el odio y el desconsuelo del español, que los enterró, aún con vida, tapiando una de las paredes de la casona donde vivían. Es a raíz de este acontecimiento que la casona ubicada a corta distancia de la iglesia de Yanahuara, cobra fama por sucesos extraños, tales como: estrépito de cadenas, campanas que sonaban solas, ladridos angustiantes de perros y siluetas fantasmales, que noche a noche se dejaban sentir. "La casa encantada", como fue llamada luego, cambió de dueños constantemente, debido a que nadie soportaba mucho tiempo de permanencia dentro de la misma.
EL TUTURUTU
¿Qué enigmática figura representa el Tuturutu? "El obispo Don Juan Cavero y Toledo, pensando en el ornato de la naciente ciudad, mandó a construir una pila ornamental en la Plaza de Armas (1735); y el fundidor, a quien se encomendó esta labor, no pudiendo soportar las constantes molestias que sobre su descendencia hacían los duendes, cogió en cierta ocasión de la oreja a uno de ellos; tomó su molde en yeso, y luego, según la matriz obtenida, vació en bronce al Tuturutu" (5). Por supuesto que esto sólo es parte de las leyendas de la ciudad; lo cierto es que según Ventura Travada y Córdova, en su detallada descripción que de la pila de la plaza mayor hace referencia, dice: "corónala un ángel por fama por cuyo buque se eleva el agua en un altísimo penacho". La pregunta sería hoy: ¿un ángel sin alas y vestido de armadura? Al parecer el Tuturutu sería el mismo tipo de ángel o arcángel que se hallan pintados en muchos lienzos de la escuela cuzqueña, como los hay en el convento de Santa Catalina o en la iglesia de La Compañía, y en donde muchas veces se les ve ataviados con casco o sombrero y armadura de plata o de oro. ¿Y las alas, a dónde fueron a parar?
"El terremoto de mayo de 1784 dejó destruida la ciudad y también dañó al enigmático Tuturutu, el que fue guardado en la cárcel, que en aquellos tiempos se dice quedaba en el fundo El Fierro; donde al parecer perdió sus alas de ángel; presumiéndose que éstas fueron utilizadas en alguna actividad manual. Posteriormente fue llevado a las casas del cabildo y finalmente devuelto a su ubicación primera, en la Plaza de Armas" (6).
EL PUENTE DEL DIABLO
Una leyenda muy antigua cuenta sobre un oscuro personaje que se dedicaba a robar y asaltar a los parroquianos de Cayma. Un día, con tal de conseguir sus deshonestos propósitos, llegó al asesinato de una muchacha, y mientras iba huyendo, en una vieja carreta en donde había escondido todo lo conseguido fruto de sus fechorías, tomó el camino con destino a lo que hoy es el puente Juan Pablo II, antes conocido como Puente del Diablo, donde se dice no existía tal depresión de terreno, y mientras iba consumando su evasión, maldiciendo a sus perseguidores y burlándose de Dios mismo; de pronto ¡el mundo se vino abajo!, se abrió la tierra y se tragó al desdichado junto con la carreta y los caballos que lo guiaban; inmediatamente se cerró el lugar y sólo quedó una pequeña depresión o "lloclla" que es la que hasta hoy subsiste. Algún testigo que desde lejos observó el incidente, sólo atinó a expresar del criminal: ¡Pobre diablo!
LA SIRENA DEL PUENTE BOLOGNESI
¿Alguna vez oyó referir sobre la sirena del puente Bolognesi? Nuestra ciudad tampoco queda al margen de las leyendas griegas. Cuentan los antiguos que cuando era estación de avecinarse las lluvias y al despuntar la medianoche, hacía su aparición una bella mujer con cola de pez, encima de la enorme piedra que está al pie del puente Bolognesi, en pleno lecho del río. Cuenta Eloy Obando, vecino que habita dichos lugares desde hace 75 años, que la tradición oral que le trasmitieron, refería a una sirena que esperaba a su amado ya entrada la medianoche. El lugar, que en esos tiempos estaba sin lo que es ahora la avenida La Marina, tenía un acceso consistente en una escalerilla que rodeaba la acequia, curso de agua que recorría la ciudad al margen izquierdo del río Chili. A una hora precisa, hacía su aparición, simultáneamente, la sirena en el río y un hombre desnudo en el callejón Ibáñez, arrastrando unas cadenas y subiendo un poste -que imaginamos era para divisar a su amada- luego, bajaba hasta la casa que colinda con el río, para perderse en medio de la noche y encontrarse finalmente con la ninfa de las aguas que lo esperaba en medio de cánticos y tenues luces que se daban paso en tan descomunal piedra. Antes de que aclarase el día, cuentan otros vecinos, la piedra se convertía en una morada llena de bonitas muchachas que salían en espera de algún inocente hombre para llevarlo a sus dominios. Asimismo, se dice que dichas sirenas eran las causantes de que muchas personas se arrojaran desde lo alto del puente contra el lecho del río.
SOR ANA DE LOS ÁNGELES
El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1575. En dicho lugar, muchas mujeres, jóvenes y viudas, hicieron sus votos perpetuos. Ana de Monteagudo fue hija de Sebastián Monteagudo y Francisca Ponce de León; estos últimos, para asegurar la educación cristiana de su pequeña hija, la internaron en el monasterio cuando contaba con tres años. A su edad núbil -los catorce-, Ana fue reintegrada al hogar, pues su padre la había comprometido con un joven. Ella obedeció, pero desesperada en un mundo que no conocía, decidió huir de su casa y regresar al convento, en donde permanecería hasta su muerte. Ana castigaba su cuerpo con azotes y se sometía a largos ayunos de pan y agua. Se dice que, entre sus milagros, con sólo aplicar parte de la tela de su hábito, desaparecían tumores e infecciones. Fueron innumerables los vaticinios sobre muertes, enfermedades, recompensas y otros. Murió el 10 de enero de 1686, tras largos 10 años de penosa enfermedad y fue enterrada en el cementerio del monasterio. Ese mismo año, el obispo Don Antonio de León inició el proceso de su beatificación. En 1731, al trasladar su cuerpo a una nueva tumba en el coro de la iglesia, lo encontraron incorrupto, intacto y con olor a flores.
EL FRAILE SIN CABEZA
Una leyenda de Arequipa del siglo XIX, nos cuenta sobre el diabólico andar del "Fraile sin cabeza". Un alma en pena, a veces gravitante, que se sabía, por toda la ciudad, recorría de lado a lado el callejón de la Catedral y siempre al amparo de las doce campanadas que dejaba oír el reloj de la torre. El espectro, decían quienes habían tenido el valor o la mala fortuna de encontrárselo, se mostraba ataviado con un viejo hábito franciscano y en cuyo interior del alargado capuchón que debía cubrirle la cabeza, sólo se podía entrever una profunda oquedad, una sombra provocada por el vacío. La leyenda -o por lo menos una de las dos versiones de la misma-, cuenta que el espectral personaje había sido decapitado por el hijo de un noble español, quien por un desacuerdo intrascendente, había reñido con el fraile y en medio del calor de la desigual contienda, la cabeza de éste último había sido cortada de tajo; a causa del fuerte golpe que le propinó el hijo del noble con la espada. El lamentable acontecimiento había ocurrido en el callejón de la Catedral, del lado que antiguamente daba a la "Casa Forga". Se cuenta además que el religioso había sido enterrado sin su respectiva cabeza, pues al momento de la decapitación, un perro la había mordido y llevado a esconder en algún recoveco de los alrededores. Era por esto, refieren los abuelos, que el fraile andaba vagando en busca eterna de su cabeza. Tal vez la modernidad, al parecer, aplacó su constante deambular; o quizá finalmente encontró lo que tanto andaba buscando.
BOLÍVAR Y EL CEMENTERIO DE LA APACHETA
A su paso por Arequipa, el Libertador Simón Bolívar dispuso que se construyera un nuevo cementerio, por encontrarse el antiguo de Miraflores muy cercano a la ciudad; lo que constituía un serio peligro para la salud de sus habitantes. "Y fue trayendo los restos del patriota Mariano Melgar, que se inauguró el nuevo cementerio de La Apacheta -que significa montículo de piedras-, un 16 de septiembre de 1833. Lo anecdótico de esto último, es que al día de hoy se desconoce en qué parte del cementerio mencionado, están enterrados los restos de Melgar. El propio Mostajo, en su calidad de investigador de la historia de Arequipa, por más que intentó, no pudo localizar los restos del poeta" (7).
Arequipa ofreció a Bolívar un recibimiento fastuoso; obsequios y festejos se realizaron por todas partes. Uno de los homenajes que más conmovió al Libertador, fue el de las educandas de Arequipa que, en gesto de gratitud por la independencia, entregaron la donación de joyas y piedras preciosas que habían reunido para su ejército; la respuesta de Bolívar y de sus soldados, no fue otra sino, la de desprenderse de sus haberes para donarlos a su vez a las educandas y los huérfanos. Asimismo, los comerciantes de la ciudad ofrecieron un suntuoso baile en su honor" (8). Quizá por todo esto, una carta de Bolívar dirigida al general Francisco de Paula Santander, dice: "El país es bastante hermoso y Arequipa espléndida".
LA MISA DEL OTRO MUNDO
Una leyenda cuenta la penosa historia de un joven que, habiendo quedado dormido sobre una banca dentro de la fría iglesia de Santo Domingo, de pronto al despertar se vio prisionero de la oscuridad del lugar, siendo testigo, sin quererlo, de la fantasmagórica aparición del famoso fraile sin cabeza, quien después de encender unas velas, le pidió al muchacho que se acercara hacia el altar; que su única intención era la de celebrar una misa y que para esto requería de alguien que fuera su oyente. Aún con todo el espanto que sentía el muchacho, no le quedó sino presenciar tan insólita ceremonia y atenerse a las circunstancias. Por fin, una vez celebrada la misa, se apagaron inesperadamente las velas y el joven en su desesperación trató de huir cual entidad etérea se tratase, consiguiendo por su imprudencia romperse la cabeza contra una dura puerta, para caer finalmente sin sentido en las frías lozas del templo.
EL OBSERVATORIO DE CARMEN ALTO
Desde Arequipa se descubrió una luna de Saturno y un nuevo asteroide. La universidad norteamericana de Harvard, en 1867, vio por conveniente el instalar un observatorio astronómico en el hemisferio austral del planeta. Para esto envió a un grupo de científicos a que hallaran la mejor ubicación posible. Después de haber visitado la mayoría de los países latinoamericanos, la comitiva se decidió por Chosica, en Lima; no obstante, las adversas condiciones climatológicas se convirtieron en un obstáculo, por lo que se decidió buscar una nueva locación. En 1889, el profesor Solon Bailey y su comitiva salieron del Callao con rumbo al puerto de Mollendo. Casi inmediatamente partieron hacia Arequipa y al llegar quedaron impresionados, según se desprende de una carta enviada a los Estados Unidos: "Es sorprendente, la ciudad es realmente bella y pintoresca, mucho mejor que cualquier otra que hayamos visto en el Perú, yace en medio de una extensa campiña con llanos y cerros que se extienden más allá de donde pueden ver los ojos. La ciudad está construida con una piedra blanca que a la distancia parece mármol..."
Los científicos instalaron el observatorio en Carmen Alto, en el distrito de Cayma, cuya propiedad, en ese entonces, pertenecía a una familia de apellido Ramos. En 1899 la universidad de Harvard envió a Arequipa el famoso telescopio "Bruce", de 24 pulgadas, siendo el más moderno del mundo en aquel entonces. Desde Cayma se descubrió, ese mismo año, la novena luna de Saturno, llamada "Febo", cuya existencia fue plenamente demostrada cinco años después. En 1901 se descubrió un nuevo asteroide del Sistema Solar, el número 475, bautizado como "Ocllo", en honor a la hermana-esposa del primer Inca. Asimismo, se lograron importantes estudios sobre las nubes de Magallanes, que se encuentran a 163,000 años/luz de la tierra. El observatorio de Carmen Alto vio su final en 1927, en el que fue desmantelado.
LA MANO DE LA CONDENADA
Una leyenda nos cuenta sobre una muchacha condenada, que después de tres días de haber sido sepultada en el cementerio, inició su espantosa labor de mostrar, de vez en vez, una de sus pálidas manos por sobre la tierra; como si quisiera agarrar o asirse de algo o de alguien. Fue en este afán que el sepulturero del lugar se percató, no sin llevarse menudo susto primero, del inusual acontecimiento, y fue a dar aviso al cura del pueblo, para que éste pusiera fin o santo remedio a tal género de situaciones de ultratumba. Cuando el curita, al ir al cementerio, confirmó el suceso, sin quererlo fue víctima de la mano que cogió fuertemente uno de sus pies; lo que lo llevó, desesperadamente, a defenderse de los terribles jalones y arañazos de la condenada; esto gracias a la ayuda de un látigo que había tenido a bien llevar. Una vez resuelto el impasse, no tuvo mejor idea que acercarse a la casa de la madre de la muchacha, y preguntarle cómo había sido la susodicha en vida. Al saber el cura sobre los acostumbrados maltratos que durante dieciocho años tuvo por costumbre recibir la madre, resolvió con el consiguiente permiso de los familiares desenterrar el cuerpo de la condenada -esto con ayuda del sepulturero-, y volverlo a meter en la fosa; pero esta vez boca abajo, para que molestara sólo a las almas del infierno.
EL TEATRO FENIX
En 1825, y gracias a una sociedad de caballeros de los más pudientes de Arequipa, se empezó a recaudar los fondos necesarios para la construcción del teatro Fénix. Este comité acordó encomendarle los planos al célebre ingeniero francés, Eiffel, autor de la torre que lleva su nombre en París (Eiffel igualmente hizo los planos de otras obras importantes en nuestra ciudad como son: la estructura metálica del techo del mercado San Camilo, la estación del Ferrocarril y el puente de Fierro). Emprendida la obra de construcción, no se pudo terminar por distintos motivos, y quedó sin techo; se le colocó, provisionalmente, uno de lona como las carpas de los circos. Bajo este techo actuaron infinidad de compañías líricas, dramáticas, cómicas y otras.
El teatro no contaba con mobiliario propio; pues, era costumbre que las familias que alquilaban palcos, tenían que enviar con anterioridad las sillas. Un detalle curioso, es que con el techo de lona, cuando llovía -como solía llover en Arequipa antes-, la gente de la platea tenía que abrir sus respectivos paraguas para no mojarse. Este techo de lona subsistió hasta el año 1890, en que fue cambiado por uno más conveniente; más no el apropiado. Entre 1916 y 1917, aunque algunos afirman que antes, el teatro fue convertido, a su vez, en sala de cine.
PEDRO PAULET
El arequipeño Pedro E. Paulet (1874-1945), fue el primer precursor de la aeronavegación a propulsión y pionero de los viajes espaciales. Ideó el primer motor impulsado por combustible líquido, y fue también inventor del avión sin hélice. El ingeniero Paulet se adelantó a investigadores como Tslolkovsky (ruso), Goddard (norteamericano), Oberth (húngaro), considerados como los más antiguos investigadores de la era espacial. Este gran arequipeño reveló sus diseños en 1895, motor Paulet; 1900, motor industrial con tres cohetes; y en 1902, esquema del avión torpedo para vuelo vertical y horizontal. Solía salir al campo para experimentar con cohetes de arranque, a los cuales les agregaba una carga constituida por pequeños animales vivos, a fin de observar el efecto que en éstos producía la velocidad o la extensión de vuelo. Resolvió los problemas fundamentales de la propulsión; lamentablemente tuvo que abandonar sus audaces experimentos, para atender a las exigencias prácticas e inmediatas de sus funciones públicas.
EL HIJO DEL MISTI
Cuando era niño, siempre escuché hablar a mi padre del hijo del Misti -un pequeño volcancito, remedo del Misti, que veíamos claramente cuando recorríamos la ciudad camino al aeropuerto-, el cual había sido encadenado, para que no pudiera crecer y hacer daño. Por supuesto años más tarde -ya adulto-, pensé que esta historia era sólo parte de las leyendas de la ciudad; no obstante y al parecer todo esto, tenía mucho de cierto, pues según se desprende de un artículo periodístico del diario El Pueblo (1997), se refiere la historia de un tal padre Sanhuesa, de quien la tradición dice que hizo también una ascensión al Misti, y enderezó la cruz que encontró caída. Se cuenta que por temor a que el hijo fuera, en unos años, peor que el padre, los arequipeños le pidieron al personaje mencionado, que hiciera algo por detener el crecimiento del pequeño volcán. Nadie lo creería; pero así lo hizo el sacerdote, quien mandó a construir unos enormes "zunchos" de fierro y con ellos ciñó y apretó al enano volcán, de tal suerte que ya no pudo crecer y se quedó sin fuerza para erupcionar. Dicen que así permanece hasta hoy y que si alguien lo duda, haga un viaje de doce leguas al lugar, y lo encontrará más aprisionado que bebé de madre india.
Estas son algunas leyendas, rarezas, anécdotas y otras, poco conocidas de la historia de Arequipa.
Nuestro reconocimiento a los siguientes autores e historiadores, sin cuya ayuda nos hubiera sido imposible hacerles llegar esta pequeño reseña en homenaje a nuestra querida ciudad.
Citas textuales y resúmenes:
(1): Jorge Polar - Arequipa.
(2): Juan Guillermo Carpio Muñoz - Texao.
(3): Juan Guillermo Carpio Muñoz - Texao.
(4): A. Málaga. M. - Arequipa. Estudios históricos III.
(5): T. Guillermo Vizcarra C. - Brujerías, Tradiciones..., de Arequipa.
(6): Eloy Linares Málaga - Lo que Arequipa ofrece al mundo.
(7): Eloy Linares Málaga - Lo que Arequipa ofrece al mundo.
(8): Eusebio Quiroz Paz Soldán - Historia general de Arequipa.
Arequipa y sus Misterios 2001. Pablo Nicoli
LEYENDAS SEGUNDA PARTE
LOS DUENDES AREQUIPEÑOS
"Son los duendes, según afirman nuestras leyendas arequipeñas, pequeños muchachitos resplandecientes o simples niños de menudas proporciones que son invisibles para el adulto impuro; pero visibles para los niños puros o para los animales, que son ingenuos" Otras veces son: viejos, barbados y pequeños que se pasan todas las horas de las que disponen -que son las más-, divirtiéndose con los humanos, a quienes les hacen toda clase de bromas, de las buenas y de las otras. En el primer caso se les ve haciendo piruetas y molinetes circenses, saltos mortales en el aire, delicias de atrapabolas y riéndose a grandes carcajadas. Se esconden bajo las camas, entre las alacenas, tras los muebles más pesados, en las junturas de las puertas, en los callejones oscuros; sustraen las llaves de los candados y los arrojan entre la hierba, anudan las piernas de los pantalones y en algunas oportunidades tocan una flauta o un tamborcillo que, como en el caso de las sirenas, atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar con su magia hasta sus dominios. Cuidan tesoros ocultos por siglos y saben bien dónde encontrar oro. En el segundo caso, son entidades malignas y peligrosas que causan terror a quienes los ven, y a veces hasta la muerte; esto sucede cuando de forma invisible se pegan a nuestras espaldas y no hay luego como desprenderse de ellos, lo que conlleva inevitablemente al fatal desenlace.
Se dice del origen de los duendes que son el de aquellos niños que murieron sin ser bautizados o que son fruto del pecado de sus padres que arrojaron sus fetos a los ríos; los de esta clase son los que moran bajo los manantiales o detrás de las cascadas. Asimismo, se afirma que las mujeres que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio y que no dan a luz, orinan duendes. Se dice también que vinieron escondidos dentro de las alforjas de los conquistadores españoles. Adormecen a los hombres soplándoles en el rostro o, al contrario, los reaniman con el mismo acto. Se afirma que sus excrementos son de color amarillo y que cuando caen los primeros rayos del sol se volatilizan. A veces imitan el llanto de los bebés y se les confunde con ellos.
Existen algunas formas de deshacernos de estas maléficas presencias: una es pellizcando la oreja de un niño; esto hace el efecto de que cuando el duende oye el llanto de la criatura, huye o desaparece instantáneamente. Otra forma de prevenir que los niños fallecidos sin el sacramento del bautizo se conviertan en duendes, es la de hacer una señal de la cruz con agua bendita y luego enterrar junto al pequeño, una cruz también bendecida.
AREQUIPA Y SUS HISTORIAS DE APARECIDOS.
Al parecer, las leyendas de fantasmas en nuestra ciudad, de algún modo parecen relacionarse más con el sexo femenino, ya que entre las tradiciones arequipeñas se cuentan historias como las siguientes:
LA APARECIDA DE LA CALLE SAN PEDRO
Tartufo Murillo es el protagonista de esta leyenda, quien al recogerse tarde a su casa y discurriendo por la calle San Pedro, observa en medio de la gran oscuridad, a una elegante dama, vestida toda de blanco y que se dirige a su encuentro. Don Tartufo se emociona, por lo que puede resultar un romance inesperado, sin embargo cuando los dos personajes se encuentran uno muy cerca del otro, la mujer empieza a elevarse por los aires; se trata de un alma del más allá. Don Tartufo Murillo, empalidece, moja sus pantalones y se escurre, como mejor puede, por la primera puerta entreabierta que encuentra; y una vez dentro de una oscura habitación, escucha una voz cavernosa que le dice: ¡Oh, desdichado mortal, deja que redima mis pecados; no perturbes el descanso de los que han muerto!
Nuestro espantado protagonista, al escuchar esto, cae desmayado al piso.
Al parecer, y según cuentan, el alma en pena pertenecía a la que en vida fue una monjita libertina del convento de Santa Rosa.
LA FANTASMA ATERRADORA
Desde 1830, los habitantes de la ciudad estaban espantados por la presencia de una fantasma que, desde las ocho de la noche -en una época en la que el alumbrado público consistía en algunas velas, colocadas en las entradas de las viviendas-, recorría las calles haciendo sonar sus cadenas. Se trataba de un alma descomunal, vestida con una túnica negra y enorme cucurucho, que la hacía ver aún más aterradora.
El prefecto de aquel entonces, un caballero escéptico en el tema de los espíritus, apellidado La Fuente, ordenó fuera puesta una patrulla nocturna por las calles donde se sabía hacía su aparición la fantasma. En la primera incursión de la patrulla, ésta tuvo la desdicha, de encontrarse cara a cara con la descomunal mujer, quien con poco esfuerzo hizo huir, despavoridos, a los cuatro hombres que conformaban el grupo. Una vez enterado el prefecto del vergonzoso hecho, decidió acudir él mismo, acompañado de un edecán que no conocía el miedo, para capturar a la fantasma que merodeaba por el hospital de San Juan de Dios. Cuando los dos hombres se toparon frente a frente con el descomunal ser -la que esta vez, movía de lado a lado sus herrumbrosas cadenas-, no cedieron ni un paso en sus intentos de capturar al alma en pena que tenían por delante, al contrario, avanzaron decididos a atraparla, y de pronto notaron como, la supuesta fantasma, pasó de agresora a víctima, y empezó a huir con destino al depósito de cadáveres del ya citado hospital, donde finalmente fue descubierta, oculta en la oscuridad del lugar.
Sucedió que se trataba de una dama distinguida que se había hecho pasar por fantasma, pues había sido burlada por un fulano, a quien esperaba por las calles por donde éste último transitaba todas las noches, con el propósito de matarlo; y lograr así su venganza. Para que nadie supiera su identidad, se le había ocurrido lo de hacerse pasar por fantasma.
LA LLORONA
Se cuenta que la "Llorona" fue una mujer que perdió a sus hijos y, en su terrible sufrimiento, le echó la culpa de esta desgracia a Dios; suicidándose luego. La tradición cuenta que por las noches salía a recorrer las calles y los caminos en busca de sus hijos, y se le escuchaba gritar mientras lloraba: ¡Ay, mis hijoooooos! Los que le han visto cuentan que está vestida con túnica blanca, a veces raída y sucia, y su rostro es el de una mujer hermosa y otras tantas, el de un cadáver. Se afirma que el escuchar su llanto es presagio de enfermedades, desgracias y de muerte. Sólo la cruz la intimida o la hace retroceder. Muchas veces se presenta en los bordes de las carreteras, donde espera que algún auto se detenga para llevarla. Hay conductores que se han negado a recogerla e incluso han traspasado con su vehículo su brumosa imagen; pero quienes, sin sospechar nada malo, han tenido la desdicha de recogerla, han escuchado palabras de ella como: ¡En esta curva me estrellé! ¡Aquí encontré la muerte! Y repentinamente la mujer desaparece.
LA NOVIA SIN CABEZA
Dice la leyenda que una dama distinguida que se iba a casar, cruzó la calle con destino a la iglesia de Cayma, cuando de pronto una carreta la arrolló y su cabeza, decapitada en el acto, salió rodando hacia la entrada del lugar santo. De ella, que tuvo la desdicha de morir antes de haber llegado al altar, se dice que vaga por las noches en los alrededores de la plaza de Cayma y siempre se la ve con su vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo su cabeza con una mano y llorando su desdicha. Afirman que los perros enloquecen cuando la oyen gemir. En estos últimos aspectos, su historia, tiene cierta similitud con la leyenda de la llorona.
Así que si usted, regresa a su casa por una calle solitaria, a altas horas de la noche, y por el camino observa la silueta de una extraña mujer de vestimentas antiguas, que se le acerca misteriosamente, mejor convendría cambiar de rumbo y alejarse lo más aprisa posible del lugar, y no recurrir a sus dones de Don Juan; no vaya a ser que las almas del más allá le quieran jugar una mala pasada.
ENIGMAS EN LA CALLE SAN FRANCISCO
En la última cuadra de la calle San Francisco, la que da a la plaza del mismo nombre, muchas personas que trabajan en locales comerciales, restaurantes y otros, afirman que el sector es sumamente pesado; es decir, que hay una suerte de fenómenos extraños como "poltergeist" (desplazamiento de objetos por sí solos) y apariciones (materialización de entidades fantasmales). Entre algunas historias raras se cuentan la de haber encontrado dentro de uno de los conocidos restaurantes, un círculo de cuchillos clavados sobre una meza. Puertas que se cierran por sí solas y que propician tremendos sustos a trabajadores que muchas veces quedan encerrados en reducidos habitáculos. Hay quienes también dicen haber visto la figura de un niño con vestiduras antiguas que se pasea por algún local de baile plagado de cientos de jóvenes, que apenas si se cuestionan de quién se trata. De dicho niño se cuenta que murió accidentalmente dentro de aquella casa y que se le ve ascender por escaleras que hoy ya no existen, o traspasar paredes sin que nadie pueda detenerlo.
Cuando estuvimos indagando un poco sobre las múltiples historias que en dicha cuadra se cuentan, hubo más de uno que nos miró con recelo y no quiso confiarnos lo que había visto o vivido al respecto; sin embargo, creemos que tales manifestaciones sobrenaturales le dan la nota de romanticismo a la cuadra franciscana y, quién sabe, hasta en un futuro próximo podría convertirse en una atracción turística y en una de las tantas leyendas que sobre Arequipa se cuentan.
EL TUTURUTU: ¿UN ARCÁNGEL OLVIDADO?
Ventura Travada y Córdova, en su libro: "El suelo de Arequipa convertido en cielo" (1752), detalla de forma pormenorizada como está dispuesta la pileta que se halla en la Plaza Mayor de Arequipa, y entre otros detalles describe: "Corónala un ángel por fama por cuyo buque se eleva el agua en un altísimo penacho...". Supuestamente el autor está hablando del famoso Tuturutu, pero nuestro personaje de la Plaza de Armas no posee alas, para ser considerado un ángel o un arcángel. Se sabe también que la pila fue desmontada en 1907 y el Tuturutu guardado por mucho años (hasta 1920) en un patio al interior de lo que en ese entonces era la cárcel y que hoy se conoce como el Fundo El Fierro; por lo que se afirma, graciosamente, que el Tuturutu estuvo preso.
Cabrían dos hipótesis para tratar de explicar el asunto. La primera que el ángel del cual habla Ventura Travada y Córdova no es el mismo que la estatuilla de bronce que hoy corona la pila de nuestra Plaza de Armas. La segunda sería que en algún momento el Tuturutu perdió las alas y esto no pudo suceder cuando fue desmontado, pues se conservan hoy fotos de 1850 donde se le ve en el mismo estado que hoy.
Si observamos detenidamente el Tuturutu, podemos ver que éste lleva puesto un yelmo, con un corto penacho; una mediana cabellera sobresale por la espalda y una armadura sobre el cuerpo que posee una figura circular a la altura del pecho, luego una especie de calzón o falda corta y plegada al estilo de los conquistadores españoles, y por último, un par de botas, una de éstas algo deformada: la de la pierna izquierda. Si observamos los arcángeles dibujados en los cuadros de la escuela Cuzqueña, podremos identificar algunos que tienen un alto parecido a nuestro Tuturutu, incluso algunos tocan sus trompetas; igualmente, en la parte superior del órgano que está al interior de La Catedral, puede observarse dos ángeles que portan sendas trompetas. El posible arcángel que nos ocupa era conocido antiguamente como Raguel y fue destituido de su categoría por un Papa en el 745 d.C, por considerársele un demonio vestido de arcángel. De dicho personaje se lee en un manuscrito apócrifo (Revelación de Juan) lo siguiente: "Entonces Él enviará al Ángel Raguel diciendo: haz sonar la trompeta por los Ángeles del frío, la nieve y el hielo, y calma toda clase de ira en quienes se alzan a la izquierda". Como sabemos el personaje que nos ocupa está ubicado mirando hacia la Municipalidad de Arequipa y, por tanto, su izquierda son los Portales de Flores, donde siempre hubo comerciantes. Esto al parecer no nos dice mucho, pero se me ocurrió que quizás el Tuturutu no había estado ubicado siempre mirando hacia la misma dirección. Fue así que revisando algunos dibujos antiguos de la Catedral de Arequipa y su entorno, descubrí uno realizado por E. Riou, un francés que estuvo en Arequipa a mediados del siglo XIX, y que estaba acompañado por otro extranjero, algo más conocido, llamado Paul Marcoy, Conde de San Cricq, quien nos dejó relatadas sus experiencias cuando estuvo en Arequipa. En dicho dibujo se observa claramente que sobre la pila se halla un personaje que aparenta ser un ángel sin alas; lo interesante de este grabado es que se ve que el supuesto Tuturutu está mirando hacia la Catedral, por tanto, su izquierda es hacia los Portales de San Agustín, o mejor interpretado, a los terrenos pertenecientes a la orden Agustina. Como sabemos fue el obispo Don Juan Cavero y Toledo, hijo de Don Alvaro C y T (jesuita), quien donó e hizo colocar en el año 1735 el Tuturutu o supuesto arcángel Raguel en el centro de la Plaza, autoridad eclesiástica que al parecer debió tener ciertas desavenencias con la Orden agustina. Si lo anterior es cierto, es claro entonces el porqué y el significado de que dicho arcángel fuera ubicado, inicialmente, en ese lugar y en tal posición.
Sin embargo, no sólo el documento escrito por Ventura Travada y Córdova es el único que nos da ciertas luces sobre lo que representaba el Tuturutu realmente. Pasamos a reproducir parte de un artículo publicado en la revista Caretas de Lima y que dice:
"La restauración de la Pileta de la Plaza de Armas (o Mayor) de Lima marchaba sobre ruedas pero una extraña aprehensión rondaba al arquitecto Jorge Orrego Vargas, encargado de la obra. De pronto, cuando estaba trepado en la pileta se hizo la luz: "Es un ángel", dijo para sí. Y cuando sus ojos miraron el remate de la fuente no hubo duda. El Ángel de la Fama había vuelto a coronarla, igual que 97 años atrás.
Quien tenía la misma idea era el alcalde Alberto Andrade que había sugerido al Invermet convocar a un concurso para reponer a la deidad. Orrego, que al parecer ya contaba con influencias celestiales, ganó la convocatoria. Vino después la presentación de los estudios y una maqueta del ángel ante el INC que aprobó el proyecto. Hubo necesidad de hacer hasta seis ángeles para llegar al prototipo definitivo en bronce. El ángel pesa aproximadamente 145 kilos, incluyendo las ocho columnas de la base y mide 1.43 metros. TOCA UNA TROMPETA y lleva el escudo de España como su antecesor de 1648.
El Ángel es similar al que el virrey García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, mandó forjar junto con la pileta a mediados del Siglo XVII. El diseño original fue de Pedro de Noguera.
En 1900 el entonces alcalde de Lima Federico Elguera ordenó arreglar la plaza, para lo cual hubo que bajar al ángel. Los obreros lo hicieron con tan mala suerte que la estatua cayó. Se habló de restaurarla pero nunca más volvió a volar, quizá por el mito de que era de oro".
Es clara la aproximación de la estatuilla o ÁNGEL DE LA FAMA citado con el Tuturutu. No es extraño, pues, la presencia de un ángel sobre la pila.
Entonces la pregunta es ¿cuándo perdió las alas el Tuturutu? Quizás este cuestionamiento nunca será respondido de manera definitiva.
Para concluir apuntaremos que si usted ha sido observador, se habrá dado cuenta que el brazo izquierdo del Tuturutu era bastante más corto que el derecho. Esto se debe a que en algún momento nuestro personaje, perdió también el antebrazo y una salida rápida para resolver el problema fue pegar la mano (la cual al parecer no se extravió) en el codo de la estatua de bronce. Es lógico pensar que si el Tuturutu perdió parte de una extremidad ¿por qué no con mayor motivo las alas, que por su ubicación en el cuerpo, son más débiles que el antebrazo?
En la última remodelación y entrega que hizo el ex alcalde Guillén, de la pila de la Plaza de Armas, se pudo observar que hoy nuestro Tuturutu muestra un nuevo brazo, lo cual le da un aire diferente, pero definitivamente atractivo. Sea como sea, el famoso personaje siempre será más que un adorno que, quizás como apunta el presente artículo, hasta nombre tiene. Este hombrecito se ha convertido en un símbolo que nos enorgullece a todos los Arequipeños.
» Escrito por Arequipa a las 8:12 1 comentario
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Miércoles 28 de Enero de 2009
LA TERRIBLE PROFECÍA DE UNA BEATA AREQUIPEÑA
Dibujo: Leo Ugarte Chocano
Por: Pablo Nicoli Segura.
"Generaciones de arequipeños han crecido rogando al Altísimo que jamás florezca el naranjo de Sor Ana de los ángeles Monteagudo -que se encuentra en la celda que perteneció a nuestro personaje dentro del Monasterio de Santa Catalina- y que al Santo Padre de turno no se le antoje canonizarla. De lo contrario, dicen, reventará el Misti y no quedará piedra sobre piedra en la ciudad". Eso nos dice la tradición.
De niño recuerdo haber escuchado la más terrible profecía de la beata que más o menos decía algo como: Cuando el naranjo florezca Arequipa se hundirá y el Cuzco renacerá...
"La estrecha relación de Sor Ana de los Ángeles de Monteagudo con las almas del Purgatorio, fue determinante para sus predicciones, las mismas que generalmente fueron de carácter necrológico". Al menos eso dice la página Web del monasterio arequipeño, aunque no termina de dar detalles de la forma de comunicación -¿trance?- de Sor Ana con las citadas almas. En esta parte conviene hacer notar que si este fuera el caso de tales comunicaciones, según los católicos Sor Ana habría incurrido en espiritismo voluntario o no, y lo contradictorio es que para la iglesia Católica las almas de personas en general, sean estas del purgatorio, el cielo o infierno no pueden comunicarse con los vivos, al menos así lo dice el Antiguo Testamento. Entonces ¿de que tipo de fenómeno paranormal se trata? Por supuesto muchos creyentes afirman no creer en espíritus y fantasmas, cuando se trata de la parapsicología, pero cuando esto se da en el seno de la religión, las creencias parecen cambiar de envoltura como por milagro.
"Según algunas deducciones y testimonios se presume que nació el 26 de julio de 1604, fecha que no se puede asumir como exacta, ya que su Fe de Bautismo se perdió en un incendio ocurrido en la sacristía de la Iglesia Mayor de Arequipa, antecesora de la primera Catedral de la ciudad, en 1620".
"En varias oportunidades predijo enfermedades de algunos de sus allegados; para algunos anticipó la cura, en el caso de otros, la inevitable muerte. Estos anuncios muchas veces fueron tomados con rechazo, desconfianza e incredulidad por las personas que de una u otra manera eran afectadas". Así mismo se le relaciona con el fenómeno de la bilocación, es decir, estar a la vez en dos lugares geográficos distintos.
"Las personas que la conocieron personalmente llegaron a señalar un total de sesenta y ocho predicciones todas cumplidas, realizadas por la venerable monja". Aquí habría que preguntarse si alguna se compara a la profecía de catástrofe que según la beata sufrirá la ciudad por una probable erupción y que por supuesto no nos hace ninguna gracia a los arequipeños. Al parecer cuando fue elegida Priora del citado monasterio tuvo más de un inconveniente mayor pues en varias ocasiones envenenaron sus alimentos, supuestamente, por el estricto control y disciplina que ejercía con las demás monjas, esto según el libro: Monasterio de Santa Catalina de Sena de Arequipa, del historiador Dante Zegarra López (página 429).
"Los últimos años de la venerable monja catalina transcurrieron en la oscuridad de la ceguera. Tenía mucha dificultad para caminar, sin embargo jamás se quejó o se sintió desdichada por correr esa suerte.
Antes de ser sepultada, un pintor captó sus facciones en un retrato, que es el único y verdadero testimonio gráfico que de su rostro ha quedado para la posteridad. El pintor había concurrido al Monasterio pese a que en esos días el hombre estaba afectado por fuertes dolores e incluso de una hinchazón generalizada de su cuerpo. Apenas concluyó de pintar el retrato de la venerable monja, en un pequeño lienzo y mientras salía por la portería, sanó completamente y de inmediato la enfermedad que lo había afectado en los últimos días, desapareció", (una suerte de retrato de Dorian Gray, donde la enfermedad quizás la sufre el retrato y no la persona).
"Sor Ana de los Ángeles falleció un 10 de Enero de 1686 y no fue necesario embalsamar su cuerpo, por el buen olor que despedía. Fue enterrada en el piso de tierra del Coro del templo del Monasterio.
Diez meses después, el cadáver de Sor Ana fue exhumado y encontraron el cuerpo fresco, sin mal olor y con flexibilidad comprobada de los músculos y articulaciones. Luego de su muerte los milagros continuaron; numerosos casos de personas que padecían alguna enfermedad y al encomendarse a Sor Ana o tocar alguna prenda que le perteneció, desaparecían los males que les aquejaban. Todos estos hechos motivaron a las monjas catalinas a unir testimonios y presentar una petición el 19 de julio de 1686, es decir a seis meses de su muerte, para que la venerable monja pase a ser la primera Santa de Arequipa, proceso que todavía no ha llegado a su fin". Menos mal, expresarán muchos.
La Ceremonia de Beatificación de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo fue celebrada el 2 de Febrero de 1985, en la cuidad de Arequipa, por el Papa Juan Pablo II.
Con respecto al naranjo -hoy un tronco seco- y la profecía solo nos resta decir que si bien literalmente el mensaje es preocupante para los ciudadanos que vivimos en esta ciudad, quizás se haya empezado a cumplir ya dicha sentencia en parte, hablamos de un aspecto más bien material y económico, siendo Arequipa como todos saben olvidada por años por los gobiernos de turno y en contraposición la ciudad del Cuzco bendecida con el auge del turismo mundial.
Solo queda imaginar a una monja de clausura presurosa, una mañana cualquiera, desplazándose por los corredores del monasterio yendo a avisar a la Superiora que el naranjo ha florecido, mientras los humos -quizás naranjas-del Misti anticipen en final de esta tierra volcánica.
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Etiquetas: sor ana
Martes 27 de Enero de 2009
EL VIEJO CEMENTERIO DE MIRAFLORES, AREQUIPA.
Por: Pablo Nicoli Segura.
La Arequipa del siglo XIX.
Antes de la construcción del cementerio de La Apacheta en 1833, los muertos se enterraban principalmente en el hoy desaparecido cementerio de Miraflores (iniciada su construcción en 1793), dónde actualmente sigue ubicándose dicho distrito de nuestra ciudad. Uno se pregunta ¿qué sucedió con los restos de aquellas personas? ¿Seguirán algunos cuerpos centenarios enterrados debajo de las docenas de construcciones de hoy?
Los antiguos contaban, entre ellos el bisabuelo, que siendo niños gastaban su tiempo jugando a las "escondidas", el juego más popular y espontáneo de aquellos años y que hoy casi si se ha olvidado entre los muchachos. Niños y niñas, jóvenes y jovencitas y alguno que otro adulto aún lampiño se escondían por las esquinas de las plazas de barrio, detrás de los bancos, por los recovecos de las callejuelas mortecinas junto a las altas casas de sillar, quizás al amparo de un viejo árbol casi seco y esperaban agazapados a que el contador -que contaba a veces hasta cien- terminara su labor e iniciara su infatigable búsqueda de los compañeros escondidos. Pues bien, el bisabuelo y su muchachada gustaban de jugar este juego; pero para darle algo de mayor sazón y picante -no precisamente el del rocoto- lo jugaban junto al cementerio citado. Lo jugaban también dentro del camposanto, a esas horas en la que la tarde agoniza y la noche envuelve todo con su sombra. Si ustedes creen que la actual iluminación eléctrica de Arequipa es deficiente en algunos lugares; póngase a pensar lo que era en el siglo XIX a base de velas y -que alimentaba por unos centavos el "velero"- en puertas y ventanas coloniales y uno que otro farol también a base de candela que muchas veces el viento apagaba, sobre todo en agosto. En esos años el cementerio no se cerraba como se hace ahora, a eso de las seis, y menos había alguien que cuidara las tumbas de posibles delincuentes o sacrílegos; pues todos tenían un respeto profundo a los muertos y sus manifestaciones y, por supuesto, al viejo curita del barrio, que con látigo en mano, te quitaba la lisura a la hora de confesarle al oído tus pecados y palomilladas; además esa parte de Arequipa había crecido tanto que había rodeado el camposanto y desde la ventana de las casas se pintaba el macabro lienzo de la ciudad de los muertos a tan solo unos metros. Pero sin apartarnos del camino y de la historia del bisabuelo, él le contaba así mismo a sus hijos y nietos que cuando alguien del juego se ocultaba en una fosa recién excavada, o movía algún nicho con el cajón rajado y se acostaba junto a un montón de huesos centenarios, entonces es que la cosa se ponía realmente fea para el que buscaba; pues de pronto, en medio de la penumbra de la Luna, oía la voz cavernosa de un alma en pena -en realidad se trataba de alguien del grupo que intentaba asustar al buscador y alejarlo del lugar apelando al miedo- y había que saber diferenciar entre los verdaderos muertos y los que se hacían pasar por estos. Pero había ocasiones en dónde el juego se convertía en algo serio y uno palidecía ante lo que veía delante suyo; muy junto a una escultura rajada o una cruz torcida. Recuerda el bisabuelo haber recorrido la mitad del cementerio, haber oído el llamado -las campanas de la iglesia- a misa de difuntos y de pronto haberse percatado de la presencia de algunas luces ondulantes y danzarinas; sin duda ánimas en pena, no más altas que un duende de los más pequeños, que parecían hacer procesión a lo largo del corto sendero, esparcidas por delante y detrás, y algunas más lejanas; pero igual de atemorizantes, a los lados. No sabiendo por dónde huir, pues a cualquier lado la distancia era igual de lejana, echó la desesperada carrera por cualquier parte, gritando a todo pulmón por auxilio y hundiendo los agujerados zapatos de vez en vez en la fría tierra de muerto; mientras a trancadas quebraba infinidad de huesos que sonaban como ramas secas hechas añicos. Por supuesto con sus gritos motivó la huida de una veintena de muchachos igual de asustados que corrían despavoridos cada uno a su casa -con alguno que otro pacpaco -ave de mal agüero nocturna- volando por sobre sus cabezas, a contar una historia igual de macabra; aunque no hubieran sido testigos capitales de ésta. Durante muchas semanas nadie del barrio se aventuró a repetir la aventura del juego dentro del viejo cementerio. Sólo algo más que acotar, siendo el antiguo camposanto de Miraflores un lugar dónde se enterraba a la gente a la usanza antigua, es decir bajo tierra y no en nichos como lo es hoy en La Apacheta, es dable encontrar una explicación a aquellas luces danzantes que el bisabuelo siempre juró eran producto del más allá (*), y que le trajo más de una noche de intranquilidad a nuestros parientes.
(*) Se trataba seguramente de los llamados fuegos fatuos que se mostraban principalmente en cementerios y otros lugares dónde se había sepultado una persona, animal o tesoro. Sucede que tanto las sustancias orgánicas como otras no necesariamente de esta índole, cuando han sido enterradas despiden ciertos gases -a veces tóxicos, conocidos también como antimonio- que al contacto con el oxigeno de la superficie de la tierra tienden a encenderse como llamas de una vela; pero aún más largas, lo que ligado a un lugar de ultratumba la gente tiende a pensar se trata de almas. Se les llama fuegos fatuos pues tienden a extinguirse en poco tiempo. Claro en el siglo XIX no había quién le explicara estas cosas al bisabuelo.
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Etiquetas: cementerio
Martes 27 de Enero de 2009
EL CLUB MONSTERS, NOVELA
Por: Rafael Mercado.
El club Monsters es la segunda novela del escritor arequipeño Pablo Nicoli Segura y onceavo en la relación de 12 libros ya publicados.
Se trata de una noveleta de corte sobrenatural y en donde los miembros de una sociedad oculta estipulan un, nada despreciable, premio económico a los aventureros que se arriesguen a cazar un monstruo, de aquellos que se ocultan en los sitios más olvidados de la ciudad de Arequipa y sus subterráneos, o que al menos muestren pruebas de la existencia de los mismos y narren sus historias para la elaboración de una publicación literaria.
Nicoli a reunido en esta historia una serie de personajes siniestros como demonios, hombres bestia, cultos satánicos, fantasmas, duendecillos peludos y dentados, criaturas que se ocultan en las sombras etc.
Una novela cargada de misterio y horror que gracias al estilo de Nicoli y sus técnicas narrativas nos hace preguntar cuanto de lo narrado es posible y cuanto ficción.
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Etiquetas: monstruos
Sábado 24 de Enero de 2009
IMAGEN Y LEYENDA DE AREQUIPA
Extraido de Imagen y Leyenda de Arequipa, Fundación Bustamante de la Fue
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